Tengo 30 años y no consigo tomar una decisión sobre mis relaciones sentimentales.
Va a hacer 4 años que empecé con un chico. Me enamoré mucho, pero él al principio me engañaba con su ex novia. Estuvimos casi 3 años de idas y venidas, cada dos o tres meses teníamos una crisis y casi siempre lo dejaba con él “definitivamente”. Pero él siempre volvía a mí, destrozado y diciéndome que todo iba a cambiar. Yo le creí muchas veces y por eso volvíamos. Pero acabó creando en mí un inseguridad muy grande, y le leía sus mensajes porque siempre sospechaba de él. Y siempre que miraba acertaba: o se veía con su ex sin decírmelo, o tonteaba con otras personas, además de mentirme en tonterías porque “me iba a enfadar”. Nunca era capaz de reconocerlo hasta que se veía entre la espada y la pared.
Por otro lado, no conseguía estar feliz del todo a su lado por su carácter y su manera de ser con mis amigos y porque no me motivaba.
Sin embargo, le quería, y sufrí tanto por él que estuve yendo al psicólogo casi un año. No conseguía alejarme de él a pesar de todo porque aunque yo le dejara y era muy clara en que no volvería nunca, él no ha dejado de escribirme (ni siquiera a día de hoy) y de llamarme para que volvamos.
Hay cosas de él que me gustan: me atrae muchísimo y el sexo nunca me ha ido mejor con otra pareja, es una persona responsable, con un buen trabajo, una casa, muy cariñoso, limpio, ordenado y le veo como un padre responsable.
He conseguido estar más segura de mí misma en los últimos meses, en parte porque he conocido a una persona que está muy enamorada de mí y en la que confío al 100%. Me motiva y es muy divertido y me gusta mucho estar con él. Sin embargo, el sexo es un problema y ya con el poco tiempo que llevamos no suele apetecerme. Además, es un persona muy inestable laboralmente y un poco dejado en la convivencia.
Mi ex me sigue insistiendo y lo está pasando realmente mal, está llegando a su límite (es muy depresivo con este tema) y yo sigo hablando con él. Empiezo a creer que esta vez ha cambiado de verdad y que con lo mal que lo está pasando y todo lo que me dice, es verdad que me valora más y que esta vez podría funcionar; que me va a dar lo que le pedía antes. Confío en que con todo lo que ha pasado no va a hacerme daño nunca más.
No soy capaz de tomar una decisión y centrarme en el que sea de los dos, pero centrarme.
Sé que hay más personas en el mundo y que no tiene que ser ninguno de los dos, pero por un lado, tengo una edad en la que me empiezo a plantear tener hijos y por otro no quiero seguir haciéndoles daño. Necesito decidir y no puedo. Siempre me ha costado mucho tomar decisiones.
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4 DIC 2014
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Hola Simba,
Con lo que explicas me parece que estás en un mar de dudas, y que esta situación no es nueva para ti. Una pista de respuesta podría ser a partir de ese comentario que haces sobre la necesidad de centrarte en el uno o el otro. ¿Y por qué no centrarte en ti para empezar?
Pregúntate como quieres estar dentro de 1 año. Y establece los pasos que tienes que dar para llegar a eso. Como una hoja de ruta personal.
4 DIC 2014
· Esta respuesta le ha sido útil a 0 personas
Hola,
Lo que tienes que saber, es que nadie puede tomar una decisión así por ti. Tu eres la única que debe decidir.
A veces, cuando estamos entre dos caminos, podemos realizar un balance decisional de los dos, para ver los pros y los contras de cada uno. Es decir, hacer una lista, con los beneficios de tomar una decisión y las consecuencias negativas de otra. Pero en el caso del amor, es más complicado, porque no solo esta la razón, sino también están en juego las emociones.
Lo que si tienes que plantearte, es que uno de los componentes mas importantes para que una relación de pareja pueda funcionar, es la confianza mutua. Sin ella, es muy difícil que pueda ir bien.
Por otro lado, la edad no tiene que ser un motivo por el que tengas que tomar una decisión prematura. A veces, se necesita tiempo para tener claras las cosas y tomar una decisión final. Puede ser que todavía no estés preparada para decidirte.
Pero sobre todo, al final, debes tomar la decisión que tú tengas clara y nadie más.
4 DIC 2014
· Esta respuesta le ha sido útil a 1 personas
Hola Simba,
Por lo que escribes sobre la relación con la primera persona parece que fue inestable, ya que mencionas "idas y venidas". Hay parejas que funcionan así y ambos se sienten cómodos. ¿Te sentías bien con ese tipo de relación o por el contrario desearías estabilidad?
Cuentas que en distintas ocasiones rompiste la relación definitivamente, pero que al final por insistencia de él volvías. Cuando alguien decide romper una relación definitivamente suele tener unas razones que llevan a la ruptura, por ello, una razón para volver es que dichas razones se hayan modificado. Lo que ocurre es que si las “modificaciones” de las razones que llevaron a la ruptura se encuentran en la otra persona y no en nosotros mismos no suele funcionar.
Me refiero a que si la otra persona poseía (llamémosle) rasgos que no te gustaban o no encajaban contigo, de modificarlos, los habría modificado cuando todavía se mantenía la relación. Esto se debe a que hay comportamientos que a los demás les duele, es posible que estemos dispuestos a cambiarlos por que le duelen a la otra persona, a veces no estamos dispuestos a cambiar, pero... ¿realmente podemos esperar cambios reales cuando ya se dio una ruptura "definitiva"? El momento de cambiar, tanto nosotros mismos como nuestras parejas es en la relación a favor de una mejor convivencia, amatoria, relación, etc.
Basada en tu propia experiencia, habiendo dejado la relación en varias ocasiones y habiendo vuelto a ella con promesas de cambios ¿por qué crees que en ésta ocasión sí que se han dado esos cambios?
Cuando una pareja rompe se produce en cada miembro de la pareja un proceso de desvinculación, donde los lazos que os unían como pareja se rompen. Esto no quiere decir que no pueda pasar a ser otro tipo de relación como amistad, laboral, vecino, etc.
Hay personas que para que se pueda dar un buen proceso de desvinculación necesitan tiempo y espacio de la otra persona. Si no se da ese proceso de desvinculación quedaremos “enganchados” a esa persona, pudiendo dificultar futuras relaciones de pareja.
Por lo que escribes ninguno de los dos ha tenido ese proceso ¿desearías que se diera?
Cuentas que ahora estás con otra persona, de la cual consideras que posee unas facetas que te gustan mucho y otras que te gusten menos. Aunque resaltas que en los encuentros eróticos no suelen apetecerte. Con los deseos eróticos pasa como con todo en la vida, a veces tenemos más ganas y otras menos, lo cual no tiene que conllevar una carga negativa.
También hay que aceptar que al comienzo de las relaciones no se sabe que le gusta al otro ni el otro sabe que nos gusta, por lo que con tiempo y con ganas de conocerse las relaciones eróticas suelen ser más satisfactorias para ambos.
La decisión de con quien quieres compartir tu vida, en caso de que decidas compartirla y a que niveles es tuya.
Por otro lado hablas de maternidad. Existen muchos modelos de familia y diferentes formas de plantearse la maternidad. Hay mujeres que deciden ser madres ellas, teniendo o no una pareja. Depende de lo que quieras de la maternidad te lo puedes plantear de distinta forma.
Si crees que necesitas ayuda o hablar más extensamente sobre ello puedes evaluar el buscarlo en un profesional, en este caso un sexólogo o sexóloga, ya que una contestación por mail puede que no te resulte completamente satisfactoria.
4 DIC 2014
· Esta respuesta le ha sido útil a 1 personas
Buenas tardes,
En primer lugar comentarte que la situación que planetas es más común de lo que la gente piensa. En ocasiones las personas se ven "atrapadas"entre lo pasional y lo racional, en tu caso se ve bien reflejado entre la situación con tu ex y la persona nueva que ha entrado en tu vida.
Aunque veo que ya has acudido a un psicólogo anteriormente, creo que la búsqueda de un profesional externo te va a ayudar en esta toma de decisiones.
Mi recomendación en cualquier caso es que no pienses tanto en lo que te pueden dar o no otras personas, y que te centres en lo que tu creas que es mejor para ti, asumiendo la decisión que tomes.
