El sentido de lo que siento

No es casualidad que estés triste, enfadado, con miedo o alegre. Está relacionado con algo que te está pasando y tiene un sentido.

27 ABR 2016 · Lectura: min.
El sentido de lo que siento

Toda emoción viene de algo y nos puede llevar a otro lado. Es de vital importancia saber sobre nuestras emociones y darle un significado: están ahí, en ti y te pueden aportar mucho (aunque a veces lo dudemos).

La alegría favorece que estemos receptivos, conlleva una actitud positiva y de apertura hacia el entorno, cosa que favorece las relaciones interrelacionales, el tener empatía y altruismo. Además fortalece nuestras capacidades cognitivas.

¿Hacia dónde nos lleva? Hacia la creación de vínculos, la conexión con nuestro entorno, el crecimiento personal,... Además, ¡sienta tan bien!

La ira, rabia, hostilidad y agresividad, se da ante situaciones que nos generan frustración, que consideramos injustas o que atentan contra los derechos propios. Conlleva un aumento en la actividad neurofisológica y muscular, nos obnubila, y nos dificulta la ejecución eficaz de procesos cognitivos.

¿Hacia dónde nos lleva? Hacia eliminar los obstáculos que nos impiden conseguir nuestros deseos, nos mueven hacia conductas de autodefensa, ya sea en ataque o en retirada. Cuando esta emoción se reduce, es cuando podemos echar mano de nuestra capacidad de análisis y de resolución de problemas.

El miedo, muy relacionado con la ansiedad, nos está advirtiendo de un peligro externo o interno. Puede aparecer en situaciones como: cambios significativos en nuestra vida, anticipación del dolor o de situaciones potencialmente dañinas, situaciones novedosas... Incrementa la actividad fisiológica y puede desencadenar pensamientos automáticos y obsesivos. Además, implica que nosotros no nos sentimos con las estrategias de afrontamiento necesarias para hacer frente a esa situación. La reacción "natural" es la de huir y así evitar el estímulo amenazante.

¿Hacia dónde nos lleva? El miedo tiene muchas facetas y depende de cada caso. En un primer momento, hacia nuestra propia supervivencia, ya que nos alerta de algo que amenaza nuestra integridad. Si sabemos gestionarlo, nos lleva a darnos cuenta de cuan importante es "eso" para nosotros y, sobretodo, nos lleva a fortalecer nuestra persona para enfrentar eso que tememos.

La tristeza nos indica que estamos en una situación no deseada, dónde valoramos que hay una pérdida significativa y no podemos hacer nada para remediarla ni repararla. La tristeza nos consume mucha energía, por lo que tendemos a la inactividad y la desmotivación.

¿Hacia dónde nos lleva? Si se lo permitimos, hacia la asimilación del cambio. Ya sea la pérdida de una persona, una relación, un trabajo,etc. esa pérdida conlleva que la "vida da un giro" y nos lleva por otro camino no planeado. Dejarse llevar por la tristeza implica despedirse de la vieja realidad y aceptar la nueva realidad. Una vez que disminuye la emoción, es cuando podemos valorar la situación actual y poner en marcha mecanismos de afrontamiento. Además, promueve el acercamiento de personas queridas.

Y a ti, ¿hacia dónde te llevan tus emociones?

PUBLICIDAD

psicólogos
Escrito por

Nuria Arrebola - Psicóloga

Nuestro comité de expertos, formado por psicólogos colegiados, se compromete a proporcionar información y recursos precisos y confiables. Toda la información se respalda con evidencia científica y se contrasta para garantizar la calidad de sus contenidos.
Consulta a nuestros mejores especialistas en
Deja tu comentario

PUBLICIDAD

últimos artículos sobre terapia y psicología

PUBLICIDAD