Lenguaje y género

Acabar definitivamente con la violencia de género significa crear políticas eficaces para ello y también usar un lenguaje no sexista que las represente de igual manera que sus compañeros.

27 NOV 2016 · Lectura: min.
Lenguaje y género

El lenguaje y sus diferencias entre individuos y entre grupos ha sido objeto de estudio de disciplinas como la Psicología Diferencial. Etnólogos, lingüistas y antropólogos se interesan por el estudio de la diferencia sexual en las lenguas.

En los orígenes del estudio de les diferencias de lenguaje entre sexos, las conclusiones eran totalmente discriminatorias contra las mujeres, ya que se aseguraba que su lenguaje era ilógico, conservador y poco innovador, entre otros calificativos despectivos. Ello era debido a que la mujer se consideraba un ser de categoría inferior a la de los hombres.

Podemos encontrar a lo largo de la historia del estudio del lenguaje, diferentes creencias que valoraban negativamente el lenguaje femenino, en todos los ámbitos de la vida cotidiana. Se creía que las mujeres no eran suficientemente inteligentes o locuaces como para tener alguna cosa interesante a expresar, hasta tal punto que la palabra bavardage (charlatanería) es juzgada como femenina en la mayor parte de Europa. Sirva como muestra una frase del escritor Oscar Wilde: "Las mujeres son un sexo decorativo. Ellas no tienen nunca algo que decir, pero lo dicen de forma encantadora".

Históricamente han existido palabras o expresiones tabú que las mujeres "no debían pronunciar" y que generalmente estaban relacionadas con aspectos de la sexualidad y la procreación (menstruación, parir, culo, etc.). En cambio se les otorgaba un lenguaje más cercano a la vida familiar y al cuidado de los niños, hecho que denotaba el rol social de la mujer como "ama de casa".

Las diferencias entre clases sociales de sexo-género, no quedaban exentas de polémica por lo que respecta al lenguaje: en las clases sociales obreras el lenguaje no estandarizado que se empleaba tenía unas connotaciones viriles que los hombres utilizaban a modo de solidaridad o camaradería entre ellos, relegando el lenguaje más correcto o propio de la clase media, al terreno de la feminidad.

Afortunadamente, con a liberación femenina y su incorporación al mundo laboral, la barrera lingüística diferenciadora entre sexos-géneros y los antiguos roles, hicieron un giro radical, al menos por lo que respecta al mundo occidental. Por ejemplo, hoy en día no se considera malsonante que las mujeres puedan utilizar el mismo vocabulario que utilizan los hombres. Además en materia de educación, se están poniendo los medios para que todas las niñas y los niños, las adolescentes y los adolescentes tengan las mismas oportunidades para prepararse, independientemente de cual sea su género. Otras cosa muy diferente es la situación existente en muchos países donde las mujeres todavía son consideradas un ser inferior y hecho que las priva del uso del lenguaje y de la educación correspondiente y, por tanto, de los medios necesarios para equipararse a sus compañeros masculinos en todos los aspectos de la vida.

Para mi propia satisfacción veo como, cada día más, no se nos hace extraño escuchar a una persona feminizando el lenguaje y utilizando frases como por ejemplo "todas debemos cambiar nuestra manera de hablar de unas y otras".

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Escrito por

Alicia Navarro

Alicia Navarro es licenciada en Psicología y colegiada en el Colegio Oficial de Psicología de Cataluña. Es experta en distintas áreas, siendo sus principales especialidades el tratamiento de ansiedad, estrés, depresión, duelo y problemas de pareja. Sus intervenciones se basan principalmente en la orientación sistémica y en la cognitivo-conductual.

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