Un punto de luz

Un punto de luz en una situación "complicada"

Como consultora de recursos humanos, he hecho miles de entrevistas por videollamada.

Las personas entrevistadas se preparan, se visten de forma presentable, cuidan el entorno que tienen alrededor para ofrecer, en conjunto, una buena imagen que complete aquello que se dirá en la entrevista.

Hoy ha pasado algo que me ha emocionado, haciéndome saltar las lágrimas. Os cuento:

La entrevistada, madre de 23 años, cuyo último contrato finalizó el sábado y su hijo, no más de 1año y medio de edad. Ya me avisó de que en la videollamada, su hijo estaría "por allí".

Todo ha ido según lo habitual en estos casos. Se oía al bebé jugar al fondo del salón.

El niño iba cada haciendo cada vez más ruidos. Su madre no se inmutaba e impasible, seguía el ritmo de la entrevista, dando respuesta a todo lo que le preguntaba.

De pronto, me dice: voy a cogerlo. Intuyo que a ella, los "golpecitos" de su bebé ya la distraían y prefería traerlo a la entrevista.

De la forma más natural del mundo, como si fuéramos amigas, ha incorporado al niño a la entrevista, sentándoselo en el regazo y ha seguido, con el mismo tono, la entrevista.

La emoción máxima ha llegado cuando el niño ha buscado su pecho y ha empezado a mamar. Ella seguía hablando, con la mayor normalidad del mundo.

Me ha emocionado el que no haya sentido vergüenza por darle el pecho en una entrevista de trabajo. Por normalizar lo que debería de ser, de partida, lo más natural del mundo aunque algunos no quieran verlo o sientan rubor al ver un seno al descubierto. Y porque de tan normal, no ha comentado nada, ni el sentirse orgullosa como madre de hacerlo, ni vergüenza por el momento en el que lo hacía, ni nada de nada.

Simplemente, estaba alimentando a su bebe. Y nada más.

Sin ánimo de parecer feminista, ni defensora de la lactancia materna, ni abanderada de ninguna casusa, quiero compartir este momento tan bonito: A veces, lo más sencillo, es lo que más emociona.

Un punto de luz en un día complicado, en el que la sociedad española está nerviosa por ser el tercer día de confinamiento, por empezar a sentir ansiedad y miedo a la incertidumbre, un día donde las expectativas no son nada positivas, donde ella se jugaba un puesto de trabajo y ha sabido manejar con soltura tanto la entrevista como a su hijo sin más aspavientos, con naturalidad.

Ojalá veamos lo importante en lo más simple y en lo más natural. Y ojalá esta crisis sea un camino que nos acerque a lo esencial.

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