Generosidad

"Hay mayor alegría en dar que en recibir". Todos hemos dicho frases semejantes a esta en alguna ocasión; sin embargo, la realidad muestra que nuestros niveles de generosidad están en declive.

A nivel psicológico queda refrendado que la generosidad es un factor de salud psicológica que aporta grandes beneficios no sólo a la persona objeto de generosidad sino también a la persona que ejerce la acción generosa.

¿Por qué hemos disminuido nuestros actos de generosidad a nivel social?

En gran parte es porque esperamos recibir algo a cambio. Cuando hablamos de dadivosidad, no debemos esperar nada a cambio, algo que es difícil asumir a nivel emocional cuando buscamos ser correspondidos.

Lo más habitual es entrar en una dinámica de toma y daca, donde medimos cuánto damos y cuánto recibimos; y en base a estas matemáticas emocionales, modificamos nuestro nivel de generosidad. Pensar en estas matemáticas emocionales nos desgasta mentalmente, nos deprime en muchas ocasiones y no nos permite obtener los beneficios de la generosidad ejercida.

De este modo, es importante ser generosos y, además, no esperar nada a cambio para obtener una gran recompensa psicológica.

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