Cuando tu cerebro aprende a no echar de menos (desapego)
Buenos días.
Llevo unos años viviendo fuera de España. Conozco el Síndrome de Ulises, y la mayoría de emigrantes lo sufren, echan irremediablemente de menos su país, su familia, etcétera. En mi caso, ninguno de los ejemplos me sirve, sufro el síndrome opuesto. Yo nunca tuve que cerrar una etapa, sufrir duelo, porque mi cerebro simplemente decidió dejar de sentir completamente.
No echo de menos ni a mi familia, ni España, ni tengo deseos de volver. Ya son siete años. No tengo nada en contra de España, no me produce rechazo, no estoy enfadado con mi familia.
Mi madre cuando tenía unos 23 años, dejó toda su vida, y decidió irse a vivir con mi padre al sur de España, a su pueblo, allí yo viví toda mi infancia. Ella nunca me mostró signos de echar de menos su tierra, era como si hubiera metido toda su vida anterior en una caja y hubiera echado el candado. Tampoco a sus padres, hablaba con ellos de vez en cuando. Todos los recuerdos los tiraba a la basura, despojándolos de cualquier vínculo.
Más adelante, mi madre ha vuelto a emigrar un par de veces más, creo que no tiene ningún sitio al que volver, por lo cual es como si no le afectara. Mi padre también lo ha hecho, cuando se divorciaron, él se fue a vivir a otros sitios, sin tener mucho contacto con sus padres.
Obviamente, yo he aprendido ese esquema desde que era pequeño. Y al final me vine a vivir a otro país, no obligado, simplemente yo lo decidí.
Y ahora es cuando me asusta el tema. Debe de ser maravilloso no sentir añoranza o echar de menos nada. Bueno, acarrea muchos problemas.
A mi alrededor veo a españoles quejándose, deseando volverse, llorando por no ver a su familia, y a mí lo que me preocupa es, ¿Me he convertido en un robot?
Considero que soy un chico muy sensible, muy empático, y que no debería tener problemas en este aspecto. De hecho, no me cuesta nada hablar de sentimientos, me encanta hacerlo.
Este desapego, ha ocasionado que no me importe estar en soledad y en mi mundo días y días, y me tenga que obligar a ver a mis amigos (que tengo muchos, por cierto, pero que no echo de menos)
Ahora, mi problema, tengo pareja, y creo que es una persona maravillosa, que cuando estamos juntos noto que siento algo en mí. Pero, cuando no nos vemos, de repente, no echo de menos, es como si desapareciera. No estamos juntos porque tenga miedo a quedarme solo porque, como ya os he contado, no tengo miedo a la soledad.
Tengo miedo, porque, al aprender consistentemente a no echar de menos nada, ahora que veo lo importante que es mi pareja, solamente y únicamente lo siento cuando nos vemos, punto. Si no, no siento nada. Si corto, sería la persona más estúpida del universo.
Esto creo que está causando problemas en mi relación, es difícil de explicar, soy un caso muy particular y aislado. Si fuera por mi corazón, podría sobrevivir sin mi pareja y sin nadie. Pero veo que es absurdo y que entonces estaría abocado a estar solo para siempre, porque no conecto con nada o nadie, estoy desconectado. Sé que no ha funcionado a mis padres ser así, y no quiero repetir sus errores, por eso quiero actuar de manera diferente, no escapando como ellos. Quiero aprender a asentarme y vivir feliz con mi pareja.
Y cuando no nos vemos siento que no quiero a esta persona, lo cual me asusta.
Normalmente, las personas posesivas y celosas suelen pedir más y más tiempo a su pareja porque necesitan estar a su lado y son dependientes. Por mi parte, estoy actuando igual que una persona posesiva, porque si no nos vemos, voy a acabar no sintiendo nada y acabando con nuestra relación, lo cual es absurdo, me estaría boicoteando a mí mismo. Entonces, le pido más y más tiempo juntos por ese miedo a mis propias reacciones.
Cuando lo dejé con mi ex pareja, nunca le eché de menos, no me faltaba, solamente sentía tristeza y odio.
No sé qué hacer, no sé si echar de menos es una bendición, o una maldición. Solamente he encontrado información sobre qué hacer cuando se echa de menos, pero no hay por ningún sitio cómo atajar mi problema.
¿Alguien sabe qué puedo hacer?