En septiembre aumentan los divorcios

La disminución del deseo sexual o el darle importancia a pequeños problemas diarios pueden debilitar una pareja y ser signo de que algo va mal. Los psicólogos de Clínica Garoz explican cómo ver en qué punto está nuestra relación.

10 JUL 2013 · Lectura: min.
Para que una relación de pareja funcione es necesario dejar de lado las falsas expectativas y valorar más a los amigos y familia.

Los veranos son épocas de escasas noticias pero siempre hay algunas que se repiten, como los 45º de Écija, la foto de la Familia Real en Marivent cada vez más escasa (dentro de nada necesitarán un apartamento y venderán el palacio) y en septiembre el que aumentan los divorcios.

Si esto es tan previsible ¿qué hace que no pongamos remedio ante las primeras señales? ¿Sabemos detectarlas? ¿Nos damos cuenta de las consecuencias si no hacemos algo? ¿Alguna vez habéis pensado que la vida en pareja es tan importante que si no funciona nos va a afectar a nivel laboral, social y personal? ¿O es que hemos perdido esa valoración hacia la vida en pareja que se ha transformado en material fungible donde deshacernos del otro es lo más fácil?

En este país 3 de cada 4 matrimonios acabaron en divorcio en el 2012 y el hecho de divorciarnos es considerado como un hecho traumático para el ser humano.

¿Podemos buscar soluciones antes?

Os vamos a ayudar a reconocer las señales de alarma que os tendrían que activar a buscar un solución:

  • Observa las emociones que te produce tu pareja como por ejemplo de rechazo al verle/a, incomodidad, tristeza, ansiedad, impotencia, desagrado, etc.
  • Las falsas expectativas, es decir, cuando nos anticipamos y creemos que nuestra pareja va a actuar de una manera concreta y no lo hace, y nos sentimos mal porque creemos que lo debería haber cumplido y parece que intencionadamente no lo ha hecho. Tendemos a adivinar el pensamiento del otro.
  • Falta de planificación de actividades en pareja donde compartir momentos agradables.
  • Valorar más todo lo externo a la pareja, como los amigos que son más cariñosos, otras parejas que se llevan mejor, etc. en vez de lo interno.
  • Dramatizar los problemas banales del día a día.
  • Priorizar lo individual que la vida en pareja, es decir, buscar la propia satisfacción personal sin tener en cuenta al otro.
  • Falta de comunicación, aburrimiento, silencios, etc.
  • Faltas de respeto donde no nos referimos solo a agresiones físicas sino a ciertos gestos de desprecio, de indiferencia, elevar el tono de voz, desplantes, evitaciones, etc.
  • Disminución del deseo sexual.
  • Ciertos síntomas como pueden ser falta de concentración, apatía, problemas de sueño, cambios en nuestra alimentación, alteración de los estados de ánimo, etc.

Así que poned en marcha vuestro termómetro de pareja para que no se eleven tanto las temperaturas que lleguéis a salir en las estadísticas de septiembre.

Foto: Consulta psicóloga Lupe Vicente

PUBLICIDAD

Escrito por

Lourdes Garoz

Licenciada en psicología por la Universidad Complutense de Madrid. Experta en terapia EMDR, en terapia sistémica y terapias corporales y cognitivo-conductuales. Actualmente trabaja en las clínicas Garoz dónde ejerce su experiencia y conocimientos para evaluar e intervenir en casos de niños y adultos.

Ver perfil
Deja tu comentario

PUBLICIDAD

últimos artículos sobre terapia y psicología

PUBLICIDAD