Pesadillas, como los padres pueden ayudar a sus hijos/as

La aparición de las pesadillas es un fenómeno frecuente en los niños y niñas pero también en los adultos. Se trata de un tipo de sueños que tienen lugar durante el acto de dormir y producen sentimientos de miedo y angustia. Generalmente aparecen en la segunda mitad de la noche y suelen provocar el despertar de la persona.

Las pesadillas no se pueden evitar pero si se puede contribuir a que los niños tengan un sueño lo más agradable posible.

Como podemos ayudar los padres y las madres para reducir el impacto de las pesadillas?

Para empezar es muy importante que haya una buena higiene del sueño, es decir, que haya unos buenos hábitos a la hora de ir a dormir. Entre estos incluiríamos los siguientes:

• Realizar actividades calmadas antes de ir a dormir, como por ejemplo leer un cuento o dibujar. Debemos tener en cuenta que los aparatos electrónicos activan y excitan mucho a nuestro cerebro, por lo que no es recomendable que antes de ir a dormir los niños vean la televisión o jueguen a videojuegos.
• Acostarse a una hora adecuada que garantice unas horas suficientes de descanso. Por norma general lo recomendable en niños a partir de los 6 años es que duerman una media de 10h diarias.
• Realizar actividades de despedida antes de ir a dormir, como las buenas noches a los padres, a los peluches de la habitación, lavarse los dientes, etc.

Es muy importante que los niños se vayan relajados en la cama, por lo que, si vemos que están muy activados los podemos ayudar a relajarse practicando la respiración o simplemente quedándonos unos minutos con ellos en la habitación leyendo- un cuento con un tono de voz flojo y relajado o simplemente conversando sobre cómo ha ido el día, tratando de no tratar aspectos conflictivos que pudieran haberse dado en ese momento.

A pesar de realizar estas rutinas descritas, es posible que a lo largo de la noche aparezca alguna que otra pesadilla. Desde casa podemos ayudar a los hijos acompañándolos en la habitación si nos vienen a buscar, metiéndolos en la cama y ayudándoles a que se calmen de manera física, con caricias, friegas en la espalda, ..., a través de las palabras: "Ya ha pasado, sólo ha sido una pesadilla", "Sé que se desagradable pero tranquilo, las pesadillas sólo hacen pasar un mal rato, no te pueden hacer daño", "todo está bien", etc, o, incluso, dándole un peluche que el reconforte y con el que se pueda poner a dormir.

¿Qué hacer si las pesadillas son frecuentes?

Es muy importante que cuando el niño tiene la pesadilla no nos ponemos a hablar sobre el mismo. Es mejor dejar esta conversación para poder tener al día siguiente en un rato relajado, como a la hora de comer o por la tarde al volver de la escuela.

Otras actividades que ayudan a que el niño supere las pesadillas es transformándolos. Es decir, haciendo que las cosas con las que sueña el/la niño/a dejen de ser amenazantes y pasen a ser divertidas, utilizando aquí el juego como herramienta. Por ejemplo, si sueña con monstruos, podemos hacer que dibuje el monstruo con el que sueña en una hoja y, una vez terminado, podemos añadirle elementos que lo transformen y hagan que nos haga gracia, como por ejemplo un sombrero divertido, cambiar la boca amenazante para una sonrisa, algo que le haga parecer ridículo, etc. Así, cuando el niño vuelva a soñar con aquel monstruo puede recordar la imagen del dibujo y perderle el miedo recordando el ridículo que era en ese momento.

Acabamos de ver, pues, de que hay muchas cosas que podemos hacer desde casa para facilitar que nuestros niños disfruten de un sonido agradable, disminuyendo el impacto de las pesadillas en su día a día.

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