Los famosos y temidos gatillazos, ¿por qué se producen y cómo se pueden evitar?

Le llamamos gatillazo a la famosa disfunción eréctil espontánea.

8 JUN 2020 · Lectura: min.
Los famosos y temidos gatillazos, ¿por qué se producen y cómo se  pueden evitar?

Las causas suelen ser variadas,  pero las más comunes son las hormonales y por el consumo de fármacos varios, aunque los que más influyen son los psicofármacos para tratar diversos tipos de trastornos como depresión, ansiedad, hormonales, vasculares o anatómicos. Esta disfunción se caracteriza por la imposibilidad de alcanzar el orgasmo o mantener una erección para experimentar una relación sexual placentera.

Más de dos millones y medio de hombres españoles sufren disfunción eréctil, es decir, el 19% de los hombres entre 27 y 67 años han vivido en carne propia en alguna o varias ocasiones una disfunción eréctil  con una erección flácida y/o con la imposibilidad de llegar al orgasmo.

Que pase un único episodio pues muchas veces no tiene o no deberíamos darle demasiada importancia, pero  algunas veces entramos de lleno en un proceso de rumiación que nos puede generar un inicio de  obsesión por algo que toda persona puede pasar en un momento dado de su vida.

Deberíamos empezar a preocuparnos en el momento en que el problema se repita, se incremente  o empiece a  afectar  a las relaciones  sexuales con nuestra  pareja. 

Parece ser que existe una relación directa de la disfunción eréctil con factores cardiovasculares de riesgo como la hipertensión, la diabetes, hipercolesterolemia o hipertrigliceridemia. Hoy sabemos que los pacientes con disfunción eréctil tienen un cierto riesgo para estas patologías, por lo tanto  es aconsejable intentar hacer una dieta  pobre en grasas  y  ingesta de verduras y frutas e intentar mantener el peso equilibrado.

También hay que tener en cuenta que al día de hoy existen  unas grandes herramientas terapéuticas y psicoterapéuticas para abordar de manera segura el éxito de este problema con seguridad.

¿Por qué al ponerse el preservativo suelen ocurrir gatillazos?

Perder la erección al ponerse el preservativo es  frecuente, puede ocurrir en algún momento a casi todos los hombres, por lo menos una vez en la vida de relaciones sexuales. Podríamos revisar por qué ocurrió  o no darle mayor importancia, al fin y al cabo no somos máquinas. Suele ocurrir en parejas poco estables por aquella cosa de quedar muy bien y inflar el ego y la exigencia muchas veces nos juega malas pasadas, es una manera de presionarnos. Algunas veces puede darse bajo los efectos del alcohol, tensión nerviosa, inseguridad o dudas, situaciones  que generan  ansiedad y preocupación por satisfacer a la persona que nos acompaña.

Un consejo sería practicar la colocación del preservativo tantas veces como sea necesario o dejar que sea la pareja quien te lo coloque de una manera muy natural y que este forme parte de el mismo juego erótico. También puede servir jugar con los genitales y  otras regiones, colocarlo en la boca como parte del juego, caricias, besos, las posibilidades son múltiples para no interrumpir  el marco erótico.

“El gatillazo es un gran miedo que siempre flota en el ambiente de  las relaciones sexuales”.

¿Por qué siempre se dice "es la primera vez que me pasa"?

Cuando dices “es la primera vez que me pasa” y la persona que está a tu lado te comenta que no te preocupes que no es tan grave para que te tranquilices y el tema pueda fluir… suele esconder muchas veces una mentirijilla para no asustar al partener. Padecer un gatillazo es más común de lo habitual, presenciarlo no es agradable,  pongamos la cara que pongamos aunque le digamos a la pareja que no pasa nada, que esté  tranquilo.

Una de las maneras de verificar  si se trata de un problema emocional o psicológico es que la persona se masturbe y,  si  tiene erección normal,  en un principio podemos descartar algún problema físico.

La causa psicológica más frecuente suelen ser los miedos a que no salga bien, a que te rechacen, a no ser suficiente para el otro, a que se repita el gatillazo de la semana pasada, pensamientos todos ellos verdaderamente incompatibles para tener una buena erección. Si la experiencia acaba con mal sabor  entonces se suele reforzar el círculo vicioso.

¿Cómo afrontarlo?

La mejor manera de afrontar una situación como ésta es desde la seguridad, la calma y la máxima relajación física y mental.

Está demostrado que el estrés es el peor aliado en las relaciones sexuales, también la relación con nuestro físico: barriga en exceso, michelines , estrías, marcas en la piel, operaciones, pechos caídos y un largo número de “faltas” que vemos en nosotros pueden bloquear perfectamente una buena respuesta sexual satisfactoria.

Utiliza tus mejores armas,  el sentido del humor. Con risas, el mayor de los desastres puede parecer una nimiedad. Así que échale valor y sobre todo, sonrisas. Utiliza la  imaginación, no eres un pene con patas , utiliza otras partes del cuerpo para generar  placer y terminar con entereza. La lengua, manos, dedos todo son una posible fuente erógena si te atreves a expresarte. Procura “comértela”  a besos  en vertical y horizontal, de arriba a abajo y de pies a cabeza o viceversa. Acaríciala como si no hubiera un mañana, piérdete por su hermoso cuerpo como  si de un  territorio  desconocido se tratara , prácticale el sexo oral como si de un manjar se tratara… ánimos y adelante.

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Escrito por

Joan Ramon Soto Cifuentes

Psicoterapeuta, psicoanalista e hipnoterapeuta clínico. Especializado en el campo de la mente, las emociones y el tratamiento de la ansiedad. Usa las herramientas psicológicas más vanguardistas con el objetivo de conseguir los resultados positivos esperados por sus pacientes.

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