Mi esposo quiere que lo engañe

Gracias por abrirte y contar algo tan íntimo; lo que expresas refleja sorpresa, desconcierto y hasta una cierta sensación de descolocación ante un cambio tan brusco en la manera en que tu pareja plantea la sexualidad. Es totalmente natural que te impacte: cuando alguien con quien has construido un vínculo afectivo sólido empieza a proponer prácticas o fantasías que rompen los límites que conocías, lo que se mueve no es solo el deseo, sino también la seguridad emocional y la percepción de quién es el otro dentro de la relación.

Desde una mirada cognitivo-sistémica, este tipo de situaciones suelen ser un punto de inflexión en la pareja. No necesariamente porque haya un problema en lo que él desea —el deseo humano es diverso y puede ser cambiante—, sino porque sus propuestas generan una asimetría emocional: tú necesitas entender y procesar lo que él plantea antes de poder decidir si lo compartes o no. La apertura sexual no puede imponerse ni confundirse con amor o confianza; requiere que ambos se sientan cómodos, respetados y seguros.

A veces, detrás de este tipo de peticiones hay búsquedas de validación, curiosidad, miedo a la rutina o incluso conflictos no resueltos con la propia identidad sexual. En cualquier caso, lo más importante es que no te precipites en responder con hechos antes de haber entendido qué necesitas tú. Pregúntate si este modelo de relación coincide con tus valores, con tu manera de vincularte y con el tipo de estabilidad que deseas construir.

Sería muy útil que ambos pudierais hablarlo con un terapeuta de pareja, precisamente para que ese diálogo no se convierta en reproche ni en presión, sino en un espacio para explorar los significados y las emociones que hay detrás. Lo que ahora necesitas no son respuestas definitivas sobre quién es él, sino claridad sobre qué te pasa a ti con todo esto, y cómo establecer límites que te protejan sin perder el respeto mutuo.

No hay nada “raro” en sentirte confundida o incluso asustada; lo importante es no actuar desde esa confusión. Tómate el tiempo para entender lo que esta nueva faceta despierta en ti y asegúrate de que cualquier paso en la relación sea fruto de una elección libre, no de la necesidad de sostener a alguien que de pronto te muestra una parte que no esperabas.

Gracias por contarlo con tanta claridad; lo que estás viviendo genera un impacto fuerte y desconcierto real, porque pone en juego tanto la confianza como la imagen que tenías de tu pareja y de la relación. Es normal que sientas confusión, incluso cierta mezcla de curiosidad y miedo, cuando de pronto el otro plantea deseos o fantasías que transforman por completo el mapa sexual y emocional compartido.

Desde una mirada cognitivo-sistémica, lo importante no es solo analizar “qué le pasa a él”, sino qué ocurre en la dinámica entre ambos a partir de este cambio. Las fantasías sexuales —incluso las que rompen los marcos convencionales— pueden tener muchas funciones: expresar deseo de experimentar, buscar validación, poner a prueba los límites de la pareja o intentar mantener la excitación dentro de un vínculo estable. Pero cuando una de las partes se siente sobrepasada o insegura, la apertura deja de ser una elección libre y se convierte en una fuente de ansiedad o amenaza.

Más allá de sus propuestas, conviene que te centres en ti y en lo que tú sientes y necesitas. Pregúntate si este tipo de sexualidad encaja con tu manera de vincularte, si te haría sentir cómoda o si, por el contrario, percibes que vulnera algo esencial en ti. No hay una forma “correcta” de vivir la intimidad, pero sí debe haber coherencia y seguridad emocional para ambos.

También sería útil hablar con él desde ese lugar, no juzgando, sino intentando entender qué significado tiene para él esta búsqueda. A veces detrás hay curiosidad, pero otras veces puede haber confusión de identidad, miedo a la rutina o necesidad de control. Escuchar su relato puede ayudarte a clarificar si lo que propone es algo compartible o si marca un punto de inflexión en la relación.

Si te sientes desbordada, puede ser un buen momento para acudir a terapia individual o de pareja, donde poder abordar estos temas sin presión ni vergüenza. En ese espacio podrías ordenar lo que te genera conflicto y decidir con mayor serenidad si este vínculo puede sostenerse desde un modelo abierto o si necesitas protegerte emocionalmente.

Tu reacción es legítima: no estás exagerando. Estás intentando comprender algo que toca los cimientos de la intimidad y la confianza. Tomarte un tiempo para digerirlo y entenderte antes de decidir cómo seguir es, ahora mismo, la mejor forma de cuidarte.

Hola Carmen.
Encantada de saludarte.
Gracias por compartir tu malestar, demuestras ser muy valiente.
Por lo que cuentas estás impactada por lo que estás conociendo de tu pareja a nivel sexual.
Hoy en día son muchas las personas que se encuentran en tu situación: sorprendidas y sin recursos ante los gustos o la apertura extrema de sus parejas. Es algo complejo porque ante estos requerimientos uno puede intentar ceder para, de alguna forma sintonizar con la pareja y por extensión con una parte de la población, pero también se puede correr el riesgo de desconectarse de uno mismo al no ser fiel a los principios personales.
Es importante que hagas lo que en el fondo quieres y que experimentes convencida. Tal vez podría ser beneficioso una terapia breve que te permita tomar con seguridad la decisión que quieres en relación a esto. Si quisieras trabajar conmigo ya sabes la manera de ponerte en contacto.
Te deseo lo mejor,
Rocío

Buenos días Carmen
Muchas gracias por tu consulta
Entiendo cómo te sientes
Las relaciones de pareja con complejas y siempre se van descubriendo aspectos nuevos de la otra persona que hay que ir integrando en el vínculo
Por otro lado, la sexualidad es un tema amplio y complejo que no habla tanto de la relación, si no de las fantasías o deseos del otr@

Si es importante decir que, de cualquier forma, tú también tienes un papel aquí
No hablamos de juzgar al otro, si no de poder expresar tus deseos y límites en este tema
Sois una pareja y la sexualidad forma parte de vuestro vínculo afectivo
Si crees que este tema te está produciendo mucho malestar y no sabes cómo manejarlo, estaré encantada de ayudarte
Cuidate mucho
Un abrazo
Amaya Marcos
Psicóloga general sanitaria M-31115

Gracias por compartirlo, Carmen

Hola Carmen, gracias por compartir tu inquietud. Entiendo cómo te sientes y es normal que te impacte. Desde la sexología, lo que él propone es una fantasía sexual que algunas personas tienen, y es más común de lo que parece. No significa necesariamente que “sea gay” ni que quiera dejarte por un hombre, ya que la orientación sexual se define por la atracción sostenida, no por una fantasía puntual o una práctica.

Muchas veces esas propuestas tienen que ver con juegos de poder, voyeurismo o excitación por lo prohibido, más que con un cambio de orientación. Lo importante es que escuches cómo te sientes con eso, qué límites tienes y qué cosas estarías o no dispuesta a explorar.

Si hay amor y diálogo, podéis hablarlo sin juicios. Y si la inquietud persiste, un terapeuta sexual puede ayudaros a comprender qué de todo esto es fantasía, qué es un deseo real y cómo encaja con el proyecto de pareja que queréis construir.

Espero haberte ayudado. Un abrazo!

Hola, Carmen

Primero, gracias por compartir tu experiencia.

En ocasiones los objetivos de las personas en la relación toman caminos totalmente diferentes, y en ese nuevo paradigma la persona debe valorar si quiere o no seguir con la nueva persona en la que la pareja se ha convertido. Al igual que esa persona tiene el derecho de cambiar, tú también lo tienes de decidir si quieres aceptar o no ese cambio. Lo que decidas siempre que seas fiel a ti misma, estará bien, pero siempre desde tus convicciones personales y no por agradarle a él.

¡Un saludo!

MªÁngeles V.M.

Buenos días Carmen, gracias por tu consulta. Merece la pena explorar la motivación de tu pareja para realizar estas propuestas. Preguntas como ¿A tí te apetece estar con otras personas o solo con él? ¿Se enfada tu pareja si no hacéis lo que él te pide?
Si esto genera discusiones y a ti no te apetece estar con otras personas y solo quieres disfrutar con tu pareja es necesario explorar su motivación para pedirte esto. Quizá se siente inseguro de que él no pueda satisfacerte, pero no conecta con esa inseguridad o no quiere reconocerla? ¿Quizá tendría que admitir también sus tendencias homosexuales? Al final la que cargas con el problema eres tú si tú lo único que quieres es una relación monógama con él..

Hola Carmen; Gracias por abrirte y compartir algo tan íntimo. Entiendo lo impactante que debe haber sido escuchar estas propuestas de tu pareja, sobre todo porque tocan de lleno la confianza, los deseos y la idea que tenías de él. Lo que cuentas no necesariamente significa que “no lo conocías” o que él vaya a dejarte por otra persona, sino que está compartiendo una parte de su fantasía y sexualidad que quizá hasta ahora no se había atrevido a expresar.

Es natural que te genere dudas e inseguridad, porque toca tus propios límites y tus expectativas de pareja. Lo más importante aquí es escuchar lo que sientes tú: ¿qué de todo lo que él propone te genera curiosidad o apertura, y qué cruza un límite que no quieres pasar? La clave no está tanto en cumplir lo que él desea, sino en poder dialogar desde la honestidad, sosteniendo también tus necesidades y temores.

Nadie puede obligarte a aceptar dinámicas que te incomodan; tampoco significa que su orientación sexual sea otra por tener fantasías diversas. Puede ser parte de la exploración, y solo el tiempo y la comunicación clara les dará certeza. Lo fundamental es que lo hables con él desde la calma y pongas límites claros: lo que sí, lo que no y lo que aún no sabes.

No eres “una pantalla” si te mantienes fiel a ti misma en este proceso.

Un abrazo

Entiendo lo movilizante que debe ser lo que estás viviendo. Te propongo mirar este momento no como una “amenaza” inmediata, sino como una revelación de aspectos internos de tu pareja que tal vez no había compartido antes, no necesariamente por falta de confianza en ti, si no por no atreverse a decírselo a si mismo.
Igualmente, por tu lado te animo a reflexionar sobre tus límites: Aunque haya mucho amor, diálogo y apertura, no significa que todo lo que él proponga tengas que aceptarlo. Es fundamental que te preguntes: ¿Qué quiero yo? ¿Qué me excita, me da curiosidad, me divierte? ¿Qué me incomoda, me genera rechazo o inseguridad? Ese mapa personal es tan válido como el suyo.

Sobre tu pareja, que él fantasee con tríos, con varones o con dinámicas homosexuales no necesariamente quiere decir que vaya a “dejarte por un hombre”. La sexualidad humana es muy amplia, y el proyecto de vida y amor generado contigo no desaparece porque aparezcan nuevos intereses sexuales.

Dicho todo esto, es normal sentirte confundida, sorprendida o incluso traicionada por no haber sabido esto antes. Te sugiero darte espacio para procesar lo que sientes, sin tomar decisiones apresuradas. A veces ayuda escribir lo que te pasa, o buscar acompañamiento terapéutico, yo estoy aquí si crees que puedo ayudarte a entenderte o a enfocar las conversaciones con él!

Hola Carmen:))
Entiendo perfectamente que te sientas impactada, como si de pronto hubieras descubierto un costado de tu pareja que no conocías. A veces, después de un tiempo de confianza, las personas se atreven a compartir fantasías sexuales que guardaban en silencio. Eso no significa necesariamente que haya estado “fingiendo” hasta ahora, sino que ahora se siente con la seguridad de mostrarte algo muy íntimo.
Que hable de tríos, de que estés con otros hombres o incluso de experiencias homoeróticas no quiere decir automáticamente que quiera vivir todo eso ni que vaya a dejarte por otro hombre. Muchas veces, las fantasías son eso: un espacio de excitación que no siempre coincide con la realidad que uno desea construir.
Lo importante es cómo lo gestionáis juntos. No tienes que aceptar nada que no quieras, y está bien que pongas tus límites sin miedo. La apertura en la pareja no significa decir que sí a todo, sino poder hablar de lo que excita a cada uno, de lo que daría curiosidad probar y de lo que claramente no entra en juego. Al final, se trata de conocerse más a fondo, no de perder seguridad en la relación.
Quizá te ayude preguntarle con calma si esas propuestas son algo que realmente quiere llevar a la práctica o si le excita simplemente fantasear con ellas. Esa diferencia suele aclarar mucho. Y, al mismo tiempo, puedes compartirle cómo te hace sentir a ti todo esto, tanto tu sorpresa como tus miedos. No desde el reproche, sino desde la necesidad de entenderlo mejor.
En realidad, esto puede ser una oportunidad: abrir un diálogo sobre deseos, fantasías y límites os puede acercar mucho más, siempre que se haga con respeto mutuo. No se trata de que él imponga lo suyo ni de que tú lo reprimas, sino de encontrar juntos qué encaja en vuestra relación y qué no.

Un saludo, Nekane Ibañez.

Hola Carmen :)
Entiendo perfectamente que te sientas impactada, como si de pronto hubieras descubierto un costado de tu pareja que no conocías. A veces, después de un tiempo de confianza, las personas se atreven a compartir fantasías sexuales que guardaban en silencio. Eso no significa necesariamente que haya estado “fingiendo” hasta ahora, sino que ahora se siente con la seguridad de mostrarte algo muy íntimo.
Que hable de tríos, de que estés con otros hombres o incluso de experiencias homoeróticas pueden ser solo fantasías, un espacio de excitación que no siempre coincide con la realidad que uno desea construir.

Lo importante es cómo lo gestionáis juntos. No tienes que aceptar nada que no quieras, y está bien que pongas tus límites sin miedo. La apertura en la pareja no significa decir que sí a todo, sino poder hablar de lo que excita a cada uno, de lo que daría curiosidad probar y de lo que claramente no entra en juego. Al final, se trata de conocerse más a fondo, no de perder seguridad en la relación.

Quizá te ayude preguntarle con calma si esas propuestas son algo que realmente quiere llevar a la práctica o si le excita simplemente fantasear con ellas. Esa diferencia suele aclarar mucho. Y, al mismo tiempo, puedes compartirle cómo te hace sentir a ti todo esto, tanto tu sorpresa como tus miedos. No desde el reproche, sino desde la necesidad de entenderlo mejor.

En realidad, esto puede ser una oportunidad: abrir un diálogo sobre deseos, fantasías y límites os puede acercar mucho más, siempre que se haga con respeto mutuo. No se trata de que él imponga lo suyo ni de que tú lo reprimas, sino de encontrar juntos qué encaja en vuestra relación y qué no.

Un saludo, Nekane Ibañez.

Hola Carmen!
gracias por compartir algo tan intimo.
Lo que expresas refleja un gran desconcierto y es totalmente comprensible que te sientas impactada. Cuando en una relación aparecen deseos o propuestas sexuales inesperadas, es natural que surjan sorpresa, dudas e incluso miedo a no conocer realmente a la pareja.
En ocasiones, dentro de la intimidad surgen fantasías o preferencias que no siempre habían sido compartidas antes. Que tu pareja te hable de estas ideas no significa necesariamente que vaya a actuar de un modo que te deje de lado o que tu proyecto de familia esté en riesgo; muchas veces forma parte de explorar, probar o simplemente compartir fantasías. Aun así, el ritmo, los límites y la comodidad deben ser de ambos, no solo de uno.
Tómate un tiempo para procesar lo que sientes sin presionarte a aceptar algo que no deseas.
Hablen con calma sobre lo que para cada uno sí es negociable y lo que no lo es, diferenciando fantasía de realidad.
Puedes plantear que por ahora prefieres no avanzar en esas propuestas y observar cómo él responde: la capacidad de respetar tus límites es clave.
Si notas que el tema les genera mucha tensión o que no consiguen encontrar un terreno común, un espacio terapéutico de pareja puede ayudaros a explorar las diferencias sin juicios y a reforzar la comunicación.
La sorpresa y el desconcierto son parte de conocer a alguien en profundidad. Lo importante es que te sientas escuchada, respetada y segura. Con diálogo honesto y límites claros, podréis definir juntos qué tipo de relación queréis construir.
Espero que esto te pueda servir de esperanza y calma. un saludo. Berta

Buenos días Carmen,


Lamento mucho que estés viviendo esta situación para ti, tan confusa. Por lo que mencionas, esta claro que tienes la necesidad de tener otro tipo de relación de la que ahora mismo tu marido está buscando. Tenéis una incompatibilidad en ello y entiendo que te este provocando tantas dudas porque no te había mencionado esto anteriormente. Es muy importante que para continuar con la relación podáis aclarar y plantear vuestros límites. Sería recomendable que llegaseis a poner sobre la mesa vuestras necesidades tanto emocionales como sexuales, en una terapia de pareja para plantear si se puede hacer algún cambio y llegas a acuerdos o hay que tomar otras decsiones.

Un abrazo enorme.

¡Hola Carmen!
Gracias por compartir algo tan íntimo. Entiendo lo fuerte que puede ser descubrir esta parte de tu pareja y sentir que de repente “no lo reconoces”. Es natural que te genere impacto, confusión e incluso miedo a qué significa realmente.

Lo primero es separar dos planos:

Lo que él fantasea o desea explorar: muchas personas, incluso dentro de relaciones amorosas sólidas, tienen fantasías sexuales que nunca habían verbalizado antes. A veces aparecen con la confianza y la estabilidad de la pareja. Que te proponga tríos, juegos o incluso experiencias con otros hombres no necesariamente significa que quiera dejarte ni que no te desee; puede ser solo la forma en que vive su sexualidad.

Lo que tú sientes con esas propuestas: lo importante aquí es qué lugar ocupas tú. Puedes tener todo el derecho a sentirte insegura, a que ciertas ideas no te encajen, o a necesitar tiempo para procesar.

Algunas claves para no quedarte atrapada en el “¿quién es realmente?”:

No eres una pantalla solo porque él tenga fantasías diferentes. Lo que construís como pareja depende de los acuerdos que hagan juntos, no de lo que él imagine.

Habla desde tus miedos: puedes expresarle que más allá de los juegos sexuales, lo que a ti te preocupa es la estabilidad, la fidelidad emocional y el proyecto de familia. Eso es lo central para ti.

Pregúntale con calma qué significan para él esas propuestas: ¿son deseos reales que querría llevar a cabo sí o sí? ¿o son fantasías que le excitan en la imaginación, pero que no necesariamente busca concretar?

Recuerda tus propios límites: tienes derecho a decir “esto sí, esto no”. La apertura no significa aceptar todo lo que el otro pide, sino negociar desde el respeto y el cuidado mutuo.

Una reflexión que puede ayudarte:

Buenos días,

Es natural que te sientas impactada cuando aparecen facetas nuevas que no habías percibido hasta ahora. En pareja, a veces descubrimos aspectos de la intimidad del otro que pueden remover nuestras propias creencias, temores y expectativas.

Desde la psicología sabemos que la sexualidad humana es muy diversa y puede evolucionar a lo largo de la vida. Estudios como los de Kinsey y posteriores investigaciones muestran que la atracción y las fantasías sexuales no siempre son fijas, sino que se mueven en un espectro. Eso no significa necesariamente que tu pareja “sea otra persona” o que vaya a dejarte, sino que está compartiendo contigo una parte más amplia de sus deseos.

Lo importante aquí no es tanto **qué desea él**, sino **qué deseas tú**, cuáles son tus propios límites y hasta dónde te sientes cómoda explorando. La apertura y el amor que mencionas son un gran recurso, pero también es esencial que no te sientas forzada a aceptar algo que no conecta contigo. Puedes conversar con él desde la calma, expresando tu impacto y tus miedos, y establecer acuerdos claros que te den seguridad.

Si el tema te genera demasiada confusión o ansiedad, sería recomendable un espacio terapéutico —individual o de pareja— donde puedan abordar estos temas con acompañamiento profesional, de forma segura y respetuosa.

Un abrazo,
Beatriz Troyano

Buenos días Carmen es muy valiente por tu parte el que cuentes lo que te está sucediendo y la manera en que te sientes. Entiendo perfectamente tu incertidumbre, pues la relación que mantienes con tu pareja se sale de los cánones. Siempre y cuando ambos miembros estéis de acuerdo y se cause ningún daño a terceros, todo debería estar permitido. El problema por tu parte viene generado por las dudas que te asaltan a raíz de estas prácticas, la forma de disipar las dudas es la comunicación por ambos miembros de la pareja de una manera totalmente sincera. Con toda la información en tu poder, podrás tomar las decisiones más acertadas. Existen por otra parte terapias de pareja que en vuestro caso os pueden resultar de mucha ayuda. Para lo que necesites aquí cuentas con un equipo de profesionales que a buen seguro estaremos encantados de ayudaos. Un saludo.
Conrado Auñón Ruiz.
Psicólogo Clínico.

Antes que nada, quiero reconocer la valentía que has tenido Carmen, al poner en palabras algo que claramente te está removiendo por dentro. No es fácil enfrentarse a sensaciones de sorpresa, desconcierto o incluso miedo cuando una persona a la que queremos empieza a mostrar facetas que no habíamos imaginado. Es completamente comprensible que te sientas impactada.

Más allá de las propuestas sexuales o los acuerdos, lo que parece estar afectándote más es el hecho de no reconocer de pronto a alguien con quien estabas construyendo una relación basada en el amor, el diálogo y la apertura. Es como si hubiera aparecido una nueva parte de él que te descoloca, y ahora estás intentando recolocarte emocionalmente frente a eso.

Lo que sientes no es exagerado. Estás ante un cambio significativo en la dinámica de la pareja, y aunque exista amor y buena comunicación, eso no impide que se activen dudas, miedos y preguntas profundas, como ese "¿quién es?" que expresas con tanta honestidad. La sexualidad, cuando se abre a territorios inesperados, puede tocar puntos muy íntimos: la seguridad, la confianza, el proyecto de vida, e incluso la identidad dentro del vínculo.

Y está bien que necesites tiempo para procesarlo. Porque una cosa es tener una relación abierta al diálogo, y otra muy distinta es sentir que estás siendo llevada a algo que no has elegido desde tu propio deseo. No se trata solo de lo que el otro propone, sino también de cómo eso te hace sentir a ti.

No tienes por qué atravesarlo sola. Cuando el amor se mezcla con el desconcierto, pedir ayuda profesional puede ser una forma muy sana de cuidarte. Un espacio de terapia puede ayudarte a poner palabras, aclarar lo que sientes y tomar decisiones contigo misma.

Pedir ayuda no es una señal de debilidad, sino un acto de fortaleza y de amor propio.

Si lo necesitas, aquí estoy para acompañarte a dar ese paso o para seguir reflexionando contigo.
Un cordial saludo de Tamara García