¿La actitud positiva cura el cáncer?

Últimamente se habla mucho sobre el optimismo y la actitud positiva en general. Desde hace unos años hay múltiples libros de autoayuda que se centran en mantener una actitud positiva para enfrentarse a las adversidades de la vida. Pero, ¿en el caso del cáncer qué ocurre? Con motivo del día mundial contra el cáncer, que se celebra el 4 de febrero, voy a hablaros sobre este tema.

Normalmente cuando se recibe la noticia hay un primer momento de shock en el que la persona no puede pensar y se muestra incrédula ante lo ocurrido. Poco tiempo después la persona se va ubicando y se va haciendo a la idea de la nueva realidad. Lo más normal es que aparezcan miedos, especialmente a la muerte, a sufrir y/o a que los seres queridos lo pasen mal en el proceso. También pueden aparecer sentimientos de culpa o bien por no haber llevado una vida más saludable, tener hábitos nocivos para la salud o simplemente sentirse culpable por provocar dolor a los familiares y amigos.

No obstante, hay quien se queda en ese bucle de miedos y ocupaciones y mantiene una actitud más pesimista de la realidad, y por otro lado hay quien mantiene la esperanza y el optimismo para salir de ello.

Es cierto que es difícil asegurar o saber a ciencia cierta si una actitud positiva cura el cáncer, puesto que hay múltiples casos y cada uno de ellos tiene su complejidad y sus particularidades. Por tanto, generalizar o meter dentro del mismo saco a diferentes personas con diferentes diagnósticos, en diferentes estadios de la enfermedad es un poco arriesgado.

Sin embargo, cada vez hay más estudios científicos que se centran en este punto ya que está demostrado que el cerebro y el organismo están interrelacionados y que el poder de la mente es un factor muy importante para superar diferentes enfermedades. En psicología está más que estudiado que una actitud optimista ante cualquier diagnóstico psicológico ayuda y es índice de buen pronóstico. Entonces, ¿Por qué iba a ser diferente con las enfermedades orgánicas si el cuerpo y el cerebro están conectados?

Si somos positivos, hacemos más caso de los médicos

Se sabe, y se ha estudiado científicamente, que quien tiene una actitud positiva luchará más que quien siente la derrota antes de tiempo. Por tanto, el optimista hará más caso a los consejos médicos y se enfrentará más, mientras que el pesimista optará por una actitud pasiva que le llevará a una muerte prematura. Y diréis, eso no es mérito de la actitud sino de que hace caso al médico y sigue sus consejos. Y tenéis razón, pero últimamente se están haciendo estudios para determinar que el índice de sobrevida no solamente depende del caso que se le haga al médico.

Recientemente se ha realizado un estudio en centros hospitalarios de las universidades de McGill, Montreal, Canadá y Clermont-Ferrand con el objetivo de investigar el papel del optimismo como predictor de sobrevida de un año en una población de pacientes con cáncer, es decir, saber si los pacientes más pesimistas tendrían más probabilidades de seguir vivos un año después de su diagnóstico o no. Se seleccionó una muestra de 101 pacientes con cáncer de cuello y cabeza, con una media de edad de 58,3 años, hombres, sin otras patologías asociadas y con un diagnóstico en estado tardío que recibieron el tratamiento habitual. Previo a este estudio se han realizado múltiples estudios científicos en Holanda barajando esta misma hipótesis en pacientes con el mismo tipo de tumor y los resultados han demostrado que las personas más optimistas, más auto-eficaces y con más ganas de luchar tienen un mayor índice de sobrevida que los pacientes más pesimistas.

En concreto, en el estudio que más arriba describo, se constató que las personas más optimistas, los que tienen más apoyos familiares y emocionales, más relaciones sociales y más estabilidad emocional sobrevivieron durante más tiempo y con mejor calidad de vida que los pesimistas, los que estaban solos y los más inestables o resistentes a la aceptación de la enfermedad.

Por tanto, se puede deducir que la actitud positiva aumenta la calidad de vida y alarga la vida. Aún no está demostrado que la actitud positiva cure el cáncer pero al menos esta manera de funcionar hace que el tiempo de vida sea mejor, con mayor calidad y por más tiempo.

No obstante, hay que recordar que la actitud no lo es todo, también influye, y mucho, el estadio en el que se encuentra la persona en el momento del diagnóstico, el tipo de tumor que sea y diversos factores orgánicos que pueden afectar como las enfermedades previas del paciente.

Confundir realismo con pesimismo

Para finalizar me gustaría comentar algo. Estamos acostumbrados a vivir en el pesimismo. Mucha gente que viene a terapia me dice que prefiere estar en una posición pesimista porque así se va haciendo a la idea y el batacazo no es tan grande. Cuando me hacen esta aclaración les comento: lo que consigues con eso es estar más tiempo mal. Si hicieras un gráfico, es más largo el tiempo que estás con el malestar (que además es hipotético, no es una certeza que la resolución vaya a ser negativa) que cuando llega la resolución. Sin embargo, si tu actitud es positiva y luego te llevas una decepción, el golpe será duro, pero el tiempo que hayas estado hasta esa resolución habrá sido más agradable y psicológicamente mejor. Además de que puede darse el caso de que el problema se resuelva y por tanto la resolución sea positiva. Si el resultado es positivo, habrás vivido feliz todo ese tiempo, mientras que si has sido pesimista, ese pesimismo no habrá servido para nada.

Reflexionad un poco sobre vuestra actitud, ya que puede alargaros la vida además de mejorar la calidad de la misma.

Encarni Muñoz Silva

Psicóloga sanitaria 16918

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