17 AGO 2015
· Esta respuesta le ha sido útil a 0 personas
Buenos días,
Leyendo los comentarios de Genaro, me resultan muy familiares, pues yo padezco del mismo pesar, quiero decir, que comprendo perfectamente todos los razonamientos que exponen los expertos en psicología para no pensar de esa forma, y nadie mejor quien lo padece para saber lo dañino que es pensar así para uno mismo. Soy una persona muy inteligente, tengo dos carreras y tres doctorados en ciencias, por lo que podéis suponer que soy una persona tremendamente lógica, pero los sentimientos, el dolor en el pecho y la ansiedad por temas del pasado de otra persona no tienen ninguna lógica, sin embargo, no consigo que ese hecho indiscutible me alivie.
Yo realizo el siguiente razonamiento: la primera persona a la que te entregas, le das algo muy especial, es una experiencia única e irrepetible por lo que siempre quedará grabada en tu mente, y a medida que se lo entregas a más personas, se va convirtiendo en algo menos especial, con lo cual, cuando dicha persona se entrega a ti y eres el 4º, el 5º o el vigesimotercero, te resulta muy difícil pensar que lo que está haciendo contigo sea algo único y especial, al menos para ella.
Aquí quiero hacer un inciso para decir a toda aquella mujer que pueda estar leyendo esto y tenga la cruel y precipitada tentación de tachar a alguien con mis inquietudes de machista, que aparte de cruel es un definición incorrecta, machista es aquel hombre que piensa que es superior a las mujeres y no es mi caso, creo que mi pareja tiene muchas virtudes y en muchos aspectos es mejor que yo, además, me sentiría igual si mi pareja fuera un hombre al que quiero en vez de una mujer a la que quiero.
Tras el inciso, continúo: sé identificar mis pesares que tienen dos vertiente, primero, la que ya he comentado, y la segunda es el no haber disfrutado de mi juventud como lo han hecho otras personas, principalmente por mi carácter introvertido y mi ambiente social, y reconozco que puedo sentir celos del pasado de mi novia.
No hace falta que pongáis de relevancia la contradicción, por un lado me duele que mi novia o mujer (porque llevamos más de 12 años juntos) haya tenido un pasado tan “intenso”, llamémoslo así, y a la vez me duela no haber tenido yo un pasado parecido. El que reconozca esta contradicción no hace que esta carga sea menos pesada.
Hace dos años, no estábamos bien y mi novia empezó a quedar con alguien de su pasado, cuando lo supe, lo pasé muy mal, vamos, tuve un ataque de ansiedad que tuvo que ser tratada, y por un par de meses perdí algo el rumbo, no tengo pensamientos violentos como Genaro, pero es como si ya no importase nada más, me arrastraba al trabajo y me arrastraba de vuelta a casa, empecé a jugar mucho dinero a juegos de azar por internet, y en un momento de rabia me registré en todas las páginas de citas de internet que pude.
Mi novia y yo, lo arreglamos y me juró y perjuró que solo había quedado para hablar porque se sentía desplazada por mí. Es cierto que cuando tengo un proyecto gordo, un artículo o trabajo me encierro mucho en hacerlo, pero no dejo de ser atento y cariñoso por ello. En definitiva, que esa acción de mi novia, solo hizo incrementar mi angustia y pesar, y empecé a pensar que debería quedar con una de las chicas que habían contactado conmigo por esos chat de citas, en principio por una rabieta infantil (“yo también puedo quedar con otras chicas”), pero después porque no desaparecía mi angustia y llegué a creer que quedar con otra persona me aliviaría. Así lo hice, quedé con una chica de 20 años (yo tengo 35) a la que le conté todo lo que me pasaba al igual que lo estoy contando aquí, y se mostró muy comprensiva. Tras quedar un día en una ciudad cercana a la mía para tomar un refresco y hablar, decidimos quedar en una siguiente cita en un hotel, la noche antes no pude dormir, llegué al hotel muy nervioso, pero subimos a la habitación, me estaba forzando a mí mismo a hacer algo que no quería hacer, la chica trataba de calmarme pero yo estaba totalmente tenso, tanto que no hicimos nada a parte de darnos un par de besos.
Cuando volví a mi casa sentí rabia de mí mismo, pensé que si no era capaz de hacerlo nunca podría experimentar lo que se siente y nunca podría calmar mi angustia, y no podré estar planamente feliz con mi pareja.
Y aquí sigo, más o menos igual, espero que no os haya aburrido mucho con mi vida sentimental, y lo he contado principalmente para desahogarme un poco, aunque siempre tengo los oídos dispuestos para un buen consejo.
Un saludo amigos y tratad de ser felices,
Un tonto sentimental.