Hace 6 meses tuve un bebé, y aunque el primer mes fue maravilloso, a partir de entonces me empezó a dar miedo a hacerle daño. Fui al psicólogo y psiquiatra y me dijeron que tenía fobias de impulsión. No tomo medicación por no dejar la lactancia. Tras meses con unos pensamientos horribles, sin apetito y sufriendo empecé a encontrarme mejor, hasta hace un par de días, que me vino a la cabeza el pensamiento de que si se dice que los miedos se superan enfrentandote a ellos, si yo tengo miedo a hacer daño a alguien, tengo que hacerle daño para superarlo. Este pensamiento me aterra y ha ido creciendo y dando lugar a otros nuevos. Si tengo miedo a tirarme por una ventana para vencerlo me tengo que tirar, si tengo miedo a chocarme con el coche tengo que chocarme para vencerlo. Necesito ayuda urgente, estos pensamientos me están matando y ahora me da pánico estar a solas con mi hija cuando ya había superado esa etapa.
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22 MAR 2018
· Esta respuesta le ha sido útil a 7 personas
Hola Sandra;
No sabemos a que profesionales fuiste, pero desde luego a ningún tratamiento. Quizás fuíste muy poco tiempo.
Tienes pensamientos obsesivos, algunos lo llaman fobias de impulsión, pero es un problema obsesivo u obsesivo compulsivo dependiendo de que haces para reducir la angustia de estos pensamientos que aparecen y no quieres tener.
Una técnica, pero que debe combinarse con otras, es enfrentarte al pensamiento, si es de dañar a tu hijo, es al pensamiento de hacerle daño, no a la conducta de dañarle. Esto por si solo es insuficiente pero es una técnica y como ves o no te la explicaron bien o no lo entendiste bien, por eso dudamos de que hayas seguido ningún tratamiento y menos que haya sido completo.
El problema es que crees que lo que piensas es real, que puedes hacer daño solo por pensarlo, que puedes perder el control porque este pensamiento te hace dudar de ti misma. Es un pensamiento, no es la realidad.
Tienes que aprender a dejar pasar estos pensamientos, sin oponerte ni evitarlos, y es posible que haya otros aspectos que necesites aprender y tratar, pero que no tenemos información para orientarte mejor.
El tratamiento psicológico es necesario y muy eficaz, pero debes seguirlo hasta el final, no una consulta ni dos. Puedes deshacerte de este problema, pero cuesta, aunque siempre te merecerá la pena.
Un saludo.
23 MAR 2018
· Esta respuesta le ha sido útil a 2 personas
Hola Sandra,
Imagino que pensar eso debe hacerte mucho daño y te resultará complicado estar bien.
Te explico un poquito. Aunque no lo creas hay más padres y madres de los que puedas imaginar que comparten los mismos miedos que tú tienes. Sé que resulta extraño tener este tipo de pensamientos porque la gran mayoría de los padres lo que quieren es proteger a sus hijos. Pero es que los padres que tienen este tipo de pensamientos también quieren proteger a sus hijos y jamás de los jamases quieren hacerle daño.
Quizás te preguntes y, entonces, ¿por qué se nos pasa por la cabeza este pensamiento tan horrible? Esto sucede porque te resulta tan terrible, tan espantoso, tan incomprensible que una madre o padre dañe a su propio hijo que esto te lleva a preocuparte en exceso por este tema y lo que consigues es preocuparte porque en algún momento se te vaya la cabeza y termines convirtiéndote en el monstruo que más temes, pero esto no sucederá.
No sucederá porque es tan solo un pensamiento, un pensamiento producido por tu miedo a poder llegar a hacer algo terrible. Intentar evitar este pensamiento no te ayudará, pues es automático y cuanto más intentes evitarlo más ansiedad sentirás y, en consecuencia, más incapacidad para evitarlo.
Mi consejo es que cuando se te venga a la cabeza te digas a ti misma “es tan solo un pensamiento y los pensamientos no tienen por qué llevarme a la acción” “en muchas ocasiones pienso de un modo y actúo de otro” “el pensar esto no me hace mala madre, probablemente, lo piense porque para mi sería horrible que pasara y este mismo miedo hace que surja el pensamiento”.
Cuando un psicólogo dice “enfréntate al miedo” lo que quiere decir es que aceptes tu miedo y no evites sentirlo, quédate en la situación, de este modo, el miedo empezará a bajar y te darás cuenta de que está en tu cabeza. Si huyes o evitas estar con tu bebé el miedo se hará más fuerte porque te estarás diciendo “no le hago daño porque no estoy con él” y no es así, no le haces daño porque pensarlo no es hacerlo y la realidad es que no le quieres hacer daño, por eso te preocupa.
Entonces, si estás con tu bebé, cuidándolo y mimándolo y te viene el pensamiento no te alarmes ni llames a nadie para que os acompañe, no es necesario. Quédate allí y dite “es solo un pensamiento y este no controla mi conducta yo quiero a mi bebé y me viene el pensamiento porque me preocupa y asusta imaginar ser así”.
Mi consejo es que busques ayuda psicológica, pues es frecuente que si no realizas terapia este tipo de miedos los vuelvas a sufrir más adelante si no es con temas del bebé con otros temas que para ti sean horribles.
¡Ánimo otras personas sienten lo que tu sientes y lo han podido superar!
23 MAR 2018
· Esta respuesta le ha sido útil a 1 personas
Estimada Sandra, una manera de enfrentar al miedo no es luchando contra él como lo describes tú,(que tiene toda la lógica, visto de esa manera , que no tenga sentido) sino por el contrario permanecer en el miedo y experimentarlo sin querer evitarlo. Es decir, que si tienes miedo a dañar a tu hijo, no hagas nada para luchar contra el miedo sino simplemente espera a q pase. A veces el humor, comentar tus miedos a alguien de confianza o no ponerte bajo la necesidad de actuar puede ir haciendo que aprendas nuevas maneras de superarlo. Por otra parte, si tienes miedo a algo preguntate esto: “además de preocuparme por este miedo quw parece q no me deja o no se me va.... que cosas sí puedo hacer? Puedes cuidar al bebe? Puedes alimentarlo bien? Puedes elegir hablar sobre esto con pareja amigos familiares?”
Si piensas en lo que si puedes hacer dejarás de estar ocupada en lo que por el momento no puedes y te preocupa. Y vas a experimentar indirectamente, que “haces algo” y seguramente servirá para tu confianza ganar ese pequeño espacio de libertad frente al problema.
