La intervención domiciliaria: ventajas y retos

¿Qué es la intervención domiciliaria?

La intervención domiciliaria es una nueva especialidad que está surgiendo con mucha fuerza en España. Concretamente, en APEC hemos sido un equipo pionero y llevamos ya cuatro años utilizando esta nueva metodología, que aunque todavía no hay una formación específica para los profesionales, ni de la psicología ni de la logopedia, sobre intervención domiciliaria, si existe una aplicación profesional en este sentido cada vez más acusada.

De este modo, APEC surgió como una inquietud de dos profesionales (Natalia y Carla) influidas, sobre todo, por las corrientes que venían de Estados Unidos y de Londres y coincidiendo en el tiempo con los shows televisivos que son conocidos en España como Supernanny y Hermano Mayor.

¿Qué beneficios conlleva este tipo de intervención?

La intervención domiciliaria supone beneficios tanto para el profesional como para el paciente.

Para el psicólogo, intervenir directamente en el domicilio conlleva poseer una cantidad de información enorme y, además, mucho más objetiva de la que obtendría en consulta. Sobre todo en el tratamiento de la población infanto-juvenil, se pueden instaurar más fácilmente hábitos de comportamiento adecuados en el mismo entorno donde se deben de realizar, como por ejemplo, las conductas relacionadas con las pautas de estudio, de sueño y, en definitiva, las rutinas y comportamientos diarios y adaptativos que realizan en su propia casa.

Por otro lado, para la persona demandante y su familia, el acercamiento a la terapia resulta más cálido y cercano, al estar en un entorno conocido y elegido por ellos mismos. A su vez, supone un ahorro de tiempo y de energía ya que hoy en día, debido al ritmo de vida que llevan las personas, y en concreto los padres y las madres,  resulta muy difícil ajustarse a un horario determinado que no sea flexible y adaptado a sus necesidades.

Además, es una intervención muy ecológica puesto que se emplean en ella la cotidianeidad del niño o del adolescente: su habitación, sus materiales, sus juguetes, sus padres, entre otros factores.

El secreto está en trabajar con esta perspectiva más ecológica ya que, durante la intervención, el psicólogo presencia situaciones muy espontáneas como por ejemplo discusiones, formas de interrelación y comunicación familiar, disposición del entorno, dinámicas emocionales de la casa, etc.

Lo más importante es que el psicólogo consiga procesar toda esa cantidad de información que percibe y sea capaz de priorizar los objetivos para que el proceso de intervención se lleve a cabo con una buena praxis profesional y la terapia finalice con éxito. En muchas ocasiones, los profesionales de APEC nos basamos en la teoría del iceberg, es decir, la información que te transmite la familia o el paciente puede que sea solo “la punta del bloque del hielo”, sin embargo, a la par que vamos tratando estas dificultades van emergiendo otras que estaban “bajo el agua”.

Entonces, ¿esta metodología no se imparte en las facultades de psicología españolas?

No, en ninguna facultad de España. Nosotros, desde APEC, estamos intentando hacer un convenio con la Universidad Complutense de Madrid para impartir contenidos curriculares de intervención domiciliaria porque, actualmente, no hay ninguna asignatura, curso o similar que refleje este punto.

Además, creemos que es muy necesario incidir en este aspecto porque hay muchos psicólogos y logopedas que, por falta de recursos económicos para abrir una consulta, utiliza esta metodología para ejercer la profesión, sin estar previamente formados en este ámbito de actuación.

Dado que no hay estudios que se impartan sobre esta nueva metodología de trabajo en psicología, ¿hay un procedimiento establecido o unas pautas a seguir?

La intervención en el domicilio es personalizada. A diferencia de la intervención en consulta, donde puede haber más regímenes protocolarios, la domiciliaria en general y la metodología de APEC en particular, se caracteriza por ser integral, individualizada y ecológica.

Por ello adaptamos los procedimientos de la psicología tradicional, que están de sobra comprobados a nivel científico y práctico, al entorno domiciliario, de modo que en ningún caso se trata de una disciplina alternativa o nuevas técnicas inventadas, simplemente la intervención cobra un nuevo sentido que hay que ser capaz de entender y manejar por cambiar el escenario de actuación.

La mayoría de los casos que nos vienen al equipo demandando una intervención domiciliaria son,  por ejemplo, los problemas derivado del TDAH, diagnosticado o no. En este caso, esta nueva disciplina es muy beneficiosa porque se atienden los objetivos psicológicos y educativos del menor y, también, se les apoya y asesora a los padres y madres para que sean agentes de cambio en su recuperación y mejora.

De esta manera, es muy satisfactorio ver cómo se hace un tratamiento integral teniendo en cuenta, siempre, las necesidades del menor.

También en los casos de adolescentes con perfil inconformista, que incumple las normas y que, en muchos casos, han dejado la escuela, los psicólogos que ofrecemos este tipo de intervención domiciliaria, además de trabajar con el menor y sus progenitores, debemos coordinarnos muy estrechamente con el centro educativo y también con Servicios Sociales para facilitar la mejora de todas las áreas que puedan estar afectadas y que están dando lugar a comportamientos desadaptativos.

¿En qué casos es más efectiva una terapia psicológica en el domicilio del paciente?

En relación a la etapa adulta, la intervención a domicilio es muy beneficiosa en diversos casos de pacientes con ansiedad y depresión así como en fobias sociales y adicciones. Además tiene mucho éxito en patologías que cursan con enfermedades crónicas. No obstante, hemos comprobado durante estos años, que cualquier persona puede beneficiarse de dicha intervención siempre y cuando se ajuste a sus necesidades.

En el caso de los menores, me atrevería a decir que en todos los casos la intervención domiciliaria es beneficiosa, tanto para el menor, como para las personas que están a su alrededor.

¿A qué tipo de población va dirigida esta terapia?

APEC va dirigido fundamentalmente a aquellas personas que necesitan apoyo psicológico, psicopedagógico, estimulación cognitiva, orientación y/o asesoramiento, para mejorar o desarrollar un aspecto determinado que está influyendo de forma negativa en su vida diaria.

Concretamente atendemos a niños y niñas con algún problema psicológico relacionado con el comportamiento y el cumplimiento de normas. También tratamos a adolescentes y jóvenes con problemas de autoestima y autoconfianza, consumo de sustancias tóxicas, alteraciones del estado de ánimo, entre otros.

La terapia con adultos se centra en los problemas de pareja, alimentación, depresión, ansiedad y estrés, entre otras dificultades. Y, por último, trabajamos con mayores que presentan un deterioro cognitivo, demencias degenerativas o adquiridas, etc.

¿Es el propio paciente quien decide hacer una terapia a domicilio o son los psicólogos quienes estiman oportuno realizar este tipo te intervención?

Cada vez son más pacientes los que reclaman la intervención domiciliaria, sobre todo en la población infanto-juvenil.

En el caso de los adultos, el propio psicólogo recomienda a su paciente que pruebe este tipo de intervención. En el 98 por ciento de los casos es beneficiosa para los adultos siempre y cuando la situación domiciliaria acompañe, ya que ciertos pacientes prefieren separar su problema de su entorno, y otros no se sienten del todo cómodos al compartir piso con sus amigos o su pareja.

En cualquier caso, agradecen que la intervención sea en el domicilio porque es ahí donde está el problema y es una forma mucho más rápida de resolverlo.

¿El precio de la sesión varía si se trata de una intervención domiciliaria?

Las intervenciones domiciliarias son muy costosas pero APEC nació como un proyecto social. Ofrecemos bonos mensuales que tratan de reducir el precio por sesión al máximo. Las tarifas rondan los 25 euros por sesión, en tratamientos infanto-juveniles, y 35 euros en adultos.

Además, lo que se intenta con el sistema de bonos mensuales es dar una regularidad y continuidad al tratamiento. Con este sistema pretendemos que los pacientes puedan pagarse cuantas más sesiones mejor para conseguir los objetivos propuestos.

La psicología no es una píldora mágica que puedes tomar y que resuelve tus problemas de forma rápida, sino que se requiere un periodo de tiempo, un esfuerzo por parte del paciente y del profesional, y una continuidad, para que la terapia dé sus resultados.

Fotos: APEC

El equipo de APEC.

Equipo de profesionales del centro.

Las informaciones publicadas por MundoPsicologos no sustituyen en ningún caso la relación entre el paciente y su psicólogo. MundoPsicologos no hace la apología de ningún tratamiento específico, producto comercial o servicio.