La otra cara de la moneda: desear ser madre y no recibir apoyos

Quieres tener un hijo y todo te resulta favorable, pero tu pareja no es un apoyo o tu familia te dice que no te metas en ese terreno. ¿Qué hacer entonces?

13 DIC 2016 · Lectura: min.
La otra cara de la moneda: desear ser madre y no recibir apoyos

Hace unas semanas os hablaba sobre lo difícil que resulta para una mujer ser madre en los tiempos que corren. A raíz de este artículo, surgieron comentarios que han dado pie a la otra versión de la historia: Hoy os hablo sobre esas personas que desean tener un hijo, ya que su situación es favorable a ello pero no reciben apoyos.

Ya de por sí el reloj biológico es una presión que afecta a todas las mujeres. Ser madre tiene fecha de caducidad y partir de los 30 se activa la cuenta atrás como si de una bomba de relojería se tratase. Empieza una lucha para conseguir pareja estable, trabajo estable y ahorros. Según lo que os comenté en el artículo de hace unas semanas, es una decisión muy difícil de tomar, dado la inestabilidad económica, problemas a la hora de la conciliación y otros problemas que ya comentamos. Pero a veces sucede que el viento sopla a favor y hay una gran ilusión. No obstante, falta lo más importante: apoyo por parte de la familia o de la propia pareja. Y...¿Qué hacer entonces?

Tienes muchas ganas de tener un hijo, tu pareja no se niega a ello, pero eres tú la que tiene que encargarse de todo: no se involucra en saber cuáles son tus días más fértiles, eres tú quién compra los test de embarazo, te haces las pruebas sola, etc. En ese caso quizás sería adecuado plantearse hasta qué punto desea tu pareja tener ese hijo o hija. Quizás no se sienta preparado, le asusta o no quiere ser padre pero no se atreve a decirte lo contrario por la ilusión que tú tienes. No olvides que ser padres es algo en lo que ambas personas tienen que estar preparadas y desear; de lo contrario es muy probable que aparezcan reproches del estilo de: "yo no quería pero estabas tan pesada que accedí", "si por mí hubiera sido, habría esperado un par de años más", "¿no eras tú la que quería?, pues ahora encárgate tú". Esta decisión puede afectar a la calidad de la relación de pareja y algo que funcionaba a las mil maravillas se puede ver dañado por la presión ejercida consciente o inconscientemente.

En otras ocasiones puede ser que la pareja desee tanto como tú ser padre pero no se involucre por otros temas: demasiadas horas de trabajo, preocupaciones del día a día, vida social muy activa o problemas psicológicos. Sea cual sea la causa, es muy importante hablarlo, intentar entender su postura, explicarle lo que te sucede y que te gustaría recibir más apoyo por su parte. De esa manera se pueden buscar soluciones a los problemas y hacer de la maternidad un momento dulce.

Ahora bien, imagina que tu pareja y tú estáis en sintonía y tanto él como tú estáis igual de involucrados en la búsqueda del embarazo; pero tu familia, la familia de tu pareja o los amigos lo ven como una locura o un esfuerzo que no compensa. Lo apropiado aquí sería valorar primero lo que queréis tu pareja y tú sin dejaros influir por nadie más y lo segundo, pensar porqué los demás os aconsejan que no os metáis en la función de ser padres. Eso sí, si os consideráis personas responsables, capaces y con ganas, quizás es el momento de pensar en vosotros mismos y no en los demás.

A veces la gente que ya es padre o madre comenta lo sacrificado que es, los esfuerzos que supone, etc y hablan de la maternidad/paternidad como si fuera un suplicio. No obstante, la mayoría de personas consideran que es lo mejor que han hecho en la vida y se sienten tremendamente orgullosos pero a los demás les dicen que no lo hagan, que es muy duro. Si te afectan estos comentarios o te hacen dudar, piensa en lo que deseas y valora lo que vas a perder y lo que vas a ganar. Si el resultado es positivo, decide por ti junto con tu pareja y deja a un lado las opiniones de los demás. Intenta hablar de cómo te sientes con tu familia y del poco apoyo que recibes, quizás te expliquen que no era su intención, o quizás no y simplemente te aconsejan que no lo hagas. Piensa que no siempre se recibe el apoyo que uno espera en las decisiones que tomamos, pero tal vez es peor dejarse influir por los demás y no hacer lo que uno desea.

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Escrito por

Encarni Muñoz

Encarni Muñoz es psicóloga sanitaria, especializada en adultos y con más de 10 años de experiencia. Realiza terapias individuales y de pareja a partir de una corriente integradora. Su objetivo es dotar a la persona de recursos y ayudar a descubrir los que posee para mejorar su calidad de vida en el mínimo número de sesiones posible.

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Comentarios 1
  • Ana toro

    Yo con 40 años me deja novio embarazada. Empieza la crisis económica más grande el universo mi padre no me apoya ni ayuda. Me deja de hablar. Y me dice que me merezco que me dejen tirada embarazada. Y yo sigo con la niña y ahora tiene 5 años he perdido mi trabajo de ejecutiva, mi casa y mi salud. Estamos super pobres pero ella existe. Eso es lo mejor que un ser puede hacer en su vida. Dar vida

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