Sofrología, ¿Qué es?

Quiero dar a conocer un método, paquete terapéutico en sí mismo, que utiliza la Relajación Dinámica como herramienta de trabajo. persigue el desarrollo armónico de la consciencia .

28 MAY 2018 · Lectura: min.
Sofrología, ¿Qué es?

Sofrología ¿Qué es?

Sofrología, ciencia que vio la luz por vez primera en Madrid, en 1960, en el recién creado Departamento de Sofrología Médica, de la mano de su creador Alfonso Caycedo. Departamento perteneciente a la sección de Medicina Psicosomática del Hospital Provincial de Madrid, siendo la primera en España dedicada a este tipo de trastornos. Caycedo inició su vida profesional como psiquiatra del equipo del Dr. López Ibor, que fue su maestro y quien más le animó a perseverar y estudiar para poner en marcha lo que sería la tarea vital de Caycedo.

Nacido en Bogotá, vino a Madrid para estudiar Medicina. En sus primeros años de ejercicio de la profesión pudo comprobar lo rudimentario de las técnicas empleadas con los pacientes psiquiátricos, la carencia de fármacos y la falta de recursos económicos en un país que se recuperaba de una guerra. Su interés no sólo era por la Medicina: también le interesaba la filosofía, especialmente el Existencialismo y la Fenomenología de Husserl y Heidegger. Decidido a conocer de cerca este enfoque para los tratamientos psiquiátricos, se traslada al Hospital Psiquiátrico de Viena donde empieza a trabajar con el equipo médico de Binswanger, psiquiatra que había introducido el pensamiento fenomenológico en la investigación de la consciencia enferma. El método era diametralmente opuesto a lo que se utilizaba en España, pero aún así, Caycedo pensó que debía humanizarse más la práctica en los hospitales y en la formación de los futuros psiquiatras. Gracias a la influencia de su esposa, practicante de yoga, resuelve iniciar un viaje a Oriente que le llevaría a estudiar sus diferentes corrientes de pensamiento.

Viaja primero a India donde entra en contacto con los yoguis más afamados y con cierto rigor científico. Estudia la práctica de la meditación integrada en lo cotidiano como una tarea más. Ve con asombro cómo su maestro, un anciano yogui se levanta con el sol para practicar sus ejercicios. Un anciano que nunca había estado enfermo y que se movía como si tuviese 40 años. Le preguntó al respecto y el yogui le contestó: "Siempre hago mis ejercicios diarios porque cuanto más conozco mi cuerpo, más se amplía el campo de mi consciencia". Esto era lo que Caycedo buscaba: tratamientos que integrasen cuerpo/mente, teorías y prácticas médicas que considerasen al hombre de una manera integral física y emocional, que respetasen nuestra esencia humana.

De aquí pasa a estudiar meditación budista y después a Japón para estudiar meditación zen. Tres años después vuelve a España y comienza a trabajar en la creación de una nueva ciencia que llamó Sofrología, palabra derivada del griego sos-fren-logos, o "estudio de la conciencia en armonía". Adaptó las técnicas orientales a nuestra mentalidad europea y elaboró el método de trabajo de la sofrología, que llamó Relajación Dinámica, porque dinámica es nuestra consciencia siempre cambiante, siempre en evolución. Habla por primera vez de "Conciencia Sofrónica" en la que lo natural es la salud, en la que brillan nuestras capacidades mentales, la concentración, el análisis, la capacidad de anticipar y planificar, la autoestima, el autocontrol emocional, etc. La Relajación Dinámica es el método para acceder a esa Conciencia Sofrónica que nunca debimos perder.

Su entrenamiento y aprendizaje consta de tres grados. El primero, basado en el yoga, es el primer acercamiento a la técnica. El segundo, más meditativo, está basado en la meditación budista, y el tercero, basado en la meditación zen se convierte en el método personalizado para cada uno e incorpora las nuevas posturas de meditación.

Concede gran importancia a la respiración diafragmática y promueve la permanencia en el momento presente. Porque, dice: "la no permanencia en el presente convierte el pasado en una hipoteca y el futuro en una ansiedad".

Es una técnica de "atención plena", como tantas otras que están ahora de moda y cuya práctica se ha extendido en unos pocos años. La diferencia es que la Sofrología no pretende la relajación por sí misma, sino lo que podemos conseguir a través de ella; es una manera de estar en el mundo que se instala en nosotros y que podemos utilizar siempre que la necesitemos. No son necesarias varitas de incienso ni música, sino que pretende que podamos permanecer en la calma en cualquier situación: en un examen, una entrevista de trabajo o una discusión. Y, algo que me parece muy importante: es un invento español que no ha tenido el reconocimiento que merece.

Desde que la conocí (allá por los años 70), la Sofrología me ha acompañado y me ha ayudado en mi crecimiento como persona, en mis tareas cotidianas, me ha enseñado una forma más humana de estar en el mundo, a tomar conciencia de que es necesario cuidarnos y cuidar nuestro entorno, a dar gracias a todo lo que la vida me trae (lo bueno y lo no tan bueno). Creo que es tan necesario el sosiego y la serenidad que aporta, que hoy dedico mi vida a su enseñanza: la acerco a las personas de forma individual, pero también a colectivos en centros de salud, talleres de formación y el mundo de la empresa.

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Escrito por

Ana María Alarcón

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