Ser autónomo perjudica seriamente la salud mental

La vida del autónomo parece fácil y cómoda pero lo cierto es que se paga un precio muy elevado por la "libertad" que se tiene. Lee a continuación y descubre las consecuencias de ser autónomo

22 JUN 2017 · Lectura: min.
Encarni Muñoz

Hoy quiero hablaros sobre un tema que me toca personalmente, ya que yo soy autónoma y lo sufro en mis propias carnes. Me gustaría desterrar algunos mitos y falsas creencias acerca de la libertad y lo positivo que es ser autónomo en España.

La mayoría de personas piensan que ser autónomo es un chollo, total, puedes escoger cuando haces tus vacaciones sin necesidad de hablarlo con nadie, cobras más que cuando se trabaja por cuenta ajena (o eso se cree la gente) y puedes hasta trabajar desde casa si lo deseas.

No obstante, la realidad del autónomo es muy diferente. Es cierto que se escoge cuándo hacer vacaciones, pero esas vacaciones normalmente están sujetas a las de los clientes, es decir, si el cliente coge vacaciones probablemente eso te perjudique y puedes escoger hacer las vacaciones cuando lo hacen tus clientes para que te afecte lo mínimo posible a la economía. Por tanto, eso de que se escogen las vacaciones cuando uno quiere es relativo. Además del handicap de que las vacaciones del autónomo nunca son retribuidas mientras que las de un trabajador por cuenta ajena cobra mientras hace vacaciones.

En cuanto al mito de que siendo autónomo cobras mucho más que si trabajas para otra persona o empresa, es totalmente falso. Es cierto que como autónomo muchas veces se puede decidir la tarifa que se aplica, pero eso no siempre sucede. Cuando tienes la libertad de escoger la tarifa, tú puedes estimar el precio que consideres oportuno pero si el cliente no está de acuerdo, no tienes cliente y como consecuencia tendrás que bajar el precio.

Por no hablar de la competencia, que puede tener un precio más bajo y por tanto, no conseguir clientes porque se van a la esas otras empresas con precios más bajos.

Además, el autónomo se tiene que buscar los clientes, no cobra lo mismo cada mes sino que tiene que estar constantemente activo para conseguir clientes y poder facturar ya que su sueldo depende de lo que trabaje. Así, el autónomo siempre tiene que ser productivo. Si un día no lo es lo suficiente, ese día puede que no cobre y pierda un cliente.

Por otra parte, de lo que cobra el autónomo no es neto, hay que restar un sinfín de impuestos. Hay que pagar IVA e IRPF, gastos de gestores, tarifa de autónomos que se paga cada mes y cada trimestre hay que hacer un papeleo burocrático que implica gastos, molestias y alguna multa que otra por no haber hecho algún papeleo bien. Por tanto, eso que se dice que cobran los autónomos, muchas veces es sin descontar todo esto. Además está el hecho de que los clientes pueden dejar de serlo en cualquier momento y quedarte sin cobrar aunque tú hayas hecho tu trabajo.

Luego está el tema de las bajas. Se dice en forma de broma que habría que analizar la sangre del autónomo para saber porqué nunca se pone enfermo. Este es el reflejo de la presión que tiene el autónomo. Si no trabaja, no cobra. Así, cada día que no va a trabajar se resta de su sueldo mensual. Eso hace que muchas veces se vaya a trabajar cuando se está enfermo porque uno no se puede permitir no cobrar ese mes. Y para más inri, el autónomo no tiene derecho a mutua por accidente laboral a no ser que se la costee él, así que si se pone enfermo tiene que ir a su médico de cabecera.

Si hablamos de la cotización, en este ámbito también salimos perdiendo. Cada mes cotizamos pero tenemos menos derechos que un trabajador por cuenta ajena a las prestaciones por desempleo, bajas de maternidad y/o jubilación.

En cuanto a eso de que el autónomo puede decidir trabajar desde casa, pues bien, eso depende de la profesión que se realice. Hay trabajos en los que sí que puedes escoger esta opción y trabajos en los que no es posible. Pero aunque se pueda, esto tampoco implica sólo beneficios, ya que trabajar desde casa supone una dificultad añadida para desconectar ya que no se diferencia de ninguna manera el entorno laboral del de ocio, la vida personal y la laboral y eso puede acarrear problemas de salud física y psicológica.

¿Cuáles son las consecuencias de ser autónomo para la salud mental?

  • Estrés y sobrecarga de responsabilidades: Normalmente el autónomo acaba haciendo tareas para las que no tiene formación suficiente. Se tiene que aprender algo de economía y gestión empresarial (casi siempre de forma autodidacta) ya que el desconocimiento de la ley no exime de su responsabilidad y muchas veces se trabaja por encima de las posibilidades y el tiempo de ocio para cuando vengan vacas flacas. La persona tiene que hacer una estimación de los periodos de facturación en los que hay más ingresos y a partir de ahí ir buscando continuamente clientes además de ahorrar para los meses más flojos. Eso implica desgaste emocional y un estrés constante. Es como si continuamente estuvieras amenazado con quedarte sin trabajo y estuvieras siempre buscando un empleo porque te quedas sin ingresos.
  • Problemas de sueño: El estrés produce como consecuencia problemas de sueño tales como insomnio, pesadillas, falta de calidad en el sueño, despertares nocturnos, etc. Eso hace que la persona no rinda como debería en sus horas de trabajo, y a eso se le añade la preocupación por no estar haciendo bien las tareas, lo cual puede repercutir en la facturación y por tanto, se acentúa el estrés. El autónomo se encuentra en una pescadilla que se muerde la cola difícil de resolver.
  • Somatizaciones: El estrés también puede producir ansiedad y somatizaciones como alopecia, rosácea, soriasis, colon irritable o problemas digestivos que muchas veces se reducen o minimizan cuando la persona se relaja.
  • Problemas sociales y/o familiares: La dedicación al trabajo hace que se pase menos tiempo en familia y con los amigos. Eso puede conllevar problemas de pareja, problemas de relación con los hijos (o dificultad para conciliar vida laboral y familiar) y sociales. No se sale ni se dedica tiempo de ocio porque se considera tiempo perdido, tiempo que no es productivo y se pueden perder relaciones.
  • Sentimiento de incompetencia y baja autoestima: El sentimiento de soledad del autónomo que muchas veces trabaja sin nadie que le apoye o le oriente provoca que se sienta una persona poco competente. Si la persona es muy exigente consigo misma, puede provocarle sentimiento de incompetencia e inutilidad y eso hace que la autoestima se reduzca. Hay que tener en cuenta que el trabajo es un área muy importante en la mayoría de personas y si no funciona como se desea, puede afectar al autoconcepto.

Así, no es oro todo lo que reluce y la vida del autónomo es mucho más dura de lo que se cree. Si estás planteándote el salto, es importante tener todo esto en cuenta.

Encarni Muñoz Silva

Psicóloga sanitaria, colegiada nº 16918

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Escrito por

Encarni Muñoz

Encarni Muñoz es psicóloga sanitaria, especializada en adultos y con más de 10 años de experiencia. Realiza terapias individuales y de pareja a partir de una corriente integradora. Su objetivo es dotar a la persona de recursos y ayudar a descubrir los que posee para mejorar su calidad de vida en el mínimo número de sesiones posible.

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