La vida después del confinamiento

Reflexión de lo vivido durante este confinamiento. Poner valor y provocar cambios es lo que nos toca a todos como individuos y como sociedad.

11 MAY 2020 · Última modificación: 27 OCT 2020 · Lectura: min.
¿Cómo nos afecta el confinamiento?

En estos momentos en lo que la norma común es la incertidumbre, es en la que las prioridades tanto individuales como sociales debe de dar sentido a lo que hemos hecho mal hasta el momento. Que nos sirva de aprendizaje para que con esa enseñanza no se vuelva a repetir en los años venideros.

¿Cuáles serán las consecuencias del confinamiento?

Está claro que tanto los recortes en los pilares de una sociedad, como el efecto destructor de la privatización de los servicios nos ha conducido a un país de dos velocidades. Donde una parte de la población vive subvencionada por errores en los sueldos dignos y otra parte de la población no se ve afectada.

Un ejemplo claro es la educación, pilar fundamental en el futuro de un país. Se observa las enormes diferencias entre la educación pública y la privada, donde no solo se prima la calidad de la misma, sino la importancia. Claro que un alumno de la privada tiene una serie de servicios que la publica carece, claro que durante el confinamiento la calidad del servicio no ha tenido tanta repercusión como en el sector público, donde no todo el mundo tiene acceso a los medios materiales, ni técnicos que requieren las familias para poder garantizar una calidad de futuro para sus hijos.

En el plano sanitario se observa como la inversión también se ha escorado al sector privado y donde esos déficit son más evidente antes situación como la vivida en el confinamiento, donde los profesionales han visto que, ese número de camas de menos y esas calidades en la protección del colectivo ya no estaba presente.

Es duro observar cómo se puede deslumbrar un país a dos velocidades, donde los políticos solo se alejan de la realidad social de quienes por derecho debe recibir una calidad de vida aceptable. Se escuchan millones y millones que se dicen como si fuera dinero de otros, cuando es dinero que genera cada una de las personas de este país, ellos solo deben gestionar, igual que cada uno de nosotros en nuestras casas para llegar a final de mes, y priorizar donde ponemos el gasto y donde la inversión.

La parte más dura de la pandemia 

Personalmente la parte más dura de este periodo de confinamiento, ha sido la trata como sociedad a las personas fallecidas. Se ha creado un aplauso a los profesionales de la sanidad, que orgullos de ellos estamos todos y que gracias a dios podemos decir que es el ejemplo claro de la verdadera democracia, donde nadie se ha quedado sin poder ser asistido por un profesional.

La peor parte del confinamiento

Pero porque no el minuto de silencio o de reflexión, por los que ha perdido dentro de toda esta pandemia, los muertos, un minuto de reflexión y de perdón, por lo mal que se han hecho las cosas con nuestras mayores, que representan la mayoría de los casos de defunción. Esos centros de mayores, que no cumplieron con su labor de protección y cuidado, y me da igual el color político de la comunidad de turno, son nuestros mayores, aquellos que levantaron un país con lucha y dificultad, en el peor de los momentos, han sido tratado con este fin en sus vidas.

Y qué decir de los familiares, amigos de quien han muerto. Que les queda solo el consuelo de nada, porque estas historias les dejan el mayor dolor, de no poder darles dignidad a su adiós. Esas familias que son las verdaderas víctimas de esta pandemia, que han perdido a un ser importante en sus vidas y que para el resto están quedando como simples daños colaterales. Me niego a olvidarles y me niego a aceptar que las familias no tengan el respeto que se merecen por parte de todos, y en el especial de la clase política. Donde deberían de pedir perdón por la forma en la que hemos llegado a este dolor, perdón porque solo con un sentido pésame no se sana la herida del dolor. Se debe prometer que la historia nunca más se vuelva a repetir.

Comenzar a respetar y darles calidad de vida a nuestros mayores ha de ser el verdadero y uno legado de esta pandemia. El aprender que lo que sucedió no se repita, y donde el valor de los mayores sea respetado en todo momento por la sociedad. Debemos reflexionar si todo es negocio y todo es dinero, y el concepto de familia recupera su posición de prioridad.

Comencemos a evitar un mundo de dos velocidades, donde muchos se pueden quedar atrás, y donde los mayores y los niños deben ser respetados, los primeros por lo que han aportado a este mundo y los segundos porque son los herederos del mismo. Aprendamos la lección entre todos y pongamos orden a lo vivido.

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Escrito por

Juvenal Ornelas

La carrera profesional de Juvenal es diversa. Ha ejercido en el área laboral durante 12 años en Canarias. También ha trabajado en el ámbito clínico durante 3 años en clínicas privadas. A nivel educativo, lleva más de 5 años y, en la actualidad, compagina la actividad con su consulta propia. Entiende y comprende que la psicología es más que una sola área de actuación.

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Bibliografía

  • Picaza, M (2020). Psychological Symptoms During the Two Stages of Lockdown in Response to the COVID-19 Outbreak: An Investigation in a Sample of Citizens in Northern Spain. Frontiers in psychology. https://doi.org/10.3389/fpsyg.2020.01491
  • Jarrett, C (2020). How lockdown may have changed your personality. BBC. https://www.bbc.com/future/article/20200728-how-lockdown-may-have-changed-your-personality

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