Miedo al compromiso ¿qué es y que podemos hacer?

Igual que existen personas que necesitan estar en pareja de manera constante, mostrando miedo a la soledad, existen otros tipos de personas que presentan una situación contraria. Tienen miedo al compromiso o a la pérdida de su independencia lo que provoca que de forma consciente o inconsciente boicoteen sus propias relaciones

¿De donde surge el miedo?

Antiguas relaciones fallidas, miedo a que nos hagan daño, miedo a dejar de ser uno mismo o a depender de otras personas suelen situarse en la base de este miedo. Sin embargo, no hemos de olvidar que como la mayoría de dificultades sociales, las personas que presentan miedo al compromiso presentan cierto grado de inseguridad. En su día a día, han construido una imagen y un mundo de bienestar del cual disfrutan, se sienten cómodos y seguros.

El hecho de empezar una relación, implica siempre una serie de cambios en dicha situación que puede crear inestabilidad e incertidumbre. ¿Qué pasará?, ¿y si pierdo mi bienestar?, ¿dejaré de ser yo?, etc. Son pensamientos inconscientes que alimentan el miedo ya que nos centramos en aquellos que perdemos, en contra de todo aquello que nos podría aportar.

¿Qué suele ocurrir cuando aparece este miedo?

Para aquellas personas que no disponen de recursos suficientes o que no saben reconocer sus propias habilidades o capacidad, la respuesta más habitual es la evitación. Huyen de la situación o buscan formas de escapar de ella, para así volver a la situación inicial donde se sentían seguros y cómodos.

¿Qué características tienen las personas con miedo al compromiso?

Además de la inseguridad que hemos comentado inicialmente, las personas que presentan este miedo tienden a:

• Vivir asentados en su Zona de confort, por lo que les cuesta salirse de ella.
• Ser indecisos en sus temas personas, tardando mucho en tomar decisiones.
• Tener dificultades a la hora de reconocer y expresar sus propias emociones. Asimismo, evitan reflexionar sobre las emociones y pensamientos hacia las otras personas manteniendo cierta distancia emocional con los demás.
• Ser personas que necesitan controlar las situaciones y suelen ser bastante rígidas, teniendo muy claros aquellos aspectos que están bien y están mal (para ellas).

¿Cómo afrontar el miedo al compromiso?

Primero de todo, hemos de ser conscientes de las limitaciones emocionales que tenemos. Es necesario ver cuáles son nuestras verdaderas necesidades y asumir que para poder minimizar el miedo, hemos de arriesgarnos y afrontarlo. Por lo tanto, en un primer momento, es muy importante trabajar el autoconocimiento y el fortalecimiento de la autoestima. Somos quienes somos y nuestra imagen no dependerá de quien nos rodee, sino de cómo nos veamos nosotros mismos.

Algunos pasos que nos pueden ayudar en este proceso son:

• Introducir pequeños cambios de forma gradual en nuestra forma actuar. Al final estos cambios, permiten ir avanzando y minimizando el miedo manteniendo la sensación de control de la situación. Cada uno va eligiendo sus pasos y su propio ritmo, siguiendo el dicho de sin prisa pero sin pausa.
• Reconocer nuestros puntos fuertes así como nuestras debilidades. Conocerse cómo es uno mismo para poder realizar un reconocimiento real, encontrando el equilibrio entre ambas áreas que todos tenemos.
• Potenciar la expresión emocional, tanto en emociones positiva como negativa.Sin embargo, se ha de hacer un mayor hincapié en verbalizar las emociones negativas para poder relajarnos y liberar tensiones.
• Potenciar la asertividad y una comunicación sana con las demás personas. En este sentido es importante reconocer y expresar lo que se piensa y siente desde el yo, evitando herir a la otra persona. Sin reproches ni sentimientos de culpa, simplemente expresando cómo estás tú en cada momento.

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