La incapacidad de poder tener relaciones sexuales a pesar de desearlo

En sexología los problemas se repiten con mucha frecuencia. Problemas de erección, de eyaculación, de anorgasmia o de vaginismo.

9 ENE 2020 · Lectura: min.
La incapacidad de poder tener relaciones sexuales a pesar de desearlo

Una cosa es no poder y no querer y otra muy distinta es cuando pese a querer tener sexo esto se vuelve una tortura para la persona. Aquí no hablamos pues de los problemas anteriores, sino de uno distinto, en que la persona presenta deseo sexual, incluso en apariencia podría tenerlo sin problema, pero en cambio a la hora de ponerse a ello se bloquea, como si no le interesara el tema, como si algo le impidiera disfrutar del acto.

Tengo presente el deseo de mantener relaciones sexuales, pero cuando tengo contacto físico con un hombre me siento incomoda y no logro estimularme. La excitación aparece ante la idea de tener sexo, pero desaparece cuando esta situación se presenta en la vida real, resultando en que haga todo para evitarla.

Relación cuerpo y mente

La mente no es algo separado del cuerpo, sino que es una extensión. En este sentido la parte sexual consta de una respuesta autónoma, que hace que por ejemplo un hombre se excite viendo unos pechos de mujer, o una mujer al sentirse atraída por un hombre sexualmente sienta la sensación de que se excita también. Una actividad mental que redunda en una reacción física, podríamos decir que positiva.

En ocasiones, esa unión entre la mente y el cuerpo no funciona de forma correcta. Puede ser por el miedo a no estar al nivel, por problemas de pareja que no se han solucionado, por estrés sobrevenido del trabajo, o por cualquier incomodidad. Lo importante entonces es que tenemos que buscar una solución a esa situación o de lo contrario puede que empeore o incluso que se cronifique.

Disfunción sexual

Estamos acostumbrados a relacionar la disfunción sexual con la impotencia masculina, pero lo cierto es que la disfunción sexual también existe en las mujeres. Este trastorno, suele ocurrir cuando en nuestra vida ocurre un cambio importante que afecta a nuestro comportamiento sexual.  No es ninguna tontería, tener ganas de realizar el coito pero no poder hacerlo afecta a nuestra calidad de vida y suele provenir de:

  • El deseo sexual.
  • La excitación.
  • El orgasmo.
  • El dolor asociado al coito.

Quizá la falta de deseo sexual sea el principal problema que solemos encontrar o hemos escuchado hablar, pero en el caso de que sí haya deseo pero incapacidad por realizar el acto es entonces cuando debemos escucharnos a nosotras mismas y buscar algunas estrategias para ponerle solución.

No te fustigues. Muchas veces este tipo de problemas vienen relacionados con un trauma o incluso una situación dolorosa por la que estés viviendo. Nuestro cuerpo es sabio, y cuando nos contenemos e intentamos evitar algo que nos provoca tristeza, dolor o incluso estrés por afrontar la realidad, nos avisa de que algo no va bien a través de diversas formas. Una de ellas es a través de nuestro órgano sexual.

Estrategias:

  • Habla: Para empezar, poder decir lo que te está ocurriendo abiertamente –con tu pareja o con quien compartas relaciones- es importante, estarás haciendo frente a una situación que te preocupa y la otra persona lo tendrá en cuenta para no presionar cuando menos lo necesitas. Incluso puedes añadir algunos comentarios a la otra persona de cosas que sabes que te gustan para ver si a partir de ahí tu cuerpo te permite avanzar.
  • Estilo de vida saludable: La actividad física nos permite estar en forma, activar nuestro cuerpo y reducir el estrés y la ansiedad que podemos llevar encima.
  • Terapia: El sexo es importante en tu vida, no es algo que hayas elegido no hacer, es que no puedes. Busca ayuda, habla con un sexólogo e intenta gestionar lo que te está ocurriendo. Seguramente te dará cantidad de recomendaciones que quizá no habías tenido en cuenta y buscará la raíz de ese problema.
  • Estimúlate: Conocerte a ti misma es muy importante para saber qué te gusta y que no, puedes utilizar dispositivos y lubricantes para intensificar esa excitación.

Acepta lo que te está ocurriendo, tu cuerpo se mueve por los sentimientos y emociones, así como nuestra respuesta sexual. Debes volver a conectar con él.

Cuando hay problemas de índole sexual es el momento de hablar con un sexólogo, para que juntos podamos solucionar este tema.

 

PUBLICIDAD

Escrito por

Dr. Jaume Guinot

Su trabajo como psicólogo incluye también el trabajo de sexólogo y de hipnoterapeuta. Entre otros temas, se ha ido especializando en temas de adolescentes, parejas y adicciones. En los temas de sexología trabaja las dificultades o disfunciones sexuales. Dentro de la hipnosis actúa sobre la adicción al tabaco o adelgazar, pero también control de impulsos y ansiedad.

Ver perfil
Deja tu comentario

PUBLICIDAD

Comentarios 1
  • ANA BELEN MORALES LUJAN

    Mi problema es lo contrario, la verdad me preocupa bastante ya que nos compenetrados al 100X100. Llevo tomando paroxitina 20mg aproximadamente unos 12 años, ya que enviude y fue por suicidio y quemó la casa y es lo único que me va bien para la depresión y el estado de ánimo. Me bajé dosis a la mitad de pastillas, pero me quita totalmente el deseo sexual y las ganas de tener relaciones sexuales y la verdad que no viene muy bien para la relación con mi pareja. Deseo que usted me pueda ayudar. Espero su respuesta impaciente. Muchas gracias de antemano

PUBLICIDAD