Las consecuencias de descuidar
Cuando descuidamos nuestra higiene o nuestra alimentación, significa que no le prestamos la atención o cuidados adecuados. ¿Qué ocurre cuando nos descuidamos o descuidamos otra persona?
Descuidar significa: "No aplicar los cuidados, el interés o la atención adecuada a una cosa, persona o hecho." Cuando nos referimos a la higiene dental, por ejemplo, vemos claro las consecuencias de no cuidar nuestros dientes: proliferan las bacterias, que atacan nuestra placa dental y derivan en caries. De la misma manera, descuidar cualquier otro aspecto implica su deterioro progresivo. Ya sea descuidar nuestro interior o nuestro exterior, este acto implica un efecto de desgaste, en el cual pocas veces vuelve luego a ser el mismo.
¿Qué significa descuidarnos a nivel psicológico?
Ocurre cuando no atendemos a nuestras necesidades, sean cual sean. Aquí no entramos a hablar cuales deben ser, ya que se considera que dependen de cada persona. Alguien va a necesitar confiar en si mismo, otras personas necesitaran aprender a calmarse, otras necesitaran un espacio seguro donde expresarse libremente...
Sea cual sea tu necesidad, si no la atiendes en cuanto surge, aparecen síntomas psicológicos de alerta: ansiedad, depresión, alimentarios, psicóticos, adicciones,... Estos te indican que algo anda mal contigo o con tu entorno y merecen una atención especial. No es fácil saber cuales son esas necesidades ni mucho menos cómo dárnoslo. Lo que sí está claro es que si no te las das, la necesidad seguirá estando ahí.
¿Qué ocurre cuando descuidamos a alguien querido?
Ocurre exactamente lo mismo que en otros casos: la relación queda deteriorada y poco a poco se va perdiendo lo que un día hubo.
"Lo que se busca, se encuentra. Lo que se descuida, se pierde."
Igual que una planta, si no se riega en su justa medida, se acaba muriendo. Hay que tener en cuenta, también, que no todas las personas necesitan el mismo cuidado, de la misma manera que no todas las plantas requieren las mismas atenciones. Saber entender y dar aquello que necesita el otro, ¡es todo un arte!
¿Qué hacer para cuidar?
Para empezar, hay que tener la actitud de prestar atención, interés y procurar por el otro o por nosotros mismos. Empezar por escuchar y atender, sin entrar a enjuiciar ni pretender discutir si esa necesidad es legítima, siempre que entre dentro de unos límites éticos y dignos para los implicados. ¡Cuántas veces habremos leído eso de cuidar en los pequeños detalles! Y ciertamente, es así de sencillo y así de complicado. Sin pretender caer en perfeccionismos ni exigencias, darnos lo que necesitamos y dar aquello que el otro necesita es la clave para cuidar.
Las informaciones publicadas por MundoPsicologos no sustituyen en ningún caso la relación entre el paciente y su psicólogo. MundoPsicologos no hace la apología de ningún tratamiento específico, producto comercial o servicio.
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