¡Tengo fobia a aparcar!

La fobia a aparcar es más habitual de lo que nos pensamos y nos hace sentir incapaces o inútiles. Hoy os hablo sobre las causas, síntomas, consecuencias y qué hacer para superarla.

23 ENE 2018 · Lectura: min.
¡Tengo fobia a aparcar!

Pese a que desconozco o no tengo constancia de que aparezca ninguna terminología a nivel psicológico para este problema, es cierto que es muy común en la sociedad occidental y ya hay gente que lo designa "aparcofobia" o "paralelofobia" ya que en la mayoría de ocasiones ese miedo es mucho más agudo cuando el estacionamiento se tiene que hacer en paralelo, no en batería.

Y es que el miedo a aparcar, especialmente en grandes ciudades o núcleos urbanos, se presenta en 3 de cada 10 conductores españoles (según estudios realizados por marcas reconocidas de coches) y en uno de cada 10 conductores europeos. Es por este motivo que algunas marcas de vehículos han centrado sus avances tecnológicos en crear coches que faciliten la visibilidad mediante cámaras traseras, pitidos de alerta o incluso con la creación de vehículos que aparcan solos, ya que las cifras realmente son alarmantes.

Ahora que estás leyendo esto si no sufres este problema pensarás: "bah, seguro que no es para tanto" pero sí te encuentras entre esas personas que lo padece quizás piensas: "no soy un bicho raro, hay mucha gente como yo".

¿Qué síntomas se sufren si tengo "aparcofobia"?

Parece un problema menor, y muchas veces la gente no viene a terapia para tratar directamente este tema, es decir, no suele ser motivo de consulta aunque tiende a salir y acaba siendo un objetivo más de terapia. ¿Por qué no se consulta por este problema? Generalmente porque las personas que sufren esta fobia acaban renunciando a la conducción, muchos de ellos dejan de coger el coche y recurren al transporte público aunque eso suponga más tiempo e incomodidad.

Quien sufre "aparcofobia" siente una gran ansiedady estrés repentino que le puede llevar a la paralización o torpeza a la hora de realizar el estacionamiento de su vehículo. Esa paralización puede ser mental, es decir, la persona se desconecta emocionalmente y aunque lo está pasando mal en ese momento, actúa aunque sea peor de lo que sabe hacer, o puede ser física, incapacidad para realizar movimientos y dejar el coche parado en medio de la calle.

Los síntomas más habituales son: sudoración, palpitaciones, dificultad para respirar, escalofríos, entumecimiento de las extremidades o tensión muscular. En ocasiones la persona puede llegar a sufrir una crisis de ansiedad y quedarse totalmente anulada durante un lapso de tiempo, lo cual se puede intensificar si se produce una caravana y los coches empiezan a pitar o faltar el respeto.

¿Cuáles son las principales causas de este problema?

  1. Sentimiento de inseguridad y baja autoestima: la persona no se cree capaz de aparcar su coche, no siente que tenga las habilidades suficientes y duda de sus recursos, lo cual provoca ese bloqueo, falta de concentración y posterior aparcamiento torpe.
  2. Falta de experiencia al volante: Los conductores más experimentados no suelen presentar este problema. Quienes lo sufren suelen ser conductores noveles que sólo han tenido la experiencia de conducir el coche de autoescuela y al conseguir el permiso de conducción, no saben tomar las referencias de su propio vehículo. El problema es que como esta fobia genera síntomas desagradables, la tendencia es a evitar practicar el estacionamiento, y se acaba consolidando este problema que se solucionaría dándose derecho y experimentando.
  3. Priorizar a los demás antes que a uno mismo: Hay personas que tienden a pensar más en los derechos de los demás que en los propios. Quien sufre esta fobia suele ser así, sólo piensa en el rato que lleva esperando el coche de detrás, que le va a empezar a pitar y que va a molestar.
  4. Miedo al juicio externo: Aunque no conozca de nada a la persona que tiene detrás esperando o a quien está sentado en un banco mirando como estaciona, quien sufre "aparcofobia" suele tener miedo a lo que puedan pensar de él/ella en ese momento por su falta de habilidad.

¿Cuáles son las consecuencias de esta fobia?

Como he comentado anteriormente, mucha gente renuncia a la conducción por esta fobia. No obstante, quien no renuncia, sí que acaba haciendo conductas evitativas para protegerse de sufrir ansiedad. Algunos ejemplos son:

  • Conducir sólo de noche o los fines de semana porque hay menos tráfico y así no tiene que esperar los coches cuando tiene que estacionar
  • Conducir en entornos poco poblados para asegurarse de tener más tiempo de estacionamiento o menos miradas que puedan juzgarle
  • Aparcar sólo en batería para asegurarse poder hacerlo más rápido aunque eso suponga tener que caminar más o saltarse posibles aparcamientos
  • Alquilar o comprar una plaza de parking para no tener que exponerse cada día a aparcamientos exteriores
  • Coger el coche sólo cuando se sabe que va a poder dejar el coche en un parking público o en una zona que conoce perfectamente cómo se aparca
  • Conducir sólo su vehículo por miedo a no saber hacer el estacionamiento con otro

¿Qué se puede hacer si sufres esta fobia?

  1. Date permiso para aprender y cree en ti: Hay gente que tiene una especial habilidad pero si no es tu caso, piensa que si evitas practicar, no podrás mejorar tu soltura. Ponte en marcha y practica cada día, de esa manera te sentirás más suelto/a. Además, practica dándote la oportunidad de que te salga bien y cuando lo hagas, felicítate.
  2. Céntrate en tus avances y no en lo que aún no has logrado: Cuando consigas aparcar bien, recuérdalo y memoriza esos momentos. La idea es no centrarte en lo que te sale mal sino en lo que haces bien. De esa forma generarás buenas experiencias y poco a poco tu autoestima irá subiendo.
  3. Acepta la ansiedad: Es una sensación molesta y hay que intentar controlarla para que no nos desborde, pero la ansiedad es algo normal en el ser humano y hay que saber que tiende a desaparecer por sí sola. Para controlarla hay que relativizar los miedos, es decir, decirte cosas como: "si se esperan, que se esperen, yo tengo derecho a tardar en aparcar".
  4. Reestructura tus pensamientos: Piensa alternativas a esos pensamientos que te producen ansiedad. Por ejemplo, si piensas, soy un torpe el pensamiento alternativo puede ser: "hoy estoy aparcando lento, pero lo estoy intentando y poco a poco iré haciéndolo mejor, yo puedo, porque ayer aparqué más rápido y si lo he hecho un día, puedo hacerlo más veces".

Me gustaría acabar este artículo animando a toda la gente que sufre "aparcofobia" a superarla, ya que los límites nos los marcamos nosotros mismos, siempre podemos aprender. Y si no te ves capaz de superarlo solo/a, ya sabes, los terapeutas podemos ayudar a resolver este problema. Recuerda: quien la sigue, la consigue.

Encarni Muñoz Silva

Psicóloga sanitaria, colegiada nº16918

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Escrito por

Encarni Muñoz

Encarni Muñoz es psicóloga sanitaria, especializada en adultos y con más de 10 años de experiencia. Realiza terapias individuales y de pareja a partir de una corriente integradora. Su objetivo es dotar a la persona de recursos y ayudar a descubrir los que posee para mejorar su calidad de vida en el mínimo número de sesiones posible.

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Comentarios 2
  • ceci

    que gran verdad todo lo escrito

  • Mariné Cuellar

    En mi caso, creo que la frustración me ha dañado emocionalmente, es de verdad exhausto ver cómo mi papá y mi hermana se impacientan tanto cuando trato de aparcar porque ellos dicen que es algo tan fácil y que aprendieron a hacerlo sin la ayuda de nadie.

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