Preocupación: 5 Señales de que estás demasiado preocupado/a

¿Estás preocupado la mayor parte del tiempo? ¿Crees que no puedes dejar de lado tus preocupaciones? Elimina cualquier estado de preocupación gracias a estas técnicas psicológicas.

30 MAY 2016 · Última modificación: 10 FEB 2022 · Lectura: min.
¿Estás demasiado preocupado/a?

Nuestra vida se volvería mucho más fácil si existiera un botón en nuestras cabezas que nos permitiera dejar de pensar y vivir sin preocupaciones. La realidad es que nuestra mente no funciona así, por lo contrario, cuando intentamos evadir nuestra preocupación parece que esta reaparezca con más fuerzas. De esta manera, el secreto para saber cómo hacer para que no te afecten las cosas reside precisamente en controlar nuestro nivel de preocupación.

¿Qué son las preocupaciones?

Las preocupaciones son cadenas de pensamientos e imágenes cargados de sensaciones negativas y relativamente incontrolables. Un dato importante sobre la preocupación excesiva, es que alrededor del  85% de ellas son inútiles, no ocurren, no resuelven el problema o no tienen solución.

De esta forma, cuando las preocupaciones se acumulan y se hacen cada vez más grandes, estas pueden acarrear una serie de consecuencias negativas que pueden provocar cierto malestar psicológico. Tanto es así que en la mayoría de los casos estas acaban centrando nuestra atención a un tema que se convierte en el principal pensamiento de nuestra vida.

Cuando la preocupación invade nuestra vida y acabamos pensando demasiado, esto nos hace más difícil disfrutar de la vida. Los pensamientos recurrentes sobre las preocupaciones pueden llegar a conquistar nuestra mente de tal forma que acabemos por desencadenar desde ansiedad, hasta problemas de autoestima e incluso una depresión.

"Pensar demasiado es el proceso de analizar y angustiarse constantemente por los pensamientos de uno. Puede incluir la rumia, en la que un individuo está atascado mentalmente repitiendo sus decisiones y/o acciones pasadas o presentes”

Jeffrey Huttman, psicólogo clínino

Señales de que estás demasiado preocupado/a

Las personas que están demasiado preocupadas suelen tener una serie de actitudes comunes: 

  1. Pérdida de la productividad: Cuando la preocupación interfiere con tu productividad, ya sea en el trabajo, la escuela o al realizar las tareas del día a día, esto puede ser una señal de que estás demasiado abrumado/a por este tipo de pensamientos. El problema empieza cuando no podemos ponerle un freno a nuestras preocupaciones debido a que no estamos atendieno nuestras responsabilidades. En el momento que estos pensamientos interfieren con nuestra capacidad de concentración, estás ante un problema que deberías afrontar.
  2. Siempre piensas en lo peor: La preocupación crónica suele ir acompañada de una negatividad crónica. De hecho, las personas que están demasiado afectadas por este tipo de pensamientos pueden llegar a sentir impotencia ante determinadas situaciones debido a estas creencias catastróficas. 
  3. Preocuparse demasiado por los demás: Todos nos podemos preocupar por nuestros seres queridos en alguna ocasión, pero cuando esto se convierte en una rutina, se trata de un problema que deberíamos solucionar. Si este tipo de preocupaciones ocupan gran parte de tu día, es una señal de que estás teniendo ideas negativas de manera excesiva. 
  4. Preocupación infundada: Implica pensar de manera recurrente en situaciones negativas poco probables. Por ejemplo, puedes temer constantemente que perderás tu trabajo a pesar de que no has recibido ningún comentario negativo al respecto de tu labor. 
  5. Estar siempre preocupado/a: Obviamente, si siempre tienes una preocupación en tus pensamientos, se trata de un mala señal. En estos casos, es probable que las preocupaciones se hayan arraigado a nuestro patrón de pensamiento haciendo que sean parte de nuestros hábitos mentales diarios. 

Si te sientes identificado/a con estas actitudes es probable de que te estés preocupando de manera demasiado excesiva. Ante ello, es importante tomar acciones para reducir este tipo de comportamientos y patrones de pensamiento negativos

¿Por qué existe la preocupación? Causas de las preocupaciones

Aunque el exceso de preocupación o la preocupación excesiva puede acarrear emociones negativas en nuestra vida, la realidad es que en la mayoría de ocasiones esta es una emoción esencial para nuestro bienestar. El problema surge cuando las preocupaciones invaden toda nuestra mente, haciendo que sólo podamos estar focalizados en ellas. Las principales causas por las que no podemos vivir sin preocupaciones son las siguientes.

  1. Baja autoestima: Las personas que sufren de una baja autoestima acostumbran a pensar demasiado en las preocupaciones. Sobre todo aquellas que están estrechamente relacionadas con su autopercepción y con la aceptación de los demás. Es decir, en estos casos muchas no pueden dejar de preocuparse por los demás y las impresiones que estos tienen de ellos.
  2. Estrés y ansiedad: Cuando un individuo tiene una vida llena de grandes dosis de estrés y ansiedad, acostumbra a estar relacionado con una preocupación excesiva o hacia el trabajo o por la situación que se está viviendo.
  3. Trastorno Obsesivo Compulsivo: En algunos casos las preocupaciones y el exceso de negatividad en el pensamiento pueden estar reflejando un TOC. Tanto es así que cuando la preocupación es por un tema muy recurrente es muy probable que se tenga este tipo de patología psicológica.
  4. Depresión: El exceso de tristeza y de preocupaciones puede acarrear una depresión. En estos casos no sólo las personas sienten una preocupación excesiva por lo que los rodea, sino que tampoco saber cómo tranquilizarse y dejar atrás toda la negatividad.
  5. Ansiedad social: Cuando alguien no puede parar de preocuparse por los demás y esto le conlleva hasta dejar de interactuar con los otros, es probable que estemos delante de una persona con ansiedad social.
  6. Traumas: Una de las afectaciones que más puede causar un exceso de preocupación en las personas son los traumas. Estas experiencias dolorosas de nuestro pasado pueden llegar a ser parte de nuestras preocupaciones diarias a pesar de que haga mucho que ese suceso traumático haya sucedido.

Aunque en la mayoría de las ocasiones estar preocupados nos causa un malestar, las preocupaciones también tienen una parte positiva que nos hace mejorar nuestra supervivencia. Gracias a ellas podemos prestar más atención y a prevenir ciertos sucesos antes de que sucedan.

¿Por qué tenemos preocupaciones?

Tipos de preocupaciones

Preocuparse sin actuar no sirve de nada. Es por este motivo, que según la utilidad que les podemos dar a las preocupaciones podemos clasificarlas en diversos tipos:

  • Problemas inmediatos modificables y basados en la realidad. Por ejemplo, dolor de cabeza
  • Problemas inmediatos no modificables. Por ejemplo: quiero ser azafata de vuelo pero soy bajita
  • Acontecimientos improbables no modificables. Ejemplo: llamada de mi jefe, significa que me quiere despedir
  • Acontecimientos inciertos que podrían suceder, pero no tengo la certeza de que ocurran. Ejemplo: miedo a que mi bebé cuando sea mayor herede mi enfermedad. Aquí puedo prevenir que ocurrir

Sufrimos más por cosas que imaginamos que con lo que la realidad sucede. Los seres humanos nos pasamos la vida quejándonos o preocupándonos por cosas que no han pasado aún, o bien, lamentándonos de sucesos del pasado que ya no podemos cambiar. Se nos olvida, que sólo tenemos control de nuestro presente.                                                                                      ¿Cómo eliminar las preocupaciones?

¿Cómo dejar de preocuparse por todo?

Existe un método psicológico para lograr dejar atrás una preocupación y centrarse en el presente. Aunque estas técnicas te serán útiles,  debes identificar si detrás de tus preocupaciones existe una patología psicológica que pueda causarlas. En estos casos es esencial que consultes con un profesional de la psicología.

  1. Ocúpate: Una manera eficaz de saber cómo dejar de preocuparse por todo es precisamente realizando nuevas actividades y saliendo de nuestra zona de confort. El exceso de rutina, así como no experimentar nuevas emociones y sensaciones, puede comportar que las preocupaciones acaben conquistando todos nuestros pensamientos. Quizá esta sea una buena señal para empezar a realizar las cosas que realmente te gustan.
  2. Toma conciencia de tus pensamientos: Existen una serie de creencias o ideas limitantes que se esconden detrás de la dificultad de dejar atrás las preocupaciones. Los pensamientos limitantes que nos condicionan pueden ser la gasolina que alimenta nuestra dosis diaria de preocupación. Por ello, es vital intentar concienciarte de tus propios pensamientos y controlar las emociones en este sentido.
  3. Acepta que no tienes el control: En muchas ocasiones las personas se preocupan por situaciones o momentos sobre los que no tienen nada de control. La aceptación de que no tenemos la responsabilidad ni la capacidad de cambiar ciertas experiencias o situaciones a nuestro alrededor es una manera útil de ver nuestra existencia.
    "Cuando no somos capaces de cambiar una situación, nos encontramos ante el reto de cambiarnos a nosotros mimos"  Viktor Frankl
  4. Responsabilízate: Aunque existen muchas situaciones sobre las que no ejercemos un control, es esencial responsabilizarnos de aquellas que si podemos cambiar. Es decir, dejar la preocupación a un lado es algo sobre lo que si tenemos influencia. Por lo tanto, es vital tomar ciertas decisiones con las que puedas cambiar el rumbo de tu vida.
  5. Practica la atención plena: El Mindfulness o la meditación pueden ayudarte a conseguir la atención plena. Esta facultad implica dejar atrás las preocupaciones y centrarse en el presente con todos nuestros sentidos. Otro de los ejercicios que pueden ayudarte a superar tu preocupación son las técnicas de relajación.
  6. Analiza tus pensamientos: Una buena forma de dejar de preocuparse de o por algo es analizando nuestros pensamientos. Tanto es así que una de las mejores técnicas para desconectar de la mente puede ser llevando un diario de tus pensamientos. En él deberás escribir cómo te sientes y cuáles son las ideas que te llevan a sentir esas precisas emociones. De esta forma podrás identificar un patrón en tus pensamientos para dejar atrás las preocupaciones.
  7. Conócete más: A veces pensamos que nos conocemos más de lo que realmente es. Dedicarnos un tiempo semanal o diario a estar con nosotros y a ver lo que realmente queremos en nuestra vida puede ser esencial para dejar la preocupación que tanto nos está molestando. Por ello, la autoreflexión y el autoconocimiento son esenciales en nuestras vidas.

Dejar atrás las preocupaciones requiere de cierto esfuerzo por nuestra parte. Reconocer de dónde proceden y analizar el por qué surgen es una tarea que te dará muchos beneficios. De este modo puedes utilizar las preocupaciones como señales de alarma que te indican que algo no está yendo del todo bien.  

¿Qué hacer cuando sientes que no puedes más?

Si las preocupaciones han tomado el control de tu vida, debes actuar para cambiar esta situación. Al sentir impotencia, debes acudir a tus familiares y amigos/as para hablar sobre este problema y trabajar para cambiar este tipo de pensamientos negativos. En estos casos, debes plantearte si requieres de la ayuda de un profesional de la salud mental. Recuerda que muchas veces actuamos en función de lo que pensamos, por ello, es vital cuidar nuestros pensamientos. 

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Escrito por

Marian Martín Soler

Licenciada en Psicología por la Universidad de Valencia. Marian Martín Soler es directora de un centro especializado en la psicología y el desarrollo personal. Formada para la atención psicológica de niños, adolescentes, adultos y parejas. En sus intervenciones utiliza técnicas de la terapia sistémica y la cognitivo-conductual.

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Bibliografía

  • American Psychological Association. (2016). Beyond worry: How psychologists help with anxiety disorders. http://www.apa.org/topics/anxiety-disorders
  • American Psychological Association. (2020). What’s the difference between stress and anxiety? http://www.apa.org/topics/stress-anxiety-difference

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Comentarios 1
  • Isabel Cano

    Excelente tema, muy verídico todo y más aún que vivimos en una sociedad que las mismas situaciones hacen que seamos máquinas pensantes a diario. Gracias por tan excelente aporte.

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