¿Qué es el JOMO (Joy of Missing Out)? 8 Maneras de evitar el FOMO

Cada vez más las redes sociales influyen en la manera en la que vemos nuestra vida y la de los demás. Uno de los síntomas que cada vez están más presentes es el FOMO (Fear of Missing Out), es decir, el miedo a perderse algo. En estos casos, las personas pueden compensar este tipo de pensamientos con el JOMO, un antídoto contra el FOMO.

¿Qué es el JOMO?

JOMO (Joy of Missing Out), es decir, significa el placer de perderse las cosas, y, por lo tanto, se trata de la reacción contraria del FOMO. Cuando alguien experimenta de FOMO, siente que está dejando de vivir muchas cosas debido a que se le muestran en las redes sociales fotos o vídeos de personas disfrutando de la vida. Aunque muchos de estos casos no son fieles a la realidad, esto puede causar un sentimiento de vacío y tristeza, ya que sentimos que no estamos aprovechando la vida tal y como lo hacen ‘supuestamente’ los demás.

Aquellos defensores del JOMO, al contrario de lo que se experimenta en el FOMO, no se dejan influenciar por las impresiones que pueden parecer en las redes sociales y, por lo contrario, prefieren pasar un día prestando atención a sus propias necesidades y no a los de los demás. Es decir, creen en la calidad y no en la cantidad y sobre todo en la autenticidad.

¿Cómo fomentar más el JOMO?

Si quieres dejar de sentirte mal por aquello que ves en redes sociales, una de las maneras de fomentar el JOMO son las siguientes:

1. Vivir el momento: Las personas que se preocupan constantemente por perderse algo, es muy probable que no se diviertan donde sea que estén. De hecho, seguramente no saben disfrutar del momento presente, lo que puede acabar haciendo que siempre estén pensando o en el pasado o en el futuro. En estos casos, para evitar esta sensación, es importante fijarnos en lo mejor de cada situación, intentando que el FOMO no tenga tanto control sobre nuestras vidas.
2. Desconectarse: La mejor forma para afrontar el FOMO y potenciar el JOMO es precisamente intentar desconectarse de todos los aparatos electrónicos. Esto no implica dejar de usarlos, pero tener instantes en el día en los que no uses ningún dispositivo que pueda descentrar tu atención.                                                                                       
3. Céntrate en ti: En lugar de compararte con los demás o sentir que no disfrutas de la misma forma que los otros la vida, intenta poner el foco en aprender a valorarte y saber lo que realmente quieres en tu vida. Dejar de comparte con los demás y tener más presente aquello que te gusta a ti por encima de los demás, es una de las claves para fomentar más el JOMO.
4. Reflexiona: Aunque parezca lo contrario, las personas que hacen más actividades no tienen por qué sentirse más alegres. A pesar de que es importante pasar tiempo con amigos y familiares, también debes pasar momentos contigo mismo/a. Es decir, centrarte en reflexionar sobre problemas, miedos, aquello que no has experimentado o tus propias metas. Al conocerte más a ti, tendrás más claras tus prioridades.
5. Prioriza tus valores y preferencias: Cuantas más pausas hagas en tu vida, más consciente estarás de los factores en tu vida que son verdaderamente importantes para ti. Por este motivo, deberás considerar aquellos compromisos y actividades que crees que te aportarán más a ti y no a los demás. De hecho, nunca debes priorizar aquello que es mejor para los otros.
6. Aprende a decir no: Al tener más claras tus prioridades te resultará más fácil decir que ‘no’ a las invitaciones. Pero, si para ti esto supone un conflicto, concéntrate en aquello que ganarás si empiezas a decir ‘no’ claramente.
7. Trabaja tu autoestima: Las personas que se dejan influenciar por las redes y el FOMO, suelen tener problemas con su propia estima personal. De hecho, la mejor forma de potenciar el JOMO es precisamente tomándote más en serio tu propia valía interior.
8. Acude a terapia: Si sientes que estás siempre preocupándote por aquello que te estás perdiendo, es importante que acudas a un psicólogo/a profesional. La razón es que estar demasiado pendiente de aquello que está pasando en tu alrededor puede acabar afectándote no solo en tu autoestima sino en tu salud mental.

Las redes sociales tienen muchas cosas positivas y negativas, por lo que, la clave es saber equilibrar nuestra vida para no dejarnos influenciar por ellas. Debemos vivir la vida desde nuestras prioridades y no desde los deseos de los demás.

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