¿Qué es la labilidad emocional? 6 Señales de que está afectando a tu vida

La labilidad emocional es una serie de manifestaciones de cambios de humor repentinos y sin causa aparente. Es decir, en otras palabras, pasar de la risa al llanto y de la alegría al mal humor rápidamente y con la ausencia de motivos. Mucha gente piensa que tener cambios de humor significa tener trastorno bipolar. Se habla de él como si no fuera nada grave y se tacha o etiqueta a la gente sin pensarlo dos veces. Pues bien, hoy me gustaría explicar y diferenciar ambos conceptos, la labilidad emocional y el trastorno bipolar, así como concienciar de lo que hacemos cuando decimos: "este/a es bipolar" cuando en su lugar en la mayoría de las ocasiones deberíamos decir “está lábil”. 

¿Qué es la labilidad emocional?

La labilidad emocional y su significado apuntan a serie de altibajos emocionales que pueden durar horas, días o semanas. De esta forma puedes padecer de una labilidad emocional en diferentes etapas de la vida. 

“La labilidad emocional no se considera un trastorno per se, pero sí que es un síntoma emocional”.

De esta forma, la labilidad emocional y su definición señalan que estos síntomas pueden aparecer en personas que padecen trastornos del estado de ánimo como depresión, ansiedad generalizada, ciclotimia o trastorno bipolar, pero no necesariamente se tiene que asociar a un trastorno psicológico. 

Cualquier persona puede tener episodios de labilidad emocional también llamada labilidad afectiva, de hecho, todos presentamos en mayor o menor medida episodios de labilidad emocional a los que no damos importancia en algunas edades de la vida, pero se puede llegar a considerar un problema cuando esos cambios son muy abruptos o chocantes. En el caso de la labilidad emocional, la alegría y la tristeza o el enfado van y vienen constantemente de forma súbita y descontrolada tras pequeños desencadenantes a los que otra persona no daría tanta importancia.

Causas de la labilidad emocional

La labilidad emocional puede tener origen neurológico, de hecho, hay estudios que identifican este síntoma con un mal funcionamiento del sistema límbico y se suele manifestar en personas que padecen epilepsia o en aquellos que sufren autismo. Las manifestaciones más habituales de la labilidad emocional son las crisis de angustia, los ataques de ira o el llanto descontrolado tras un comentario o suceso que activa la emoción cuando previamente la persona estaba tranquila y/o contenta. No obstante, es normal que este síntoma aparezca en momentos complicados de nuestra existencia que nos afecten emocionalmente: una pérdida, una ruptura, una crisis existencial o en alguna de las etapas del ciclo vital. 

Síntomas de la labilidad emocional

Existen una serie de señales que pueden indicar de que estás sufriendo de la labilidad emocional y su significado. Según los psicólogos esto se puede detectar a través de las siguientes señales. 

1. Estallidos emocionales: A veces puedes llegar a sufrir reacciones emocionales breves que pueden durar algunos minutos y luego desaparecen. Esto puede ser una señal de que estás en un episodio de labilidad afectiva. 
2. Arrebatos emocionales mixtos: Cuando una persona tiene ciertos arrebatos emocionales que pasan por diferentes emociones, esto también puede significar que estás en una de las etapas vitales protagonizadas por la labilidad emocional. 
3. Falta de síntomas emocionales: Las personas con labilidad afectiva suelen no mostrar emociones durante una etapa u otra de esta patología. 
4. Reír o llorar en situaciones que no son graciosas o tristes: En algunas ocasiones las personas con labilidad emocional pueden llegar a reír o llorar en situaciones en las que no está bien visto hacerlo. 
5. Respuestas emocionales exageradas: En ocasiones las personas que están en etapas vitales como la adolescencia pueden tener ciertas respuestas emocionales exageradas en situaciones en las que no son de tal importancia. Cuando esto pasa en otra de las etapas de la vida es una clara señal de que se sufre de labilidad afectiva. 
6. Comportamiento diferente al habitual: Otro de los rasgos que pueden indicar labilidad emocional es que la persona acabe comportándose de una manera muy diferente a lo habitual. 

Si crees que tienes muchas de estas señales, es probable que estés sufriendo de labilidad emocional. En estos casos, si para ti supone un problema que te frena, es vital acudir a la consulta de un psicólogo profesional.

Diferencias entre labilidad emocional y trastorno bipolar

Como ya hemos dicho, en muchas ocasiones se confunde la labilidad afectiva o emocional con el trastorno bipolar. A pesar de ello, existen una serie de diferencias que pueden ayudarnos a ver que realmente no se trata de lo mismo. 

• No es un trastorno psicológico: El trastorno bipolar se considera un trastorno psicológico mientras que la labilidad emocional es un síntoma.
• Puede ser un síntoma de otra enfermedad: La labilidad se puede dar tanto en personas con trastornos psicológicos como en personas sanas mientras que el trastorno bipolar presenta labilidad emocional como síntoma de la enfermedad.
• Son de poca gravedad: La labilidad afectiva es una serie de cambios de humor repentinos que representan poca gravedad o consecuencias leves mientras que en el trastorno bipolar los cambios son muy desproporcionados y con consecuencias graves para la persona y la familia de quien lo padece.
• No existen conductas de riesgo: En la labilidad no es un sinónimo de tomar conductas de riesgo, mientras que en el trastorno bipolar sí.

La labilidad puede deberse a momentos puntuales de la persona, cambios de ciclo hormonal o sucesos externos mientras que el trastorno bipolar es un problema con curso crónico. A pesar de que son dos patologías diferentes, si crees que estás pasando por etapas vitales junto a la labilidad emocional y esto te frena a evolucionar, es importante consultarlo con un psicólogo profesional. 

Labilidad emocional en niños y adolescentes

En el caso de los más pequeños es muy común que en ocasiones se sientan desbordados por las emociones y no sepan cómo gestionarlas. No obstante, la labilidad emocional en niños también puede mostrarse si tiene cambios de humor radicales repentinos y aleatorios o si estos son muy seguidos. En ese caso, habrá que estar atento para ver qué le ocurre por si hay algo detrás aunque estas situaciones son de lo más normales cuando están desarrollando su propia personalidad. En el caso de la labilidad en adolescentes, esta va asociada esta etapa de la vida, ya que ellos acostumbran a vivir todo con especial intensidad fruto de su necesidad de experimentación.

A pesar de que es más común sufrir de labilidad emocional durante las primeras etapas del ciclo vital, la realidad es que esta también puede pasar en otros instantes de nuestra vida. En muchos casos esta labilidad afectiva estará ligada a momentos o experiencias que consideramos duras para nosotros. La clave para superarlas será trabajar en nuestro interior.

Inestabilidad emocional: Tratamiento

La labilidad emocional se debe tratar junto a un psicólogo profesional. A pesar de ello, existen una serie de actitudes que podemos tomar para poder aliviar los síntomas si sufrimos de estas patologías durante una de las etapas del ciclo vital. 

• Analiza cuando pasa: Quizá la labilidad emocional se dé en algunas situaciones que se pueden identificar. En estos casos es vital saber el por qué pasa y cómo podemos afrontarlo. Para ello, identifica el momento en el que ha pasado y analiza qué es lo que la pudo desencadenar. 
• Usa la relajación: Cuando veas que estás a punto de sufrir un episodio puedes intentar frenarlo a través de la respiración profunda. Además practicar técnicas de relajación o meditación también será de utilidad para identificar los episodios. 
• Racionaliza las emociones: En el momento que veas que estás a punto de estar preso/a de las emociones de la labilidad afectiva, un buen ejercicio será intentar racionalizar lo que sientes y cuestionarte si realmente es para ti sentir o pensar en ello. 

Estas son algunas de las formas en las que puedes frenar los efectos de la labilidad emocional en alguna de las etapas vitales de tu vida. En muchos casos, para conseguir salir de este estado es vital replantearse algunos aspectos de nuestro día a día. 

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