Psicología y... las enfermedades coronarias.
Articulo que explica las emociones que se pueden experimentar ante esta patología y la importancia del psicólogo de la salud para el buen manejo de ellas.
Las enfermedades coronarias, son afecciones en las que las placas formadas por grasa, colesterol, calcio y otras sustancias que se encuentran en la sangre; se depositan en las arterias que suministran sangre rica en oxígeno al músculo del corazón.
La producción de la angina de pecho o del ataque cardíaco, ocurre cuando este flujo de sangre cargado de oxígeno es bloqueado o reducido.
En ocasiones, la enfermedad puede debilitar el corazón reduciendo su actividad de bombeo en sangre para atender a las necesidades del cuerpo, surgiendo así una insuficiencia cardíaca o también pueden aparecer las arritmias, problemas con la velocidad de la sangre.
El paciente coronario, al ser poseedor de una enfermedad crónica, puede experimentar síntomas de ansiedad, temor, depresión o estrés, puesto que debe adaptares a una nueva situación. Posiblemente, deba realizar cambios en su vida; variaciones en sus hábitos de vida, eliminando factores predisponentes a reexperimentar una nueva afección cardíaca, tales como: consumo de alcohol y tabaco, mala alimentación, sedentarismo, rítmo acelerado de vida...; e introduciendo otros nuevos como: tratamiento farmacológico, introducción de una nueva dieta alimentaria, ejercicio físico, abandono en el consumo de tabaco...
Muchas veces; en estas personas pueden aparecer sentimientos de depresión, puesto que les cuesta mucho introducir estas nuevas actividades en su forma de vida. Les es difícil desprenderse de esos hábitos que tanto tiempo les han acompañado; y es una respuesta normal, puesto que están vivenciando una pérdida y como todas pérdidas generan tristeza.
Por eso una de las cosas más importantes que ayudan a la persona con patologías coronarias, es el apoyo social, tanto de la familia como de amigos.
Para manejar el sentimiento de culpa que pueda aparecer en el paciente coronario, acompañado de pensamientos como: "me lo he buscado yo, si hubiera dejado antes de fumar...", hay que decir que nadie somos adivinos y no podemos predecir el futuro, lo que sí está claro es que cuanto más nos cuidemos, más podremos prevenir enfermedades aunque nada nos exime de ellas; pero a partir de ahora podemos comprometernos a realizar cambios saludables en nuestra vida.
Si aparecen emociones que son difíciles de gestionar o los cambios en hábitos de vida cuestan, no hay que dudar en pedir ayuda al profesional adecuado: el psicólogo de la salud.
Las informaciones publicadas por MundoPsicologos no sustituyen en ningún caso la relación entre el paciente y su psicólogo. MundoPsicologos no hace la apología de ningún tratamiento específico, producto comercial o servicio.
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