Simone Biles y la gestión de la presión en el deporte
La gimnasta Simone Biles se retira en las Olimpiadas de Tokyo 2021 para enfocarse en su salud mental.
El caso de Simone Biles, atleta que se ha hecho mundialmente conocida por llevar la gimnasia a otro nivel casi sobrehumano, he llegado ahora a tocar con el techo de la realidad de una presión que no ha sido bien canalizada ni aprendida.
La presión en el deporte
Estos días se hacen cientos de artículos donde se habla de la presión que tienen que soportar los deportistas de elite, y esto es realmente algo que forma parte de su proceso vital y de sus carreras, y que en este caso ha sido demasiado fuerte para poder ser soportado. Pero personalmente discrepo de aquellos que digan que Simon Biles ha sufrido o sufre algún tipo de problema psicológico que necesita de un tratamiento especial, y por el contrario creo que claramente estamos hablando de una persona a la que no se ha sabido ayudar a gestionar y prevenir lo sucedido.
En los entrenamientos con deportistas de elite, y algunos he tratado en mi consulta y otros sigo trabajando con ellos, es importante tener en cuenta la existencia de esa presión del entorno, no solo de los fans y de las familias, que lleva a la persona a tener que dar siempre el 120% de si misma. No estamos hablando solo del exterior, sino también del interior, y eso no es algo fácil de gestionar, porque siempre se quiere llegar más lejos, más rápido o más alto, y nunca es suficiente, lo que lleva en ocasiones a un bloqueo total y ruptura del deportista.
¿Poner límites?
El hecho es que Simone Biles ha decidido dejar totalmente la competición ante la situación que se le ha creado. Ahora ya no tenia remedio el problema. Durante los años que lleva compitiendo, y sobre todo durante los últimos en que ha tenido un perfil más mediático, era el momento de canalizar y de resolver esas situaciones a las que se iba a encontrar, de trabajar en su fortaleza mental para poder salir adelante. Ahora se ha roto, y en ese contexto si es cierto que la mejor opción que podía tomar era retirarse completamente ya que de lo contrario el resultado habría sido mucho peor.
En contextos de máxima presión, donde el deportista no puede continuar con la presión la retirada no es una solución en si misma, pero si es la única forma de evitar que el daño sea mayor. En ese contexto, la deportista creía que solo se estaban mirando sus resultados, que todo dependía de ella, y eso creo una situación toxica. De haber continuado es posible que hubiera sufrido un ataque de pánico en plena competición, y justamente esto es lo que se ha intentado evitar, el mal mayor.
Queda pues con este ejemplo más claro que nunca lo necesario que es el valor del trabajo psicológico que se hace con los deportistas, y que es una parte imprescindible, y que esa fortaleza mental es tan o más importante que la física.
Las informaciones publicadas por MundoPsicologos no sustituyen en ningún caso la relación entre el paciente y su psicólogo. MundoPsicologos no hace la apología de ningún tratamiento específico, producto comercial o servicio.
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