Sinceridad y sincericidio: 5 Problemas de ser demasiado honesto/a

La sinceridad es uno de los elementos más esenciales en las relaciones sanas. Aun así, tener un exceso de sinceridad a veces puede ser contraproducente. La razón es que demasiada sinceridad puede tener inconvenientes que quizá podrías evitar debido a nuestras dinámicas sociales. Cuando esto sucede, podríamos hablar de un ‘sincericidio’. Pero, ¿por qué sucede y qué inconvenientes tiene?

¿Qué es el sincericidio? Significado

Algunas actitudes y características de la personalidad pueden tener sus inconvenientes. En el caso de la sinceridad, o mejor dicho el sincericidio, estos pueden llegar a ser dañinos tanto para ti como para tus relaciones.

El sincericidio parte de la creencia errónea de pensar que ser honesto equivale a ‘ser bueno’. Estas personas creen que ser sincero se trata de expresar algo coherente, cuando en realidad están causando un daño que podrían evitar. Es decir, en muchas ocasiones, una persona que comete un sincericidio está escondiendo la incapacidad de ser empático y ponerse en el lugar del interlocutor. Debemos tener en cuenta que el hecho de que una verdad sea buena para nosotros no significa que sea buena también para los demás.

Dejar de usar el exceso de sinceridad y honestidad en algunos casos en los que podemos dañar a los demás no implica mentir a las personas que queremos, sino ser conscientes del esfuerzo que hay detrás de algunas acciones y valorar estos pasos. En lugar de cometer un sincericidio, también está bien ser empáticos con los demás.

Sincericad y sincericidio: ¿Cuándo la verdad no es útil?

El sincericidio se trata de una sinceridad sin prudencia, es decir, nombrar una realidad objetiva sin tener en cuenta una actitud empática hacia los demás. Este tipo de verdades se convierte en un arma que puede llegar a causar mucho daño. De hecho, existen algunas situaciones en las que es importante prestar atención cuando queremos decir una verdad, ya que esta puede hacer más daño y ser una actitud inútil tanto para nosotros como para los demás. Estos son algunos casos en que la verdad se vuelve inútil:

• Cuando la verdad no aporta valor: En el caso de que la sinceridad en un instante no aporte valor, es probable que estés realizando un sincericidio. Es decir, cuando esta verdad hace sufrir a los demás y nadie te la ha pedido expresamente, quizá no es una verdad útil en estos casos.
• Cuando la persona no está preparada para afrontar la verdad: Existen situaciones en las que las personas no están preparadas para escuchar una verdad, lo que implica que ser sincero en exceso podría causarle un daño tremendo a nivel psicológico.
• Cuando no es el momento ni el lugar adecuado: Muchas veces el sincericidio implica decir una verdad que aunque sea la realidad, no se dice con el mayor tacto. Si quieres ayudar a una persona, a veces ser demasiado sincero en un momento y un lugar no es la mejor decisión.
  Si crees que tienes un problema en tus relaciones sociales debido a un exceso de sinceridad, te recomendamos que acudas a un psicólogo/a profesional antes que esto te afecte a nivel profesional y personal.

¿Cómo nos puede afectar el exceso de sinceridad?

Existen una serie de desventajas detrás del sincericidio. Por un lado, este tipo de problemas pueden crear un malestar en nuestros seres queridos o en nuestro círculo social y por otro, pueden acabar comportando consecuencias negativas para nosotros. De este modo, el sincericidio puede afectar de la siguiente forma:

1. Resulta como una crítica negativa: Una de las situaciones en los que el sincericidio puede resultar negativa tanto para nosotros como para los demás es cuando se realiza una crítica señalando los defectos de los demás, aunque esta esté hecha de manera constructiva. A veces este tipo de críticas negativas pueden tomarse como un ataque personal en lugar de una opinión honesta.
2. Falta de compatibilidad de los demás: Normalmente, una persona sincera le cuesta encontrar a alguien con la misma transparencia y honestidad que ellos. De esta forma, en lugar de conectar con los demás, con una actitud sincericida acaban lidiando con muchos problemas sociales. Esto no significa decir mentiras o ser ‘falso’ ante los otros, sino simplemente guardarte la sinceridad ante las personas con las que más confías y te conocen.
3. Competencia desleal: Existen muchas situaciones en nuestra cultura y sociedad donde se favorece a aquellas personas que tienden a ocultar tanto sus opiniones como sus intenciones, sobre todo cuando se trata de un tema profesional. El sincericidio suele verse penalizado en los procesos de selección de personal o en algunos ambientes de trabajo.
4. Ingenuidad dañina: Otro inconveniente del exceso de sinceridad es la actitud ingenua de suponer que los demás se comportaran de manera similar a como somos nosotros. Las personas honestas suelen creer que la sinceridad es una actitud que está presente en la mayoría de los humanos. Tener este pensamiento puede dañar a una persona sincera, ya que creer en ello puede acabar haciendo que caiga ante el engaño de los demás.
5. Falta de habilidades sociales: El sincericidio o demasiada sinceridad puede confundirse con una falta de habilidades sociales, lo que puede dificultar establecer relaciones con los demás. Esto sucede porque algunas personas pueden tener la creencia de que el exceso de sinceridad puede ser una señal de que desconocemos ciertas ‘reglas’ sociales, algo que en algunos cosos puede hasta molestar a los demás.

Los inconvenientes de ser demasiado sincero/a no tienen por qué ser del todo negativos, ya que, en realidad, la sinceridad es más un problema de los demás que de la persona honesta. Aun así, la mayoría de personas suelen evitar el sincericidio por presión social y no por falta de honestidad. Sin embargo, la sinceridad y la honestidad, a veces son ‘castigadas’ socialmente y pueden llegar a suponer un daño para la persona que lo practica. Por ello, es importante saber manejar esta habilidad.

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