Trastorno de identidad disociativo (personalidad múltiple): ¿Qué es, cuáles son sus síntomas y cómo se trata?

Las personas con un trastorno de identidad disociativo suelen tener dos o más personalidades separadas. En las personas que experimentan esta personalidad múltiple, tienen otras identidades que controlan el comportamiento de una persona en diferentes momentos de su día a día. De esta forma cuando alguien sufre de este desorden disociativo suele experimentar lagunas en la memoria entro otros problemas.

Según las investigaciones, existe la evidencia de que el trastorno de identidad disociativo, anteriormente conocido como trastorno de personalidad múltiple, puede estar muy relacionado con la experiencia de un trauma severo durante la primera infancia de la persona que lo padece.

¿Qué es el trastorno de identidad disociativo (TID)?

El trastorno de identidad disociativo (TID) es una afección de la salud mental que afecta a la personalidad. De esta forma, la persona tiene una personalidad disociada de si, lo que conlleva que esta controle su comportamiento en diferentes momentos. En las personas que tienen esta personalidad múltiple cada una de estas ‘entidades’ tiene su propia historia personal, sus propios rasgos, gustos y aversiones. El TID  (antes denominado trastorno de personalidad múltiple) puede llegar a provocar lagunas en la memoria y sufrir de diversas alucinaciones.

Causas detrás del trastorno de identidad disociativo

Diferentes investigaciones indican que la causa detrás del TID o de este trastorno de identidad suele ser una respuesta psicológica a un estrés interpersonal y ambiental, sobre todo suele pasar durante los primeros años de la infancia. De hecho, muchos de los casos que derivan en este trastorno de la personalidad múltiple suele ocurrir debido a la negligencia emocional o un abuso durante la niñez.

Las investigaciones muestran que hasta el 99% de las personas que desarrollan una identidad disociativa suelen tener antecedentes personales reconocidos de trastornos o traumas recurrentes, abrumadores.

Síntomas de un trastorno de identidad disociativo

Existen una serie de señales evidentes que indican que una persona está sufriendo de una personalidad disociada. En muchos casos las personas cercanas a los que padecen el trastorno de identidad disociativo son las que se dan cuenta de ello. Entre los síntomas más comunes, los psicólogos destacan los siguientes.

1. Personalidad múltiple: El trastorno de identidad disociativo o trastorno de identidad múltiple se caracteriza principalmente por la presencia de dos o más identidades que toman el poder sobre el comportamiento de la persona. Tanto es así que podemos identificar en aquella persona que lo tiene diferentes actitudes que se diferencian mucho de su comportamiento habitual.
2. Amnesia: La persona que sufre de estos síntomas disociativos acostumbra a no recordar información personal que es importante. Además también pueden haber microamnesias en las que la persona puede no recordar una conversación justo después de que haya sucedido.   
3. Despersonalización: A menudo, las personas que suelen sufrir de este trastorno múltiple tienen la sensación de sentirse separados de su propio cuerpo, lo que se denomina como una experiencia extracorporal.
4. Desrealización: Cuando alguien está en una personalidad disociada suele tener la sensación de que el mundo no parece real o que parece lejano.
5. Confusión de la identidad o alteración de la identidad: El trastorno de identidad disociativo suele causar ciertas confusiones sobre quién es la persona en realidad. Por ejemplo, esto puede suceder cuando la persona tiene problemas para definir las cosas que realmente le interesan en la vida, así como los puntos de vista políticos o la orientación sexual de la persona.

La mayoría de personas que sufren de este trastorno de la personalidad múltiple o trastorno de la identidad disociativo suelen tener una personalidad ‘anfitrión’ dentro del individuo, mientras que las otras personalidad no suelen ser completamente maduras, sino que representan un ser más desarticulado.

Por otro lado, debido a la amnesia típicamente asociada con este trastorno de la personalidad disociativo, las diferentes identidades suelen recordar cosas distintas en función de quién estaba presente en esos instantes.

¿Es curable el trastorno de identidad disociativo?

Los expertos aun no tienen una cura para el trastorno de identidad disociativo. A pesar de ello, la idea de que el TID o esta personalidad disociada es imposible de tratar es un mito.

De hecho, el tratamiento de este trastorno de identidad puede ser de gran ayuda para mejorar los síntomas y ayudar a una persona a recuperar el control tanto de su propia vida como el sentido de sí mismo/a.

El tratamiento del trastorno de identidad disociativo suele enfocarse en los siguientes aspectos.

• Identificar y explorar fuentes de traumas pasados: Gracias a este paso se puede identificar el problema por el que surgió este desorden disociativo. De esta forma, junto al terapeuta se descubre el trauma que llevo a empezar este estado disociativo.
• Reconocer y replantear las distorsiones cognitivas: Las distorsiones cognitivas es un pensamiento que determina una creencia que no tiene por qué ser la realidad. De este modo, al reconocer este tipo de pensamientos, las personas pueden afrontar mejor un episodio disociativo.

• Tratar los efectos en la salud mental: El trastorno de identidad disociativo puede conllevar una serie de problemáticas que afectan la integridad, autoestima y seguridad del individuo que lo padece. Por lo tanto, a través de la terapia la persona puede paliar los efectos de este desorden disociativo.
• Integrar las identidades alternativas: Otro de los aspectos que se trabajan dentro de una consulta psicológica alrededor de este trastorno de la personalidad disociativa suele ser intentar integrar a las múltiples personalidades asociadas a la persona.

En algunas ocasiones el trastorno de identidad disociativo suele tratarse a través de medicamentos que pueden ayudar a la persona a controlar los distintos aspectos que pueden afectar la vida de quien lo padece.

El trastorno de personalidad múltiple ahora conocido como trastorno de identidad disociativo es una patología que debe tratarse a través de un especialista. Con trabajo, la persona podrá recuperar el control de su vida.

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