Ocho consejos para superar la depresión postvacacional

Desde la consulta de psicólogos Dos Pasos Adelante, os presentamos ocho consejos para volver al trabajo con energía y evitando la tan conocida depresión postvacacional.

3 SEP 2013 · Lectura: min.
Dedica diez minutos al día para pensar cómo puedes mejorar aquello que te gusta de tu empleo. Foto de Dos Pasos Adelante.

Seguramente muchos hemos vivido en algún momento el síndrome del “domingo por la tarde", donde parece que el ansiado fin de semana, que de por sí es ya corto en relación con los días laborables, se acorta todavía más. Después del mediodía dominical empieza a hacerse palpable en nosotros esa incómoda sensación de angustia que nos recuerda que mañana es lunes. Y que empezamos una nueva semana de un trabajo que crea en nosotros diversas tensiones y situaciones desagradables.

Si todo esto lo multiplicamos a una elevadísima potencia, nos encontramos con el “gigantesco y terrorífico lunes" que no es otra cosa que el regreso del periodo vacacional que, tradicionalmente, suele coincidir en muchos casos con el primer día laborable de septiembre.

La vocación duele menos

Es obvio que, en la medida en que el trabajo es lo que realmente debería ser, algo vocacional, este síndrome se desvanece. Uno regresa a su puesto de trabajo con renovadas energías y con ganas de poder utilizarlo para su propio desarrollo personal.

Pero no nos confundamos con esta alusión a lo “vocacional", porque no es sólo algo con lo que se nace y que deba desarrollarse con aquello que en nuestra adolescencia hubiéramos imaginado, sino que es algo que podemos darle desarrollo de muy diferentes formas.

Por ejemplo, quizás en mi adolescencia nunca hubiera pensado que mi vocación fuera ser vendedor de electrodomésticos, pero a través del contacto con mis clientes y de la profesionalidad en mis gestiones comerciales, puedo desarrollar diversas facetas de mi personalidad que me permitan disfrutar cada vez más de lo que estoy haciendo. Y que esta profesión, además de ofrecerme un sustento económico (aspecto no carente de importancia), me ofrezca también otras aportaciones para conseguir una vida más plena y de calidad.

Con esto, desde la consulta psicológica Dos Pasos Adelante, quiero recalcar que el famoso vacío y depresión post-vacacional, se debería combatir primero a un nivel de prevención a través del aprendizaje de estrategias que me permitan disfrutar de lo que estoy haciendo en mi puesto de trabajo. Se trata de encontrar formas que me posibiliten conciliar mi devenir laboral con lo que es mi estilo personal de vida.

Para esto es esencial trabajar con tranquilidad, viendo los errores que podamos cometer y los sinsabores que podamos padecer como oportunidades para aprender conocimientos prácticos que ninguna universidad ni escuela profesional podría jamás proporcionarnos. Será este aprendizaje sobre nuestros errores y dificultades lo que a la postre nos lleve a convertir el puesto de trabajo en algo más nuestro y que dé más estabilidad, armonía y serenidad a nuestro estado de ánimo.

La inestabilidad emocional en el trabajo nos desgasta

La inestabilidad emocional nos lleva a vivir en estados extremos y desarmonizados, desde la euforia fatua del “viernes por la tarde", o todavía más del momento en que salimos de nuestro puesto de trabajo para iniciar un periodo vacacional; hasta la depresión del “domingo por la noche" o de lo que es su “hermano mayor" que no es otra cosa que las últimas horas de nuestras vacaciones, sabiendo que al día siguiente debemos incorporarnos a nuestro puesto de trabajo.

La inestabilidad desgasta y es como el “fuego de papel" que en un momento arde con fuerza haciéndonos sentir un engañoso bienestar. Y en poco tiempo se apaga sumiéndonos en la mayor de las depresiones. Por otro lado, la estabilidad emocional (con márgenes para las subidas y bajadas del estado de ánimo, que son normales en cualquier persona sana), da una mayor consistencia a nuestro “fuego personal" a través de un progresivo avance que se hace cada vez más sólido y que con el tiempo nos permite encontrarle un sentido a lo que estamos haciendo.

Conciliación entre lo profesional y lo personal

Si estos puntos aquí comentados los completamos con un estilo de vida donde prime la conciliación de nuestra vida profesional y personal, que nos permita dedicar el tiempo necesario a nuestro seres más cercanos, con todo ello no tendremos ningún tipo de dificultad para dejar atrás el tantas veces mencionado síndrome de la depresión post-vacacional.

Ocho consejos para la vuelta al trabajo

Ya para terminar, y con el objetivo de darle una mayor concreción y orientación práctica a lo que hasta el momento se ha mencionado, aquí van ocho puntos clave para una mejor vuelta al trabajo:

  1. Dedicar 20 minutos, una vez al mes, a reflexionar sobre un aspecto que me guste de mi trabajo y sobre otro que no me guste.
  2. Dedicar 10 minutos a la semana para ver cómo puedo conseguir que este aspecto que he seleccionado en el mes como algo agradable, pueda mejorarse y darle un pequeñísimo cambio que lo haga todavía más positivo.
  3. Dedicar 10 minutos a la semana para ver cómo puedo conseguir que este aspecto que he seleccionado en el mes como algo desagradable, sea menos negativo.
  4. Septiembre marca con frecuencia el inicio de un nuevo período de tiempo en nuestra vida, de forma más clara que enero. Por ello es normal que durante el verano hayan asaltado nuestra mente propósitos de cambio para esta nueva etapa. Sugeriría seleccionar un mínimo de uno, y un máximo de dos de estos propósitos y llevarlos a la práctica con una asiduidad algo menor de lo que en principio nos planteamos como posible, con el objeto de mantener una constancia. Así, por ejemplo, si pensábamos ir cinco horas a la semana al gimnasio, vayamos tres, ya que este recorte nos ayudará a tener continuidad y, sobre todo, a mantener más viva el hambre de la actividad que nos hemos propuesto.
  5. Busquemos para cada jornada laboral un mínimo de uno, y un máximo de tres objetivos. Pero no pretendamos hacerlo todo en un día, ya que esta indeterminación e inconcreción es un generador de angustias y estados depresivos. Vayamos batalla por batalla, y no pensando en toda la guerra.
  6. Cuidar que cada día, aunque sea en una forma mínima, estén presentes las tres formas principales de actividades de la persona humana. Es decir, que hagamos algo considerable a nivel físico, emocional e intelectual. De esta manera, si nuestro trabajo requiere de nosotros mucha actividad mental, será muy importante que realicemos en algún momento del día un mínimo de actividades que estimulen nuestra parte motriz y emocional. Este es uno de los mejores antídotos posibles para la depresión post-vacacional.
  7. Abracemos cada día a nuestros seres más queridos y expresémosles nuestro cariño hacia ellos, otra importantísima fórmula para inmunizarse.
  8. En el improbable caso de que estos puntos no le fueran suficientes o que quisiera profundizar en alguno de ellos le sugerimos que contacte con profesionales de la psicología laboral.
Ocho consejos para superar la depresión postvacacional

Pasa tiempo con tu familia y amigos cada día. Foto de Dos Pasos Adelante.

Ocho consejos para superar la depresión postvacacional

Márcate un máximo de tres objetivos por jornada laboral. Foto de Dos Pasos Adelante.

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