Indefensión aprendida: ¿Por qué no afrontamos nuestros problemas?

¿Qué es la indefensión aprendida? ¿Por qué aprendemos a no afrontar nuestros problemas? Descubre en qué consiste la indefensión aprendida y cómo superarla a través de la psicología.

28 SEP 2021 · Lectura: min.
¿Qué es la indefensión aprendida?

Cuando experimentamos cosas malas, solemos creer que hemos hecho todo lo necesario para cambiar o para aturar esa situación. La indefensión aprendida sucede cuando las personas sienten que no tienen el control sobre aquello que les sucede de esta forma suelen rendirse y aceptar su destino. En estos casos en vez de luchar para obtener lo que quieren, los individuos pasan a tener un papel pasivo en sus vidas. Pero, ¿por qué sucede la indefensión aprendida?

¿Qué es la indefensión aprendida? Definición

Según la asociación estadounidense de psicología, la indefensión aprendida suele ocurrir cuando alguien se enfrenta repetidamente a ciertas situaciones estresantes o incontrolables pero no ejercer control cuando tiene las herramientas para hacerlo.

Se podría decir que las personas con esta conducta aprendida tienen la idea de que están indefensos ante esa situación y por ello no intentan cambiarlo, incluso cuando sí que es posible hacerlo.

La indefensión aprendida implica que una persona tiene una conferencia en la que has descubierto que no puede controlar los eventos de su alrededor lo que hace que empieza la motivación para intentar afrontar los retos que puede presentar su vida. Esto también afecta a que estos individuos suelen tener menos capacidad para tomar decisiones, e incluso puede aumentar el riesgo de sufrir de un trastorno depresivo. Según la teoría de la indefensión aprendida de Seligman existen tres elementos claves para identificar a una persona con estas ‘conductas aprendidas’:

  • Volverse pasivo ante un trauma 
  • Dificultad para aprender más respuestas que pueden ayudar a controlar el trauma 
  • Aumento de los niveles de estrés

La teoría de la indefensión aprendida de Seligman y Maier

Fue en 1967, cuando se expuso por primera vez la teoría de la indefensión aprendida de los psicólogos Seligman y Maier. Sus investigaciones se realizaron en perros y el experimento consistía en que los propios animales pudieran controlar o no una palanca para detener una serie de descargas eléctricas que recibían. De este modo los perros que no pudieron controlarlas es decir, mostraban claros signos de depresión y ansiedad.

Después de este estudio se sometió a los perros a otro experimento donde debían evitar las descargas saltando una barrera. Aquellos perros que no pudieron controlar las descargas del primer experimento ni siquiera intentaron evitarlas. 

A pesar de que moralmente hoy este estudio no seria posible, la realidad es que puso en conocimiento de la indefensión aprendida. Según estas investigaciones debido a nuestra experiencia previa podemos desarrollar la expectativa cognitiva de que nada de lo que haremos evitará o eliminará aquello negativo que queremos evitar en nuestras vidas.

La teoría de la indefensión aprendida de Seligman

La indefensión aprendida en adultos

La indefensión aprendida se asocia en muchas ocasiones con varios trastornos psicológicos. Entre ellos podemos encontrar la depresión, ansiedad, las fobias, la timidez y la soledad. Por ejemplo una persona que se siente tímida en situaciones sociales puede comenzar a sentir que no hay nada que puedo hacer para superar estas sensaciones. En estos casos el sentimiento de ver que esta timidez está fuera de su control puede llevar a una persona con conductas aprendidas de indefensión a dejar de intentar involucrarse en situaciones sociales.

La indefensión aprendida en niños

La indefensión aprendida en niños/as suele ocurrir cuando los padres no responden adecuadamente a la necesidades de ayuda de un niño o niña, en estos casos, los infantes pueden aprender que no pueden cambiar una situación. De hecho, si esto ocurre con regularidad, este estado de desamparo puede persistir hasta la edad adulta. Para detectar la indefensión aprendida en niños existen una serie de signos que suelen ser característicos. Entre los más destacados, los psicólogos destacan los siguientes: 

  • Baja autoestima
  • Baja motivación
  • bajas expectativas de éxito
  • Menos persistencia
  • No pedir ayuda a los demás
  • Sentirse incapaces

Los niños que sufren de esta conducta aprendida, pueden evitar estos sentimientos construyendo una resiliencia fuerte. 

Ejemplos de indefensión aprendida

Se realizó un estudio sobre la indefensión aprendida en humanos en 1974. En este experimento, los participantes humanos se dividieron en tres grupos: un grupo fue sometido a un ruido fuerte y desagradable, pero pudo terminar el ruido presionando un botón cuatro veces; el segundo grupo fue sometido al mismo ruido, pero el botón no funcionaba; y el tercer grupo no se sometió ningún ruido.

Al exponerlos de nuevo a otra situación similar y del mismo modo que ocurrió con el experimento de las descargas eléctricas en perros, aquellos que no tenían un control sobre el ruido ni siquiera intentaron apagar el ruido, mientras que el resto descubrieron cómo apagar el ruido muy rápidamente.

Según la investigación de Sligman, debemos tener en cuenta que estas conductas aprendidas o desesperanza aprendida tienen una conexión con la depresión

¿Cómo dejar esta conducta aprendida atrás?

¿Cómo desaprender la indefensión aprendida?

Las personas con una indefensión aprendida pueden superarlo. El tratamiento más común es la terapia, especialmente, Se suele tratar este tipo de conductas a través de la terapia cognitivo-conductual. Además de acudir junto a una especialista, los psicólogos también recomiendan lo siguiente.

  • Explorar el origen de la indefensión aprendida: Aprender de dónde surge esta conducta aprendida pueden ayudarnos a superar estos sentimientos de pasividad ante los hechos.
  • Identificar nuestros pensamientos negativos: Normalmente las personas con esta conducta de indefensión suelen tener ideas muy negativas en sus mentes. Por ello la clave es intentar racionalizar con estos tipos de pensamientos.
  • Cambiar los comportamientos que refuercen la indefensión aprendida: Otra de las claves para cambiar esta desesperanza aprendida es intentar reemplazar aquellos comportamientos que refuerzan este tipo de pensamientos hacia nosotros mismos.
  • Mejorar nuestra autoestima: estas conductas aprendidas suelen ir muy ligadas a una mala concepción de nosotros mismos. De este modo, Al mejorar nuestra autoestima podemos combatir esta clase de pensamiento.
  • Establecer pequeñas metas: Para volver a prender que no estamos en una situación de indefensión, establecer pequeñas metas puede ayudarnos a ver que somos capaces de superar estos obstáculos.

La indefensión aprendida puede conllevar muchos defectos en nuestro día día. De hecho, las personas con esta clase de actitudes suelen ponerse muchas barreras personales para conseguir aquello que tanto desean. Por este motivo, es importante trabajar en nuestra autoestima y seguridad personal.

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Escrito por

Guacimara Hernández Santana

Guacimara Hernández es licenciada en Psicología, tiene un doctorado y se ha formado en diversos lugares para traer siempre lo mejor a sus pacientes. Especializada en diversos campos como es el forense, sexología, adolescentes o infantil, se caracteriza por ser una persona capaz de dedicarle a sus pacientes el tiempo necesario con las mejores herramientas.

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Bibliografía

  • Cherry, K (2021). What Is Learned Helplessness and Why Does it Happen? Very Well Mind. https://www.verywellmind.com/what-is-learned-helplessness-2795326
  • Legg, T (2019). What is learned helplessness? Medical News Today. https://www.medicalnewstoday.com/articles/325355
  • Ackerman, C (2021). Learned Helplessness: Seligman’s Theory of Depression (+ Cure). Positive Psychology. https://positivepsychology.com/learned-helplessness-seligman-theory-depression-cure/   

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