Trastorno por atracón: Tratamientos para afrontarlo

El trastorno por atracón es un trastorno de la conducta alimentaria al igual que la bulimia y la anorexia. Se conoce que los atracones son frecuentes tanto en la adolescencia como en las personas universitarias y es una problemática muy común en personas que suelen buscar tratamiento para bajar de peso. Perder el control sobre la ingesta en momentos puntuales podría ser un factor previo al desarrollo de este trastorno, que se caracteriza por al menos un atracón a la semana durante mínimo tres meses. 

Pese a que se puede llegar a pensar que el trastorno por atracón es fácil de gestionar, la realidad es que se ha encontrado que detrás de éste pueden haber factores genéticos que influyen en su desarrollo. Además, se ha constatado que la remisión sin tratamiento es significativamente menor que en el caso de la bulimia o la anorexia, por lo que al igual que todos los trastornos psicológicos, resulta imprescindible su tratamiento. 

Si llevas tiempo dándote atracones de comida y sintiéndote culpable por ello, sigue leyendo para descubrir qué es el trastorno por atracón, qué aspectos se relacionan con éste y cuál su solución. 

¿Qué es el trastorno por atracón? 

El trastorno por atracón (también llamado trastorno alimentario compulsivo o TAC), como ya hemos comentado, se caracteriza por comer en exceso durante un período de tiempo determinado (como, por ejemplo, durante una hora) y en este intervalo de tiempo hay una pérdida de control sobre lo que se ingiere. Para que se pueda diagnosticar de un trastorno por atracón se tienen que dar los atracones de comida de forma recurrente y también deben estar presentes al menos tres de los siguientes aspectos durante los atracones: 

• La persona come mucho más rápido de lo habitual.
• Come hasta que se siente desagradablemente llena.
• Come en exceso aunque no sienta hambre físicamente.
• Come únicamente debido a la vergüenza que tiene por la cantidad que ha ingerido anteriormente.
• Después del atracón se siente mal, avergonzado/a y deprimido/a. 

Bulimia y trastorno por atracón: Diferencias 

Cuando hablamos de atracones, nos podemos confundir con otro trastorno de la conducta alimentaria en concreto, con la bulimia. Pese a que ambos presentan períodos de atracones, la bulimia se caracteriza por compensar estos atracones con conductas inapropiadas como uso de laxantes, vómito, etc. y se acompaña con una alteración de la imagen corporal, lo que la diferencia del trastorno alimentario compulsivo. 

Factores de riesgo: 

En distintos estudios se ha encontrado que hay una serie de aspectos que aumentarían la probabilidad de padecer trastorno por atracón. Los más frecuentes son: 

1. Restricciones alimentarias: Restringir ciertos alimentos de forma habitual puede ser un factor de riesgo para desarrollar trastorno por atracón. Esto se debe a que durante la dieta la persona hace un esfuerzo considerable para evitar ciertos alimentos pero cuando siente malestar emocional como, por ejemplo, ansiedad, puede dar lugar a que se rompa la dieta y se coman en exceso todos aquellos alimentos que anteriormente se habían prohibido. 
2. Baja regulación emocional: La poca regulación de las emociones parece ser un factor crucial en el desarrollo de este trastorno. Las dificultad para gestionar ciertas emociones podría llevar a la persona a intentar regularlas a través de la comida.
3. Ingesta emocional: Relacionado con el factor anterior, determinados estudios afirman que las personas sin este trastorno regulan lo que comen a través de estímulos propioceptivos, es decir, señales internas que indican hambre y saciedad. En cambio, las personas con TAC regularían la ingesta a través de estados emocionales confundiéndolos con el hambre. Por ejemplo, una persona que siente ansiedad, podría confundir la ansiedad con el hambre.
4. Perfeccionismo: Pese a que se podría pensar lo contrario, se ha encontrado que las personas con trastorno de atracón, suelen ser personas muy perfeccionistas que dan mucha importancia a seguir normas personales estrictas como podría ser, no comer determinados alimentos.
5. Estereotipos relacionados con el peso: En la sociedad actual, la obesidad y el sobrepeso suelen ser motivos de discriminación. Se suele asociar de forma errónea que las personas con obesidad son vagas, poco inteligentes y demasiado emocionales. En ocasiones, las personas con sobrepeso u obesidad pueden internalizar estos estereotipos, es decir, identificarse con estos atributos debido a los estereotipos sociales. Esto acaba aumentando el riesgo de desarrollar atracones y mayores dificultades en la pérdida de peso. 

Tratamiento del trastorno por atracón: 

El tratamiento por atracón puede requerir la necesidad de un tratamiento farmacológico además del tratamiento psicológico. A continuación se detallan los tratamientos más utilizados: 

Tratamiento farmacológico

El tratamiento farmacológico ha mostrado tener buenos resultados para la reducción del número de atracones pero a corto plazo. No se han encontrado suficientes estudios que puedan confirmar que el tratamiento farmacológico por sí solo pueda reducir los atracones a largo plazo. Por lo tanto, pese a que en ocasiones, los fármacos pueden ayudar a la mejoría de los síntomas, la terapia psicológica es fundamental para que los cambios se puedan mantener a lo largo del tiempo. Los fármacos que han mostrado mayor efectividad son los antidepresivos como, por ejemplo, la paroxetina, la fluoxetina, la imipramina y el citalopram. En todos los casos deben ser recetados por un profesional cualificado que pueda realizar un seguimiento individual. Siempre hay que tener en cuenta que cada persona es distinta y que el tratamiento (ya sea psicológico o farmacológico), siempre debe ser personalizado.  

Tratamiento psicológico

En relación al tratamiento psicológico, hay distintas terapias que han mostrado ser eficaces para su intervención como las siguientes: 

1. Terapia cognitivo conductual: Esta terapia es la que en la actualidad mayor evidencia ha mostrado para la intervención del trastorno por atracón. En concreto, se suele utilizar una modalidad que fue diseñada en un primer lugar para la bulimia pero que también ha resultado eficaz para el tratamiento del trastorno por atracón. El principal objetivo de esta terapia es disminuir la frecuencia de los atracones de forma progresiva estableciendo una pauta alimentaria saludable, fortaleciendo estrategias de afrontación, reduciendo la evitación de ciertos alimentos y gestionando los factores desencadenantes de los atracones, es decir, aquellos aspectos que llevan a la persona a tener un atracón.
2. Terapia interpersonal: Esta terapia se basa en la idea de que, en ocasiones, las personas que presentan este trastorno es porque presentan malestar asociado a problemas interpersonales que conducirían al atracón. Por lo tanto, esta terapia se centra en trabajar posibles duelos no elaborados, habilidades sociales, estrategias para afrontar los conflictos interpersonales, etc.
3. Terapia dialéctica conductual: La terapia dialéctica conductual ha sido desarrollada específicamente para el tratamiento del trastorno límite de la personalidad. En concreto, para intervenir sobre los síntomas de impulsividad, dificultades en las relaciones sociales, etc. Sin embargo, esta terapia se ha adaptado para el tratamiento del trastorno por atracón mostrando buenos resultados. Además, se ha constatado que es habitual que las personas con trastorno límite de la personalidad presenten también trastorno por atracón. 

En ocasiones, el sentirse avergonzado/a por la cantidad ingerida y por no haber podido controlar la ingesta, puede llevar a que la persona esconda lo que le sucede, dificultando así, la búsqueda de ayuda. Si presentas conductas de atracón, no dudes en contactar con un profesional para que pueda planificar un tratamiento eficaz para ti y pueda acompañarte emocionalmente. 

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