¿Qué es la ira?

La ira es una emoción que surge cuando interpretamos que algo o alguien puede suponer un obstáculo para alcanzar nuestros objetivos o en la satisfacción de nuestras necesidades.

La ira, al igual que el resto de emociones, es necesaria ya que tiene una función adaptativa, nos permite poder defendernos y alcanzar nuestros objetivos, además también cumple un importante papel en la regulación de las relaciones sociales.

Esta emoción tiene dos formas de expresión: externa e interna.

• La expresión externa de la ira tiene que ver con una expresión facial muy característica, así como comportamientos externos, como dar portazos, lanzar o destruir objetos, chillar o incluso agredir. Es decir, este tipo de expresión permite a los que nos rodean conocer que estamos enfadados a través de nuestra expresión facial, expresión corporal, comportamientos o tono de voz.
• La expresión interna se caracteriza por la ausencia de manifestaciones de estas. Es como estar enfada "para dentro" y lo notamos por los pensamientos rumiativos que tenemos y señales fisiológicas, como puede ser la tensión muscular.

Al igual que encontramos dos formas de expresarla, también podemos diferenciar dos formas de controlarla, de nuevo externa e interna.

• Control externo: Se refiere a la capacidad para controlar los signos de nuestro enfado, evitando la manifestación de estos.
• Control interno: Se relaciona con el control de sentimos suprimidos de ira.

En próximos post hablaremos sobre cómo poder controlar esta emoción, que tanto nos hace arrepentirnos después de nuestros actos. Os invitamos a colaborar y que compartáis con nosotros las situaciones en las que mayores niveles de ira habéis experimentado.

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