El síndrome de la cabaña en la salida del confinamiento
Es posible que algunas personas estén sintiendo en estos momentos una sensación de angustia terrible, de malestar que les paraliza.
El origen
Hemos pasado casi un mes y medio encerrados en casa, algunos con miedo a lo que podría suceder, temiendo no tener trabajo o vida a la que volver en los casos más extremos. Y ahora cuando nos dicen que podemos salir empiezan los problemas de verdad.
Hay un síndrome, descrito desde principios de siglo XX, llamado el síndrome de la cabaña. Aunque finalmente podríamos ponerle otros nombres como la ansiedad, la inseguridad, o el miedo a lo desconocido. En este caso se refería a personas que por trabajos por ejemplo en alta montaña, pasaban grandes periodos de tiempo dentro de casa, algo típico también en aldeas del Pirineo. Estas personas sufrían dificultades a la hora de volver a salir a la calle, porque estaban acostumbrados a espacios pequeños y muy controlados. Y no es nada nuevo, porque lo mismo sucede en las cárceles con los presos que tienen que salir, viendo como algunos parecen niños pequeños asustados frente a un mundo demasiado grande, con mareos o dificultades de visión por no estas habituados a la distancia, igual que ahora nos describen algunos abuelos
La situación actual: cuarentena
Lamentablemente muchos movimientos políticos o incluso particulares en redes sociales han estado jugando con el miedo, creando miedo en las personas. Normas de salida controladas, con mascarillas y guantes (de los para más problema no se hacia el uso correcto), distancias de seguridad de dos metros, cuidado con que tocar…Y ahora de pronto como por arte de magia te dicen que, si puedes salir, que el peligro ya no existe si cumples unas normas, pero tu mente no puede creerlo. Tu mente ha grabado a fuego lo malo que era todo fuera, los peligros, la inseguridad…y ha creado un efecto que yo llamaría mejor que el de la cabaña, como el de la cabaña rodeada de fuego, de animales peligrosos y de mil otros peligros.
Qué hacer ahora
Ahora es el momento de planificar el futuro, con calma eso sí. Pensar que en pocos días se podrán hacer algunas salidas y ver a amigos y familiares, volver al trabajo, e incluso recuperar las visitas al psicólogo para tratar las patologías previas.
No es el momento de estar escuchando noticias sobre que podría pasar. Esos mensajes sobre futuros males que nunca llevan, sobre miles de nuevas pandemias. Tampoco ver películas sobre grandes catástrofes que solo suceden en el mundo del cine. En la realidad cuando las cosas van mal, tienen épocas que van bien.
Es posible que algunas personas estén sintiendo en estos momentos una sensación de angustia terrible, de malestar que les paraliza, y sientan esa sensación de la cabaña rodeada de llamas y monstruos y animales peligrosos. Estas personas son normales, no son raros, pero si han de pensar que necesitan de una ayuda profesional si no quieren que esto se convierta, como bien se decía al principio de la crisis, en acabar sufriendo un síndrome de Estrés Post Traumático, que para mi seria la mejor definición clínica de lo que sufren algunas personas.
Ante todo, mucho ánimo, paciencia, que con cautela y poco a poco el mundo volverá a ponerse en marchar, mejor o peor…pero funcionando, y nosotros recuperando nuestra vida.
Las informaciones publicadas por MundoPsicologos no sustituyen en ningún caso la relación entre el paciente y su psicólogo. MundoPsicologos no hace la apología de ningún tratamiento específico, producto comercial o servicio.
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