¿Qué es la desconfirmación?

Seguramente habrás visto en algún momento de tu vida la película "náufrago". En ella, su actor, Tom Hanks, pasa un largo tiempo absolutamente solo en una isla desierta, con la única compañía de una pelota. Como método de supervivencia se construye con este objeto un compañero de viaje, Wilson. Durante toda la película, el actor se relaciona con su compañero Wilson, tiene diálogos con él y actúa como si Wilson fuera una persona. ¿Por qué crees que recurre a esto?, ¿se ha vuelto loco? Pues no, lo que hace el personaje es precisamente algo que le permite estar cuerdo y conectado con la realidad. Esto lo hace porque todas las personas necesitamos la comunicación y relacionarnos socialmente. Sin las relaciones nos sentimos invalidados de forma recurrente y nos cuesta sentirnos vivos. La soledad nos deprime y nos hace sentirnos poco válidos.

Todos sabemos que la soledad nos produce malestar, pero, ¿qué pasa cuando estamos rodeados de gente y aún así nos sentimos solos? Normalmente esto pasa porque es como consecuencia de disfunciones en la comunicación y la relación con los demás.

El psicólogo Paul Watslawick explica que la relación que se tiene con otras personas influye en la autodefinición del "self", es decir, de uno mismo. Nos autodefinimos no sólo por lo que creemos acerca de nosotros mismos sino también por lo que aportamos a los otros y por lo que los otros nos aportan a nosotros. Es lo que se llama confirmación del self. Hasta aquí no hay patología en la comunicación. El problema viene cuando se producen aspectos como el rechazo, desvalorización, la descalificación o la desconfirmación:

1. Hablamos de rechazo cuando se tiene una actitud de desprecio o negación hacia la otra persona. Te puede doler el rechazo pero a veces incluso puede ser constructivo, porque te dicen las cosas que no les gusta de ti, pero al menos sabes lo que ocurre. Por ejemplo: llamas a un amigo para ir a tomar algo y éste te dice que no quiere quedar más contigo porque considera que eres un mal amigo ya que se ha enterado de que has intentado coquetear con su ex novia.
2. Cuando hablamos de desvalorización, esto se refiere a una reducción en el valor que se le da a la otra persona, se valora por debajo de lo que es, y eso también puede frustrar o doler, incluso hacerte bajar tu autoestima o aumentar tu autoexigencia. Por ejemplo: llevas las notas a casa satisfecho del trabajo realizado y tu padre te dice que tendrías que haber sacado todo excelentes, que eso son unas notas mediocres cuando llevas excelentes y algún notable.
3. En cuanto a la descalificación, la persona le quita importancia a todo lo que hace o es la otra persona, es decir, se le invalida completamente. Por ejemplo: has conseguido emanciparte y estás viviendo de alquiler, pero cuando tus padres ven el piso te dicen "ya podrías haberte comprado un piso, irte de alquiler es una tontería, estás tirando el dinero".

Tanto en el rechazo como en la desvalorización o la desconfirmación, son errores de la relación con los otros que nos pueden doler y causar daños en nuestra psique, pero no necesariamente llegan a afectar a la identidad y/o al autoconcepto.

Ahora bien, cuando hablamos de desconfirmación la cosa cambia. La desconfirmación sería lo que coloquialmente llamamos "ninguneo" y es la forma más evidente de la indiferencia. Cuando alguien desconfirma a otra persona lo que está haciendo es hacer como si el otro no existiera, no se le llama, no se le escucha, no se le tiene en cuenta, básicamente es como si fuera un fantasma. Mientras que en los otros errores que he comentado de la comunicación la persona muestra a la otra persona "así es como te veo o eso es lo que pienso de ti", en la desconfirmación eso no sucede y la persona se tiene que imaginar y darle vuelta a las miles de posibilidades que pueden estar llevando a la persona que está a su lado a ignorarle.

Si la desconfirmación es algo que se produce desde la infancia, por las personas más importantes de su entorno (padres) o durante un periodo prolongado de tiempo, es la forma de relación que más daña la identidad de la persona.

La persona se siente abandonada, sin valor, sin derechos, no sabe quien es ni qué tiene que hacer para que los demás le hagan caso, en definitiva, se siente sin identidad y si eso se prolonga en el tiempo, se producen graves daños psicológicos que pueden acabar desencadenando enfermedades psicológicas graves como la esquizofrenia.

Por tanto, es importante tener en cuenta el daño que le podemos ocasionar a los demás si practicamos la desconfirmación, especialmente si esas personas son nuestros hijos. Una cosa es ignorar una conducta problemática para que el niño se canse de hacerla y darle atención a lo positivo que haga, y otra cosa muy diferente es actuar como si nuestro hijo no existiera de forma sistemática y prolongada en el tiempo. Si además, eso lo llevan a cabo tanto el padre como la madre, los daños provocados en el niño pueden ser irreversibles.

Me gustaría acabar con una frase que resume el artículo de hoy:

"No hay nada más duro que la suavidad de la indiferencia" Juan Montalvo

Encarni Muñoz Silva

Psicóloga sanitaria, colegiada nº16918

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