Indicadores cuando el amor se acaba

"Asumir un compromiso de pareja, no necesariamente, significa durar para siempre".

Es importante saber que en una relación de pareja nunca hay garantías de "duración eterna". Por ello, hoy hablaremos de lo que suele suceder cuando el amor se acaba o desaparece. No es fácil llegar a la conclusión de que el amor se ha terminado. No es fácil aceptar esta realidad con valentía. Sin embargo, cuando estás a solas contigo mismo, en la intimidad de tus pensamientos, eres consciente de la realidad. Especialmente, porque esta certeza perdura en el tiempo. 

Claves para saber cuándo el amor en una pareja ha terminado

1. La pareja va perdiendo interés por el otro

La persona se esfuerza por querer al otro, pero cada vez le es más imposible hacerlo. Suelen tener frases como "Hago el esfuerzo por quererle, pero ya no siento lo mismo". O cuando la pareja siente que le quiere como un hermano, como un familiar, pero no hay otros pilares para que funcione como relación de pareja. Esto sería un mal indicador. Las relaciones que no funcionan, pero intentan mantenerse con un sobreesfuerzo en el tiempo, son relaciones que van a perjudicar la salud física y emocional de la persona.

Los terapeutas somos testigos de como muchos pacientes en consulta nos comentan situaciones en las que se deprimen por tener que llegar a sus casas, o nos confiesan que cuando suben a sus coches luego de salir de sus trabajos conducen a velocidades mínimas para llegar lo más tarde posible. Y cuando llegan solo quieren ducharse, irse a dormir, levantarse temprano e irse a la calle. Entonces, son muchos los motivos para que una relación de pareja pase por estas crisis, y haya dejado de sentir ese amor que anteriormente sentía por la pareja.

Aquí incluimos la libido, esa carga afectiva y pasional. Se dice que toda persona necesita volcar esta carga de vida sobre objetos. Entonces, en este caso el "objeto" esa persona, ya no sirve para volcar la libido ni para volcar el afecto por algún motivo. Le has quitado esa exclusividad. Y ahora, lo quieres volcar en otras personas como los amigos, la familia de origen, en los hijos u objetos como el trabajo, el estudio, etc.

La persona se centra más en sus actividades que en la pareja, Ya no le interesa ni siquiera si chatea con otros o otras, ya siente que hablar con él o con ella no merece la pena, le aburre. Está pensado más bien cuando va a iniciar sus actividades cortando la conversación con el otro.

2. No se tolera la presencia del otro

Este es otro mal indicador, y se trata de que todo lo que hace la pareja ya desagrada. Así, por ejemplo, cosas que antes no significaban algo, ahora empiezan a serlo como el olor. Sientes que tiene un olor que no te gusta mucho, te molesta su aliento, te molesta cómo come, si hace sonidos, te molesta la risa, te fijas en el desorden, etc., buscando algún pretexto para reclamarle porque no puedes aguantar o tolerar esa frustración que te genera.

El enojo que comienzas a sentir contigo mismo, ahora ya lo proyectas sobre la pareja. Por ejemplo, sueles decir "por favor, ve directo al grano", quieres que te resuma lo que dice. Te molesta si tu pareja te pregunta dos o tres veces, y se lo dices "no me preguntes tanto, ya te lo dije una vez, y punto". ¡Desaires como estos! Aquí hay un distanciamiento físico como, por ejemplo, se puede observar que ya no les agrada ir tomados de las manos. Tampoco asumir responsabilidades de compra de propiedades con esa persona que ya no quieres, porque no te imaginas un futuro con ella. Y sin embrago, expresas un "te quiero" por compromiso. Cuando no quieres a tu pareja, pero te da miedo vivir contigo.

3. Nunca hay tiempo para la relación, no esta disponible

¡Tu pareja ya no es tu prioridad! Ya no tienes tiempo para ella o él, ni la relación. Por ejemplo, podemos ver muchas veces relaciones de pareja en las que es más importante el trabajo, y resulta que la agenda es muy ajustada, por lo tanto, no hay tiempo para la pareja. Incluso, ésta puede llamarle para pedirle un medicamento y el otro negarse a buscarlo porque siente que tiene otras cosas por hacer, o en una conversación con los amigos ya ni menciona a la pareja. O cuando llega a casa, se va a dormir o a escuchar música porque le incómoda tener que conversar con la pareja, y prefieres su espacio. ¡Aquí el amor ya se está acabando!

Cuando pasan estas situaciones dentro de la pareja, antes de buscar otras personas y llevar acabo una infidelidad, lo más acertado es procurar aclarar las cosas con la pareja, intentando agotar todos los mecanismos posibles, pero si aún así, la relación no tenga reparo, lo mejor es optar con total valentía y madurez, la separación en buenos términos.

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