Encopresis: Pautas para lo padres y principales señales para detectarla

Los trastornos de evacuación infantiles, como la enuresis y encopresis, son problemas que pueden estar relacionados o bien con una afectación física o emocional. Tanto si es por una razón u otra, es de vital importancia solucionarlo. La razón de ello es que estas dolencias pueden causar estragos en la salud del pequeño. 

¿Qué es la encopresis y la enuresis?

Los trastornos de la evacuación son aquellas patologías que influyen al normal funcionamiento de los procesos de defecación o micción. Principalmente afecta a los niños y usualmente desaparecen con la llegada de la adolescencia. La incontinencia también se presenta en los ancianos. Aunque no se trate de un problema que se manifieste mayoritariamente en la edad adulta, los trastornos de la evacuación suponen igualmente un molesto problema tanto para los niños que lo sufren así como para sus padres o familiares. En todo caso, hay que señalar que el peligro más grave consiste en que a raíz de los problemas de evacuación, el niño o la niña desarrollen otros problemas emocionales o de conducta en el futuro.

Enuresis y encopresis

Existen diversos trastornos de la evacuación. La encopresis, por ejemplo, consiste en la emisión de heces en lugares inadecuados, ya sea de manera intencionada o no, aunque si es más bien de modo involuntario se suele asociar al estreñimiento. La encopresis infantil suele darse a partir de los cuatro años y eso tiene que ocurrir como mínimo una vez al mes durante un periodo de tres meses para poder diagnosticarlo como un caso de esta afectación. 

Por otro lado, la enuresis consiste en la emisión repetida de orina en cualquier momento del día en lugares inadecuados o en la ropa. Para su diagnóstico tendría que ocurrir un mínimo de dos veces por semana durante un periodo de tres meses. La edad mínima para hacer este diagnóstico es de cinco años.

En datos generales la encopresis en niños afecta al 1% de la población de cinco años (más a los varones que a las mujeres) y que la enuresis se encuentra en el 7% de los niños y en un 3% de las niñas de cinco años. Entre los adultos, sin embargo, solo el 1% sufren estos problemas.

Síntomas de la encopresis

Existen muchas señales que pueden indicar que existe la encopresis infantil. Según los especialistas podemos destacar los siguientes síntomas.

• Pérdida de apetito
• Dolor abdominal
• Heces líquidas
• Rascarse o frotarse el área anal debido a la irritación
• Poca actividad física
• Evitación de amigos y familiares
• Manchar la ropa interior con heces

Estos son algunas alertas que pueden indicarnos que existe la encopresis emocional y física. Sí ves que este es tu caso, no dudes en consultar con un médico y un psicólogo profesional. 

Causas de la encopresis

Si dejamos de lado las condiciones físicas que pueden causar desajustes en el sistema digestivo, las posibles causas psicológicas de trastornos de este tipo se encontrarían en la falta o no de madurez del niño o niña, en su capacidad intelectual, en las costumbres culturales de su entorno y en la dinámica de las relaciones entre padres e hijos. De hecho, es el estrés al que puede estar sometido el niño el que con más probabilidad puede causar los trastornos de la evacuación.

Miedo a ir al lavabo

Si un niño sufre algún trastorno de enuresis y encopresis como los descritos puede acabar asociando ir al lavabo con una experiencia realmente negativa, desarrollando así un miedo a ir al lavabo, lo que puede acarrear problemas biológicos derivados como el estreñimiento.

Problemas asociados con la encopresis

Un niño con encopresis puede correr el riesgo de tener problemas emocionales así como sociales asociados a esta afectación. Por lo tanto, la encopresis infantil puede derivar en las siguientes patologías.

• Baja autoestima

La encopresis y todo lo que supone puede acabar perjudicando la autoestima de los niños. La razón de ello es que acaba avergonzando al afectado/a y este puede tener problemas en sus relaciones.

• Mal rendimiento en la escuela

Las heces líquidas manchar la ropa interior con heces, así  como todo lo que conlleva la encopresis infantil puede acabar afectando el rendimiento en la escuela de los pequeños. 

• Depresión 

Como la encopresis en niños acaba afectando en muchos de sus hábitos diarios, esta afectación puede acabar en una depresión infantil. 

• Bullying

Los niños acaban siendo crueles con aquello que no entienden. Esto es parte de su inocencia, pero las risas continuas alrededor de esta afectación puede conllevar bullying hacia el afectado por la encorpresis. 

• Estreñimiento crónico

La encopresis infantil si no se trata puede conllevar problemas de estreñimiento de diarrea emocional. 

Estas son algunas de las afectaciones que se pueden desarrollar a través de la encopresis. Por ello, es vital detectarla a tiempo y tratarla a través de profesionales de la salud. 

Encopresis: Pautas para los padres

Existen diferentes intervenciones para poner solución a la enuresis y la encopresis. Primero hay que comprobar si el paciente había adquirido el control de estas funciones o no antes de presentar los síntomas de los trastornos. También hay que evaluar el ambiente, los estilos educativos y otras cuestiones relevantes para valorar el posible origen. Una vez detectado se pasarían a unas pautas personalizadas para adquirir paulatinamente el control de estas funciones y para intentar que tenga una mínima repercusión en la autoestima y funcionamiento normal del individuo.

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