Hablemos de las terapias de tercera generación

Las terapias de tercera generación sanan desde el origen el síntoma que trae al paciente incluso aunque el origen sea una memoria preverbal a la que no hay acceso a nivel consciente

27 ABR 2016 · Lectura: min.
Hablemos de las terapias de tercera generación

En primer lugar un poco de historia. Las terapias de primera generación o conductistas se centraban en dos tipos de condicionamiento, condicionamiento clásico de Paulov y condicionamiento operante de Skinner para explicar el aprendizaje y el moldeamiento de la conducta.

Las terapias de segunda generación van un paso más allá y se centran en el pensamiento (parte cognitiva) y en lo que hacemos (la conducta), abordando los problemas y las dificultades actuales con el objetivo de mejorar la vida del paciente en el presente sin bucear mucho en las causas o en el origen del síntoma.

Las terapias de tercera generación por su parte se centran en la persona y su contexto, se convierten en un traje a medida porque la vivencia de un mismo episodio es única para cada persona, una misma vivencia puede ser integrada por una individuo y para otro convertirse en un trauma.

Que hace diferente a las terapias de tercera generación:

  • Todo comienza con la elaboración de una historia contextualizada del caso.
  • Se trabaja en dos niveles de conciencia - conciencia ordinaria - para hacer la historia y conciencia plena para hacer el trabajo.
  • Se va al origen del síntoma, a donde lo aprendió como parte fundamental del trabajo (como sucede en terapia EMDR)
  • Se tiene muy en cuenta la vivencia corporal de la experiencia, como le dificulta el día a día y como interfiere en su vida.
  • No se lucha contra el síntoma, se acepta y se observa, se le da voz y se interpreta.
  • La persona tiene la sensación de que puede liberarse de las etiquetas sobre el síntoma y lo que experimenta, sabiendo que vamos a buscar en su caja de herramientas las que le serán útiles para manejar la situación y aquellas de las que carezca las desarrollaremos juntos.
  • Con todo ello la persona consigue:
  • Incrementar los momentos de conciencia plena
  • Mejorar la auto-observación del cuerpo y guiándose por la organicidad del mismo comprender que le pasa.
  • Ensanchar su ventana de tolerancia.
  • Incrementar los recursos de afrontamiento.
  • Se siente más integrado.
  • Y lo más importante, más libre de fármacos (no queriendo decir que estos no sean de utilidad) siempre estarán ahí si son necesarios.
  • El objetivo es mejorar su vida – sin el síntoma o con él – porque cuando uno entiende y sabe manejar la situación es libre. Entre las terapias que integran esto se encuentra EMDR y la Terapia Sensoriomotriz, la primera trabaja con cerebro pleno y la segunda se centra en el Sistema Nervioso y se guía por la organicidad del cuerpo.

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Escrito por

Mercedes Zaragoza

Licenciada en Ciencias ecoómicas y empresariales, y psicología. Estudios en Coaching y máster en psicopatología y salud. Experta en terapia sensoriomotriz y en terapia EMDR en todas las edades y en parejas. En 2012 es nombrada directora general de la Unidad de Psicología en el Instituto Centta.

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Comentarios 1
  • Liz Lobato

    ¡Gracias! ¡Breve, conciso y enormemente esclarecedor!

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