¿Cómo afrontar una crisis de ansiedad?
¿Qué es una crisis de ansiedad? Las crisis de ansiedad o ataques de pánico son uno de los motivos de consulta más frecuentes. Descubre sus causas y cómo afrontarlas.
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Las crisis de ansiedad son uno de los motivos de consulta más frecuentes, aunque su incidencia no es la mayor de todos trastornos de ansiedad, sí es cierto que el malestar y las limitaciones que provocan, motivan que los que las sufren se decidan con mucha frecuencia a iniciar una terapia.
¿Qué es una crisis de ansiedad?
Los que las viven las describen como un momento sumamente desagradable, con síntomas de aparición súbita como: palpitaciones, taquicardia, sudor, temblores, sacudidas, ahogo, opresión en el pecho, mareo, sequedad de boca, sensación de que percibes las cosas o te percibes a ti mismo en forma extraña, de que te vas a desmayar, etc. Al tener estas sensaciones uno se asusta y aparece la sensación de que uno va a morir, o que está volviéndose loco.
En realidad, lo que sucede es que nuestro cuerpo ha disparado la respuesta de alarma, aunque nosotros no seamos conscientes de ello o no entendamos por qué. Si reaccionásemos con miedo, temblor o taquicardia, porque nos están atracando, consideraríamos nuestra respuesta de terror y esas sensaciones, como algo normal, solo nos preocuparíamos de sobrevivir en esa situación y una vez superada nuestro miedo pasaría.
Nuestro cuerpo y nuestra mente responden con miedo cuando estamos ante un peligro, si creemos estar ante una amenaza nuestro organismo va a disparar la reacción de ansiedad y con ella todos esos síntomas: aumento de tasa cardiaca, respiratoria, tensión muscular, dilatación pupilar, etc. En sí la ansiedad es una emoción más, el problema surge cuando se activa con demasiada facilidad, en modo de "falsa alarma". La respuesta de alerta se puede activar solo con que creamos estar ante un peligro, muchas veces nuestra interpretación de la situación es la que hace que surja la emoción sin que nos encontremos ante una situación de peligro real.
Síntomas de una crisis de ansiedad
La crisis de ansiedad tiene síntomas físicos y mentales. Aun así se presenta de forma muy diferente en cada una de las personas que la padecen. Cuando sufres más de cuatro de los siguientes síntomas, podemos decir que estamos ante una crisis de ansiedad.
1. Palpitaciones
Las palpitaciones son uno de los síntomas de crisis de ansiedad más recurrentes. Esta sensación se produce por la elevación de la frecuencia cardíaca que además puede evolucionar en una taquicardia.
2. Falta de aire
En una crisis de ansiedad, la falta de aire o la sensación de ahogo puede ser más que persistente. Cuando este síntoma es recurrente, es esencial pedir ayuda especializada.
3. Miedo o sensación de muerte
Las crisis de ansiedad tienen un rasgo muy común: la sensación muy paralizante del miedo. Además cuando esto sucede, es muy común que evolucione en una sensación de muerte.
4. Sudoración, escalofríos o temblores
El miedo padecido durante la ansiedad hace que el cuerpo reaccione a través de patologías físicas.
5. Mareo o náuseas
Cuando el miedo o la crisis de ansiedad se produce durante un largo rato, puede suceder que los síntomas físicos que se padecen acaben produciendo cierto mareo o náuseas.
¿Cuáles son las causas de una crisis ansiedad?
La ansiedad normal o la respuesta de lucha o huída, como también se la conoce, se encarga de la protección de nuestra vida. Los humanos pensamos que siempre actuamos porque hemos decidido actuar, pero si eso fuera cierto ¿por qué he saltado cuando ha pasado muy cerca de mí un autobús a gran velocidad? La respuesta está clara, he notado algo en mi interior que me ha provocado saltar: la ansiedad. ¡Primero he saltado y luego he pensado en el peligro! La ansiedad es ese instinto que nos permite reaccionar frente a peligros inminentes, de manera inmediata y sin tener que pensar.
¿Qué pasa cuando el cuerpo nota a un autobús pasando demasiado cerca? Se prepara para huir físicamente y para ello:
- Se segrega adrenalina y noradrenalina que provocan inquietud y nerviosismo, que permiten movimientos veloces.
- Aumenta la fuerza y la frecuencia de los latidos del corazón para aportar más energía.
- Se acelera la respiración para oxigenar bien el cuerpo durante el ejercicio físico de lucha o huída.
- La sangre se acumula en las piernas para permitir correr más rápido, retirándose de otras zonas del cuerpo.
¿Pero qué pasa cuando no hay ningún autobús y me siento igual? Desde que los humanos tenemos lenguaje y pensamiento podemos crear realidades en nuestra cabeza. Es decir, yo puedo anticipar que este mes voy a tener problemas para pagar la hipoteca y eso me resulta un peligro… y entonces nuestro cuerpo intenta defenderse de una forma inadecuada para esa situación: ¡huyendo o luchando! Pero claro, no tiene ningún sentido correr porque el banco no te va a perseguir y tampoco lo tiene el luchar contra un edificio. Nuestros pensamientos informan a nuestro cuerpo de que estamos en riesgo y el organismo reacciona como lo ha hecho durante toda la historia, pero claro nosotros no nos ponemos a luchar ni huimos (físicamente) del banco.
Es por esto que empezamos a notar las sensaciones de la ansiedad pero no entendemos el motivo. Además nuestro cuerpo nos pide que nos movamos, pero nosotros no lo hacemos y eso provoca las sensaciones de las crisis de ansiedad, el cuerpo está generando mucha energía para que la quememos huyendo o luchando y nosotros seguimos sentados… Por eso la inquietud y el nerviosismo se viven como sensaciones desagradables, te piden que reacciones, pero ¡tú no quieres moverte!
Notamos taquicardia y palpitaciones estando sentados o incluso tumbados. Y claro, pensamos que podríamos sufrir un infarto. La respiración se acelera y tenemos un exceso de oxígeno, nos emborrachamos de aire (hiperventilación), ya que no lo consumimos con la actividad física, esto puede provocar mareo, vértigos, ahogo y opresión en el pecho. Y podemos pensar que nos vamos a desmayar o incluso a asfixiarnos. La sangre se redistribuye por nuestro organismo y sin ningún motivo aparente empezamos a sentir hormigueo o entumecimiento.
¿Cuál es el tratamiento de una crisis de ansiedad?
Lo habitual es que la primera crisis de ansiedad aparezca porque de repente notamos una o varias sensaciones físicas nuevas, pero ante esos síntomas caemos en el error de hacer una interpretación alarmante "qué raro es esto…""esto no es normal". Una vez hemos sufrido una primera crisis esa experiencia tan desagradable se queda grabada y uno no quiere volver a vivirla jamás, además la falta de conocimiento de por qué ha sucedido genera más incertidumbre y más miedo a que se vuelva a repetir. Como prevención y sin querer, uno empieza a estar muy atento a sensaciones parecidas a las que originaron el pánico, por lo tanto vuelve a asustarse si aumenta su tasa cardíaca, o si se siente mareado, o si nota la respiración agitada, y como nuestro cuerpo sigue funcionando es fácil notar algún síntoma de ese tipo, por eso pueden aparecer nuevas crisis.
Si las crisis de ansiedad se repiten con cierta frecuencia el sufrimiento y temor que producen puede ser muy limitante ya que parece que está perdiendo el control y que la ansiedad va a estar siempre ahí. Uno se siente incapaz de controlar la situación que interfiere en su vida y la de los que le rodean. A veces la situación puede complicarse más, si la persona empieza a evitar situaciones por miedo a que parezcan los ataques de pánico, en estos casos podemos llegar a caer en una agorafobia.
Pero por muy desagradable que sea haber padecido crisis de ansiedad, la buena noticia es que no tiene por qué convertirse en un problema crónico, como muchos creen. Los tratamientos psicológicos han avanzado de forma importante y con resultados muy buenos.
Las terapias más eficaces consisten en romper ese círculo vicioso del pánico, en dotar a la persona de nuevas formas de afrontamiento más efectivas que las que ha estado utilizando hasta ahora, de ese modo se consigue disminuir el nivel de ansiedad, porque ya no se dispara la respuesta de alarma y que por lo tanto las crisis vayan desapareciendo. La clave no es eliminar la ansiedad sino aprender a perderle el miedo, como no se lo tenemos a otras emociones.
Las informaciones publicadas por MundoPsicologos no sustituyen en ningún caso la relación entre el paciente y su psicólogo. MundoPsicologos no hace la apología de ningún tratamiento específico, producto comercial o servicio.
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¿Y cómo se aprende a eso? Yo estoy embarazada y con psicóloga pero no puedo.