La ex pareja de mi esposo lo manipula con el niño

me puedes elaborar una respuesta para la siguiente consulta:
La ex de mi esposo lo manipula con el niño (enojándose! Y no deja que lo vea solo cuando ella lo quiere) siempre todo es cuando ella quiere y como ella diga. Mi esposo siempre hace todo como ella dice no pone límites no le dice nada por no ser el malo y por temor que ella se moleste y sabe que le diga al niño de su papá o no deje que lo vea.
Porque si una vez le dice el que no o la enfrenta, ella se molesta lo sube en redes sociales como mal padre.
Yo estoy muy cansada ya he hablado con él en varias ocasiones y sigue sucediendo lo mismo y cuando externo mi opinión con ella. Me dice que yo no tengo que opinar que no es mi responsabilidad que no me meta. No me siento respaldada por mi esposo. Yo ya no quiero vivir en esta situación si me afecta. Pero también tengo dos hijos con él. Porque para dejarlo e irme que pienso sería lo mejor me resulta muy difícil. No sé qué hacer

Lo que cuentas refleja una situación muy desgastante a nivel emocional, donde sientes que quedas en medio de dinámicas que no controlas y que afectan tanto a tu pareja como a tu propia tranquilidad. Estar en una relación en la que la expareja de tu esposo marca las condiciones, mientras él evita poner límites por miedo a conflictos mayores, puede dejarte con una sensación de impotencia, de falta de apoyo y de que tus necesidades no se toman en cuenta.

Desde una mirada cognitivo-sistémica, es importante entender que no se trata solo de lo que hace su ex, sino de cómo se organizan las relaciones y los roles dentro de este sistema familiar. Cuando tu esposo evita confrontar por miedo, está reforzando una dinámica que al final también afecta al vínculo con sus propios hijos y a la relación de pareja. Y cuando a ti se te pide que “no opines”, se te excluye de un espacio que inevitablemente te impacta, porque convives con las consecuencias.

En estos casos, lo más constructivo es trabajar en varios niveles: que tu esposo pueda encontrar recursos para poner límites claros y coherentes con su rol de padre, que tú puedas expresar tus emociones sin sentirte deslegitimada, y que como pareja encontréis un lugar común desde el cual sostener a la familia. A veces, un espacio terapéutico de pareja o familiar puede ayudar a reorganizar estas dinámicas, de manera que no todo dependa de las imposiciones de terceros.

Es natural que pienses en marcharte como forma de escapar de tanto malestar, pero también es valioso explorar si todavía existen caminos para recuperar equilibrio y apoyo dentro de tu relación. No estás exagerando: tu agotamiento es una señal de que algo necesita cambiar, y reconocerlo es ya un paso importante.

Soy Riccardo Pagliara, psicólogo general sanitario, trabajo con adultos, adolescentes y parejas desde un enfoque cognitivo-sistémico. Si lo deseas, podemos verlo juntos en consulta y buscar cómo recuperar un espacio de respeto y equilibrio en tu vida.

Hola, gracias por compartir tu situación, entiendo perfectamente lo difícil y desgastante que debe estar siendo para ti.

Lo que describes es un caso de manipulación a través del niño, donde la ex pareja utiliza al hijo como medio de presión. Esto no solo afecta a tu esposo, sino también al bienestar del niño y, por supuesto, a ti como actual pareja. Es lógico que te sientas cansada, sin respaldo y con la sensación de que tu opinión no cuenta.

Es importante subrayar que el hecho de que tu esposo no ponga límites, por miedo a “ser el malo”, agrava el problema. Entiendo que quieras apoyar, pero la responsabilidad principal de establecer límites con su ex y de proteger la relación con su hijo recae en él. Tú no puedes cargar con todo el peso emocional de la situación.

Mi recomendación es que, además de seguir expresando lo que sientes a tu esposo, busquéis ayuda en terapia de pareja o mediación familiar, para que pueda entender la importancia de marcar límites claros y proteger tanto a su hijo como la estabilidad de vuestra relación. También sería recomendable que él mismo reciba orientación legal/psicológica sobre cómo manejar la manipulación en temas de custodia.

Para ti, sería muy positivo contar con un espacio terapéutico propio donde fortalecer tu seguridad y decidir qué pasos dar. Porque lo más importante es que tus necesidades emocionales también cuentan y tienes derecho a sentirte respaldada y respetada dentro de tu relación.

No es fácil, pero poner este tema sobre la mesa, como estás haciendo ahora, ya es el primer paso hacia un cambio real.


David Monsalve Llopis, Psicólogo General Sanitario

Hola, gracias por compartir lo que estás viviendo. Se nota cuánto dolor y cansancio llevas dentro, porque no es fácil estar en medio de una situación así, donde parece que todo gira en torno a lo que la expareja de tu esposo decide y tú sientes que no tienes voz ni respaldo. Que lo vivas de esa manera es totalmente comprensible, porque además de lidiar con las tensiones externas, lo que más duele es no sentirte apoyada por tu propia pareja.

Quiero decirte algo importante: tu malestar es válido. No es “meterte donde no te llaman”, es que esta dinámica te afecta directamente a ti, a tu relación y a tus hijos. Lo que estás sintiendo es legítimo.

Al mismo tiempo, es clave entender que la relación con el hijo de tu esposo y su expareja es algo que él debe gestionar. Tú no tienes que cargar con ese peso, pero sí tienes todo el derecho a expresar cómo esa dinámica te está afectando y qué necesitas para sentirte respetada y cuidada dentro de la relación.

Algunas ideas que pueden ayudarte:

- Habla con tu esposo desde lo emocional, no desde la exigencia. No solo sobre “lo que hace con su ex”, sino sobre cómo te sientes tú al no sentirte respaldada. Usa frases como: “Me siento sola en esto”, “Necesito sentir que me apoyas y que somos un equipo”.

- Marca un límite interno, no puedes controlar cómo actúe la expareja ni cómo responda él, pero sí puedes decidir cuánto de esa dinámica dejas que dañe tu paz y tu autoestima.

- Busca apoyo para ti. A veces, cuando la pareja no sabe poner límites, ayuda mucho que tú tengas un espacio propio de contención (psicológico, grupos de apoyo, amigas de confianza).

Sé que estás entre dos caminos que duelen... Seguir en una situación que te desgasta o pensar en una separación que también es difícil por tus hijos. No tienes que tomar una decisión inmediata ni en soledad. Paso a paso, lo más importante es que no te olvides de ti, de tu derecho a estar en paz, a sentirte valorada y a vivir en un entorno donde no estés constantemente al límite.

Te mando un abrazo grande, y ojalá encuentres poco a poco la claridad y la fuerza que necesitas

Buenos días,


Muchas gracias por compartir tu experiencia. En primer lugar, entiendo que está circunstancia este conllevando agotamiento y sufrimiento. Creo que en este caso, es muy importante plantear límites claros que no se tengan que transgredir. Sin embargo, por lo que comentas existe una falta de apoyo por tu marido, por lo cual podría ser óptimo realizar terapia de pareja que os permita gestionar un equilibrio.


Un abrazo enorme.

Gracias por compartir tu situación. Por lo que cuentas, estás viviendo un momento muy complicado, en el que te sientes agotada, frustrada y poco respaldada por tu pareja frente a la relación con la madre de su hijo. Es totalmente comprensible que te sientas así: sentir que no hay límites claros y que tu voz no es tenida en cuenta genera mucha ansiedad y desgaste emocional.

Por lo que describes, tu esposo parece estar priorizando evitar conflictos con la ex y la presión externa, aunque eso afecte la relación con su hijo y la tuya como pareja. Esto puede hacerte sentir que no hay un equilibrio ni un respeto hacia tu posición, y que tus necesidades emocionales quedan relegadas.

Algunas pautas y recomendaciones que podrían ayudarte:
- Comunicación clara con tu pareja: Es importante expresar cómo te sientes sin culpas, explicando que te afecta emocionalmente y que buscas un acuerdo para proteger la relación familiar y tu bienestar.
- Acuerdos prácticos y límites claros: Aunque la ex pueda reaccionar, es saludable que tu esposo establezca normas consistentes sobre la crianza y el tiempo con el niño, priorizando el bienestar del menor.
- Red de apoyo: Contar con amigos, familiares o grupos de apoyo puede ayudarte a sentirte acompañada y reducir la carga emocional.
- Reflexión personal: Preguntarte qué es imprescindible para tu bienestar y cómo puedes cuidarte dentro de la situación puede ayudarte a tomar decisiones más conscientes, aunque sean difíciles.
- Apoyo profesional: Un psicólogo o terapeuta familiar puede ayudar a trabajar estrategias de comunicación, límites y manejo de conflictos, y también acompañarte a ti en la toma de decisiones difíciles.

Recuerda que tu bienestar y tu salud emocional son importantes, y que cuidar de ti no significa descuidar a tus hijos. Buscar equilibrio y apoyo es válido, y tomar decisiones conscientes sobre lo que puedes tolerar o cambiar no te hace mala persona ni mala madre.

Hola,
Lo que describes es una situación muy desgastante, tanto a nivel emocional como en la relación de pareja. Es comprensible que te sientas cansada y sin respaldo cuando ves que tu esposo no pone límites claros frente a la manipulación de su expareja.

Cuando hay hijos de una relación anterior, lo ideal es que ambos progenitores puedan llegar a acuerdos estables y respetuosos, pero eso no siempre ocurre. Si la comunicación entre ellos está marcada por el miedo, el control o la manipulación, es probable que la dinámica se vuelva injusta y que afecte a la convivencia con la nueva pareja.

Quiero subrayar algo importante: no es tu responsabilidad enfrentarte a su expareja ni resolver sus conflictos. Esa es una tarea que le corresponde a tu esposo, y es él quien debe aprender a poner límites y buscar alternativas más sanas de relación con la madre de su hijo (por ejemplo, recurrir a mediación familiar o a un convenio regulador si no existe ya).

Tú sí puedes decidir qué necesitas y hasta dónde quieres sostener esta situación. Es natural que pienses en marcharte si te sientes sola en esto, pero antes puede ayudarte trabajar en terapia individual o de pareja. Ahí podrías:
- Explorar cómo comunicarte con tu esposo de manera más clara y sin reproches, para que él entienda que no es solo un tema de “su hijo”, sino de cómo su forma de actuar impacta directamente en tu bienestar y en la relación.
- Aprender a marcar tus propios límites: aunque no te toque resolver el conflicto entre ellos, sí puedes expresar qué no estás dispuesta a tolerar y qué necesitas para seguir adelante en la relación.
- Evaluar con apoyo profesional qué opciones reales tienes, tanto si decides continuar como si decides separarte.

No estás sola en lo que sientes. Tu malestar es válido, y merece ser atendido.

Un abrazo,

Hola;
Gracias por compartir tu situación, entiendo lo agotador y doloroso que puede ser convivir con una dinámica donde intervienen terceras personas y no sientes el respaldo de tu pareja. Lo que describes refleja una gran carga emocional para ti, ya que además de preocuparte por tus propios hijos, percibes que las decisiones en torno al hijo de tu esposo dependen únicamente de lo que la madre establece, generando tensión y falta de límites claros.
Es importante destacar que tu malestar es totalmente válido: sentir que no tienes lugar ni voz en la relación, y que no eres apoyada por tu pareja, inevitablemente afecta tu bienestar emocional. En este tipo de casos, suele ser necesario trabajar en dos niveles: por un lado, que tu esposo pueda aprender a marcar límites sanos con su expareja y establecer acuerdos claros respecto a la crianza de su hijo; y por otro, que tú puedas fortalecer tu seguridad emocional y encontrar estrategias para gestionar la ansiedad, la frustración y la sensación de desamparo que mencionas.
Si bien es normal que sientas dudas sobre qué hacer o incluso pienses en una separación, antes de tomar decisiones definitivas puede ser muy útil contar con un espacio terapéutico propio. Allí podrás trabajar tus emociones, clarificar lo que necesitas en la relación y decidir desde la calma y la seguridad, no desde el desgaste.
Quiero transmitirte que pedir ayuda ya es un paso valioso: cuidar de tu bienestar también significa cuidar de tus hijos y de tu capacidad para tomar las mejores decisiones. No estás sola en este proceso.

Un saludo cordial.