Cómo orientar a los hijos en una vocación para el futuro

Lamentablemente, no contamos con una cultura de la preparación. Es por eso que en este artículo explicaré cómo preparar a tus hijos para el éxito, brindándoles una orientación vocacional.

9 JUL 2019 · Última modificación: 22 OCT 2020 · Lectura: min.
Cómo encontrar la vocación de tus hijos

Hay quienes esperan que sus hijos sean sobresalientes, encuentren su vocación, amen el estudio, se vuelvan intelectuales y millonarios, sólo con sus buenas intenciones. Es por eso que en este artículo explicaré cómo preparar a tus hijos para el éxito, brindándoles una orientación vocacional desde pequeños.

Con frecuencia me preguntan: ¿A qué edad es apropiado fomentar el gusto por aprender y buscar la vocación de los hijos? ¡La respuesta es sencilla! ¡En cuánto sea posible! En cuanto desarrollen sus capacidades de comunicación, y que empiecen a mostrar interés por el mundo que los rodea, pues la mente de los niños está abierta para recibir lo que depositemos en ella, y cuando no la llenamos de cosas positivas dejamos la puerta abierta para que se llene de cosas negativas.

Es por eso que en este artículo aprenderás cómo prepararlos en cada etapa del desarrollo. ¡Desde que están pequeñitos hasta que ya son mayores!

Es importante comprender primero la situación laboral y económica actual del mundo. No es como en los años 80, donde tener unas buenas calificaciones y un título universitario te aseguraban un futuro brillante en términos profesionales y económicos. Antes no importaba cuan mediocre era un profesional, su poder adquisitivo era por mucho superior a la mayoría de quienes no estudiaban. Pero ya no es así, en algunos países como México, un chófer de taxi, que no necesita realmente mayor preparación académica puede llegar a ganar más que el promedio que gana la mayoría de egresados universitarios. Mientras que, en países como Estados Unidos, muchos jóvenes y sus familias cargan deudas universitarias inmensas sólo para que los chicos no siempre saquen provecho a su título. Lo mismo ocurre en España.

Claves para encontrar la vocación de tus hijos

Todo esto lo menciono para que tomen conciencia de lo importante que es encontrar la Vocación para los hijos, pues ser un profesional mediocre ya no asegura estabilidad económica, por lo tanto, es mejor guiar a los hijos a un futuro donde puedan explotar sus potenciales y gustos y por lo tanto tengan más posibilidades de sobresalir, independientemente de que sea un trabajo para el que se necesite ir a la universidad o no.

En las primeras dos etapas del desarrollo, o sea desde los 0 a los 3 años, y luego desde los 3 a los 6 años, nadie pone en duda que para estos pequeños es muy importante jugar, divertirse, y estar libres de preocupaciones. Sin embargo, cuando los acostumbramos únicamente a esto no podemos quejarnos después si ellos no quieren ayudar en la casa o se niegan a trabajar en la escuela, pues son los propios padres quienes los acostumbraron a una vida "únicamente" de diversión, y después le quieren cambiar la jugada. Para evitar esto, lo mejor es prepararlos desde pequeños a esforzarse, dándoles pequeñas tareas. Evidentemente, no les ayudarán mucho, a veces será más trabajo el que les generen, pero la gran virtud es que entre más pequeños se empiece a hacerlo, lo verán como un juego y cuando sean mayores y tengan que trabajar en el colegio o ayudar en casa, ya estarán acostumbrados y no les resultará nada raro.

Cómo encontrar la vocación de tus hijos

De hecho, son muchos los niños de 1 o 2 años que solitos intentan ayudar en casa o trabajar, o hacer cosas que no son simplemente juego; pero los padres se los impiden ya sea porque saben que no lo harán bien y prefieren hacerlo ellos mismos, o porque piensan… "es mi obligación como madre o padre, servirles", y luego pagan las consecuencias de inculcarles desde pequeños el no esforzarse por nada y esperar que los demás lo arreglen todo.

Hay quienes pueden quejarse de que a los niños mayores les resulta aburrido el estudio, pero ¿qué podemos esperar? Si están acostumbrados a lo fácil, a lo que no requiere esfuerzo mental. Curiosamente, cuando están en las primeras dos etapas que son las dos antes mencionadas, los niños sí que quieren aprender y preguntan todo el tiempo ¿y por qué esto? ¿Y para qué sirve aquello? Pero, ¿qué suelen decir algunos adultos? "Ya cállate hijo, hija, pareces un perico".

Estimulando su curiosidad desde pequeños/as

Las primeras dos etapas son ideales, no solo para responder a sus preguntas, sino para explicarles las maravillas del mundo al que acaban de llegar. Hablarles de animales, de las estrellas, de las plantas, del cuerpo humano, hacer juegos donde se les dice utilizar letras, leer mapas, etc., son cosas que a los niños les encantarán, los educarán y sobre todo les desarrollará un gusto por aprender. Esto sin contar que cuando vean estos temas en el colegio les resultarán un poco más fácil.

Esto es importante pues en gran parte el rechazo o el amor por el estudio depende de qué tan fácil o difícil sea para el niño aprender, por eso hay tantos niños que odian estudiar porque en casa no hay estimulación del aprendizaje disfrazados de juegos, y es por esto que ven el aprendizaje como algo negativo porque lo asocian a tareas aburridas y regañinas.

Encontrando la vocación

El objetivo de la tercera etapa del desarrollo que va de los 6 a los 12 años, en términos de orientación vocacional, es mostrarles el abanico de posibilidades y que experimenten actividades que les brinda el mundo. Fíjense, cuando se le pregunta a un niño "¿Qué quieres ser de mayor?", no pasan de respuestas básicas como médico, psicólogo, abogado, etc. Esto se debe a que en realidad conocen muy pocas profesiones y muy probablemente, su vocación esté en un trabajo que ni siquiera sepan que existe. Por eso es importante abrirle los ojos en esta etapa. Por ejemplo, conversándoles de diversas profesiones.

Encontrando la vocación de tus hijos

Muchas personas pueden pensar que llevar a los niños a diferentes cursos es una buena idea y de hecho, sí que lo es, pero no es ni la única ni la mejor, en parte porque se suele quedar en los mismos cursos de siempre: karate, baile, natación, etc., por lo que tampoco abre mucho la "perfección" de los hijos.

En cambio, se pueden hacer actividades en casa como hacer un plano o una maqueta como un arquitecto, se pueden identificar plantas como un biólogo, también se puede jugar a hacer un programa simple en el ordenador como un programador de software, etc. En fin, son actividades que sí que abren los ojos al niño y realmente no requieren tantos esfuerzos ni dinero ni tiempo. Además, sugiero pedir apoyo de familiares, amigos.

En la cuarta etapa que corresponde desde los 12 años hasta los 18, es decir, en la adolescencia y que en este tema terminaría hasta que se consoliden laboralmente se toman los valores sembrados en las dos primeras etapas y las experiencias de la tercera para empezar a esforzarse para ir consolidando el futuro laboral. No es adecuado esperarse hasta que estén en la universidad para que empiecen a prepararse y mucho menos se esperen hasta que terminen sus estudios para adquirir experiencia, en cuanto el camino esté claro hay que comenzar a andarlo. ¡O sea, dirigir su esfuerzo!

La mejor forma de comprobar la vocación de un joven es permitirles que ellos solitos se esfuerzen por desarrollarla. Para cerrar, es necesario entender que no todos los hijos tienen por qué ser profesionales eruditos o millonarios, cada ser humano venimos a vivir cosas diferentes, por lo tanto si tú como padre o madre te esforzaste por darle oportunidades a tu hijo/a y al final de cuentas, no quiere luchar por sobresalir en el ámbito laboral, está bien, tú hiciste tu trabajo que es darle las herramientas, mientras lo que él o ella haga con las herramientas que le das es cosa suya, pues los hijos no están para que nos proyectemos en ellos.

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Escrito por

Lolimar Rodríguez Barrios

Lolimar Rodríguez es licenciada con más de 17 años de experiencia en el ámbito infantil, adolescente y adulto. Es coach personal, así como perito judicial en el ámbito del menor. Además, se mantiene en continua actualización formativa en psicología y psicopedagogía clínica.

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Bibliografía

  • Kuriyan, A. B., Pelham, W. E., Jr, Molina, B. S., Waschbusch, D. A., Gnagy, E. M., Sibley, M. H., Babinski, D. E., Walther, C., Cheong, J., Yu, J., & Kent, K. M. (2013). Young adult educational and vocational outcomes of children diagnosed with ADHD. Journal of abnormal child psychology, 41(1), 27–41. https://doi.org/10.1007/s10802-012-9658-z
  • Baker, D. B. (2002). Child saving and the emergence of vocational psychology. Journal of Vocational Behavior, 60(3), 374–381. https://doi.org/10.1006/jvbe.2001.1837

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