Tengo un hijo de 8 años que cursa 2º de primaria. Desde hace ya algún tiempo me cuesta horrores que haga los deberes o que no nos tiremos con ellos 3 horas. Lo peor es que hay veces que los hace sin problema terminando a una hora normal y otras veces parece como si se "apagara" y no pudiera continuar. He probado a que descanse 5 minutos, se dé una vuelta por casa y vuelva pero no funciona. Cuando ocurre eso se puede tirar toda la tarde en la silla sin hacer absolutamente nada.
Su profesora me ha dicho que en clase se despista mucho y que tiene que estar pendiente para que termine las actividades, cosa que muchas veces termina en el recreo o en casa. Me ha dicho que duda de que pueda pasar a 3º y a mí se me ha venido el mundo encima porque él entiende y sabe hacer las cosas muy bien excepto esas veces que parece desconectarse.
Respuesta enviada
En breve comprobaremos tu respuesta para publicarla posteriormente
Ha habido un error
Por favor, inténtalo de nuevo más tarde.
Reserva cita online inmediata por 40€
Recibe atención psicológica en menos de 72h con profesionales colegiados y eligiendo la hora que más se adapte a tus necesidades.
Mejor respuesta
18 MAY 2015
· Esta respuesta le ha sido útil a 0 personas
Hola Emilia,
Casos como el que está viviendo hay muchos y muchas son las causas por las que se producen este tipo de situaciones, siendo en contexto familiar una de las causas más importantes: un cambio familiar sea de domicilio, la lejanía o separación de los cónyuges, pérdida de algún familiar, situaciones de estrés familiares, un nuevo miembro se incorpora a la familia.
¿Cuál es la respuesta de su hijo? Vemos a través de su escrito que hay una conducta negativa delante de la autoridad y si se produce al menos no lo comenta hay una ausencia de castigo ante su negativa.
No estaría de más una evaluación de su hijo y del contexto familiar.
Juan
¿Te ha resultado útil?
¡Gracias por tu valoración!
3 respuestas
18 MAY 2015
· Esta respuesta le ha sido útil a 0 personas
Estimada Emilia,
Es normal que te sientas preocupada por la actitud de tu hijo; te aconsejo que, tranquilamente, analices la situación entre tú y tu familia y los profesores, tutor y orientador del colegio. Habla también con él, y pregúntale si está contento en el colegio, si juega en clase, si se aburre, si se lo pasa bien...un niño de ocho años habitualmente es espontáneo y alegre, cuenta la verdad y piensa con lógica.
Por otro lado, debes analizar si ha habido algún cambio en tu casa, en el ambiente familiar, por si le pudiera estar influyendo de manera que no pueda concentrarse para hacer las tareas. ¿Alguien nuevo está viviendo en casa? ¿Alguien se ha ido? ¿Habéis cambiado de domicilio? ¿Hay armonía en la familia, o hay algún problema familiar reciente?
En segundo lugar, habla más profundamente con los responsables del colegio, por si han observado algún cambio en los juegos de tu hijo, en su comportamiento en clase o en sus relaciones con los compañeros de clase, o con los profesores.
Si no hay ninguna razón observable para la actitud de tu hijo, acude a un psicólogo infantil con experiencia para que lo entreviste. Así te quedarás más tranquila y tendrás una evaluación y quizá una ayuda para algún tipo de tratamiento eficaz.
Confía en los profesionales. Te deseo mucho ánimo. Maite Campistegui. Psicóloga Pamplona.
16 MAY 2015
· Esta respuesta le ha sido útil a 0 personas
Estimada Emilia:
En primer lugar, le recomiendo derivar al niño para hacerle una evaluación psicopedagógica. Antes de actuar, es importante descartar cualquier tipo de déficit o trastorno que pueda presentar su hijo. Se trataría de evaluar su desarrollo cognitivo, personalidad, desarrollo social, desarrollo lingüístico, atención, estilo de aprendizaje, etc. Tal vez podamos detectar algo donde esté la clave de la intervención.
En caso negativo, en clase podemos ayudarle a cambiar su conducta. Acuerden entre usted y su profesora un sistema que consiste en que el niño anote en una hoja cuadriculada aquellas conductas que deberá cambiar. Por ejemplo, "terminar los deberes a tiempo". Por cada día que los haga a tiempo, le pondremos una cruz o un punto. Si además los hace bien en cuanto a respuestas, otro punto. Si acumula un minimo de 6 puntos esa semana, obtendrá un premio. Por cada punto que logre deberá ser felicitado. A la semana siguiente, exigirle más puntos, hasta que solamente se valore el que haya hecho bien los deberes y a tiempo, las dos conductas sumadas. Eso una vez que el niño haya adquirido la conducta de "terminar a tiempo los deberes". Ya entonces nos preocupamos de que los deberes estén, además, bien hechos. Si algún día falla, no quitarle puntos. Deberá sentarse a terminarlos, pero no recibirá punto ese día. Él puede registrar sus propias ganancias. Si tiene alguna afición, como por ejemplo los Pokémon, esos puntos pueden equivaler a pegatinas de Pokémon que va pegando en su registro. Sirven también como premio.
Puede, si es necesario, contar con un profesor particular que le ayude a trabajar y a crearse unos hábitos de estudio.
15 MAY 2015
· Esta respuesta le ha sido útil a 0 personas
Hola Emilia.
¿Has probado en hacerle un horario muy visual que incluya sus qué haceres, extraescolares (en caso de que las hubiera), tiempo de ducha, cena y ocio? Si no lo has probado, haced uno conjunto y explícale la importancia de seguir un orden y el tiempo. Al mismo tiempo, puedes ayudarte de lo que llamamos en Psicología una "economía de fichas". En una cartulina plantea los objetivos que hay que lograr. Estos deben ser cortos, simples y concisos, como ahora "mantenerme bien sentado mientras hago los deberes". Cada vez que lo consiga recibirá un refuerzo positivo (una verbalización o gesto) y, cada "x" (por ejemplo, 3) bien logrados seguidos, un premio para él, como ahora ir a comerse un helado. Es importante que no reciba este premio si no logra los objetivos, puesto que debe asociar que cada cosa bie hecha recibe una recompensa.
Esto os ayudará a que él asimile la importancia de lograr lo que se propone y que cuando una cosa se empieza debe finalizarse en un tiempo. Tened paciencia, sed amables con él, no entréis en verbalizaciones como "vaaaaaaa... eres un despistado..." (esto os distanciará de él y os dificultará el trato), y sobre todo ayudadle en sus dificultades.