Superar las preocupaciones o dejar de pensar peligrosamente

Las preocupaciones están originadas por la emoción de miedo basadas en la creencia de una gran amenaza futura o presente sumada a una creencia de impotencia personal ante como enfrentarse a ella, por ejemplo, cómo hacer frente a una posible situación de paro, a una ruptura de una relación, a la pérdida o la enfermedad.

Estas personas padecen un estado de hiperideación regular que incide negativamente en todas las áreas y ámbitos de su vida desde las relaciones personales hasta la conciliación del sueño.

Desde el punto de vista de la psicología clínica lo podemos encuadrar dentro del denominado "trastorno de ansiedad generalizada" caracterizado por una ansiedad persistente y una preocupación excesiva e incontrolada sobre cualquier cuestión de la vida por pequeño que sea. La persona puede darse cuenta y ser consciente de lo absurdo de sus preocupaciones y sin embargo no puede detener el malestar por si sola.

¿Por qué nos preocupamos?

Existen diferentes explicaciones para tratar de responder a esta cuestión. A continuación, señalaré el marco hipotético de comprensión de la preocupación con tres posibles explicaciones

1. La preocupación como evitación experiencial: La preocupación aparece como una falsa manera de búsqueda de alivio y como una forma de no enfrentarnos, de no exponernos o de evitar el miedo o la situación temida. El esfuerzo inútil en tratar de tranquilizarnos mediante la rumiación de pensamiento no supone mas que el mantenimiento en un estado de inacción que absorbe la energía psíquica y produce una aparente acción que no lo es.
2. Las preocupaciones tratadas como realidades. Existe una confusión, las creencias no son realidades, sino que son hipótesis sobre la realidad. La persona tiende a dar como validas sus creencias contaminadas por el miedo, de forma automatizada y sin cuestionarlas, lo que tiene como consecuencia la construcción de una realidad catastrófica, basada en una amenaza en la mayoría de los casos inexistente y en el mejor de los casos sobredimensionada.
3. Preocupación como intolerancia a la incertidumbre. La persona no ha aprendido a sostener pequeños niveles de angustia dentro de sí mismo ante la falta de certeza. Este proceso no se ha resuelto y por lo tanto como en los casos anteriores se requiere un aprendizaje progresivo de contención e integración progresiva de la incertidumbre y el malestar.

La psicoterapia cognitiva ofrece un plan de tratamiento científicamente respaldado y un método claro para poder intervenir y resolver de forma eficaz las preocupaciones excesivas de la vida cotidiana. La psicoterapia cognitivo conductual interviene enseñándonos a pensar y cambiando las creencias y actitudes relacionadas con la emoción y te ayuda a descubrir el miedo básico que impulsa y sostiene la ansiedad.

Dr. Psi. RICARDO BRAVO DE MEDINA

Psicólogo Especialista en Psicología Clínica

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