Psicología infantil y juvenil, herramientas de ayuda
El entender y expresar los sentimientos del niño y adolescente mediante cuentos ilustrados que descubren sus emociones respecto a su contexto familiar y social.
Desde la Psicoterapia infantil trabajamos cinco competencias emocionales: la conciencia emocional, la regulación emocional, la autonomía emocional, las habilidades socioemocionales y las habilidades organizativas. Todo ello define el bienestar emocional, condiciona la seguridad en uno mismo y, en consecuencia, alimenta el autoconcepto y el amor propio.
Por ello, cuando hablamos de potenciar la autoestima, nos fijamos en cada uno de estos puntos con el fin de definir unos objetivos terapéuticos y trazar una estrategia de intervención. Para ello, paralelamente formulamos una hipótesis diagnóstica, describimos hipótesis clínicas que expliquen la realidad del niño o adolescente, y nos centramos en descubrir las características propias de su contexto familiar y social.
¿Por qué es importante la conciencia emocional?
La conciencia emocional responde a la capacidad de percibir, identificar y poner nombre a las emociones y sentimientos propios y ajenos. Es la base para conseguir el resto de competencias.Desde la Psicoterapia infantil utilizamos distintas herramientas que facilitan esta tarea y plantean el autoconocimiento emocional como un juego. Existen multitud de dinámicas en las que el niño puede establecer una conexión entre aquello que ocurre fuera (la escuela, la familia, el deporte, etc.) y dentro (la percepción de él y los demás).
Un modo interesante de trabajar la identificación emocional es por medio de los cuentos ilustrados que dan forma a los sentimientos (algo verdaderamente difícil desde las palabras). Por ejemplo, "El monstruo de colores" es un fantástico cuento de Anna Llenas que sumerge al espectador en un mundo repleto de colores y emociones. Así mismo, "El arte de emocionarte" de Cristina Núñez Pereira y Rafael R. Valcárcel, es una fantástica guía ilustrada que propone ejercicios prácticos por medio de metáforas e interesantes explicaciones. Todas ellas instruyen al adolescente a partir de la historia, la poesía y la filosofía.
El ser humano es curioso por naturaleza. Las historias anecdóticas de las que extraemos un aprendizaje, son un fantástico modo de dibujar puentes entre la vida y uno mismo. En función de la edad podemos jugar con un amplio abanico de posibilidades que aumentarán la capacidad de introspección, expresión y empatía del niño/adolescente.Siguiendo con el trabajo emocional, el entrenamiento de recursos personales que faciliten la gestión de sentimientos, puede venir de la mano de preguntas que aumenten el insight. Cuestiones del tipo: "¿es posible sentirse solo estando con gente?" o "¿qué ocurre cuando te sientes inseguro?", abren un canal de reflexión a otro nivel. En este sentido, "Emocionario" de la editorial Palabras Aladas, ofrece interesantes respuestas e invita a contemplar reveladoras imágenes asociadas a cada sentimiento (es una buena herramienta para que los chicos sepan poner palabras a las emociones).
Las informaciones publicadas por MundoPsicologos no sustituyen en ningún caso la relación entre el paciente y su psicólogo. MundoPsicologos no hace la apología de ningún tratamiento específico, producto comercial o servicio.
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Quiero añadir que la foto es de Kunkana, que me la ha cedido amablemente.