Mi ex me hace daño por medio del crío

Gracias por compartirlo con tanta honestidad. Lo que describes es una situación muy dolorosa y agotadora, donde la sensación de impotencia se mezcla con un profundo amor hacia tu hijo y con el desgaste que produce un conflicto prolongado con tu expareja. Es completamente comprensible que tu cuerpo empiece a reaccionar: el insomnio, la tensión en el pecho, los mareos o los episodios de visión borrosa son señales claras de que el estrés emocional ha superado tu umbral de resistencia.

Desde un enfoque cognitivo-sistémico, este tipo de situaciones suelen convertirse en un círculo que se retroalimenta: cuanto más intentas resolver racionalmente algo que depende de la voluntad del otro, más impotencia sientes; cuanto más impotencia, más se activa el cuerpo en modo de alarma, y ese estado de hipervigilancia constante termina afectando tu equilibrio físico y emocional. El objetivo ahora no puede ser cambiar la actitud de tu ex, sino recuperar tu centro y tu capacidad de sostenerte para que la relación con tu hijo no se vea arrastrada por la tensión.

Un primer paso puede ser reconocer tus límites y permitirte pedir ayuda. Habla con tu médico de cabecera sobre los síntomas físicos y plantéate la posibilidad de una baja temporal si lo necesitas: no como un signo de derrota, sino como un espacio para estabilizarte. En paralelo, busca apoyo psicológico individual; el trabajo terapéutico puede ayudarte a manejar la ansiedad, las rumiaciones y el dolor de la injusticia, y a desarrollar estrategias de afrontamiento que te devuelvan un poco de control interno.

A nivel práctico, intenta que toda comunicación con tu expareja quede por escrito y a través de canales formales (correo, abogado o incluso aplicaciones de mediación parental, si el juzgado lo permite). Eso te ayudará a protegerte emocionalmente y a reducir el contacto directo. Respecto a tu hijo, céntrate en que cada momento que consigues hablar con él sea un espacio de calma, cariño y seguridad; que no perciba tu angustia, sino tu presencia estable.

Sé que ahora todo parece fuera de control, pero este tipo de procesos pueden reordenarse cuando logras reducir la lucha constante y priorizar tu autocuidado. Recuperar el sueño, la alimentación, el movimiento físico y el contacto con entornos que te aporten calma es tan importante como cualquier paso legal.

No estás solo en esto: lo que sientes es una reacción humana ante una situación límite. Buscar apoyo y cuidarte no significa rendirte, significa darte la posibilidad de seguir siendo el padre que tu hijo necesita, sin que el conflicto te consuma por completo.

Hola, gracias por compartir lo que estás viviendo. Lo que describes refleja un nivel de sufrimiento profundo y sostenido en el tiempo, donde el conflicto con tu expareja no solo te afecta emocionalmente sino que empieza a impactar también en tu salud física. Es natural que te sientas frustrado, impotente e incluso al límite; cuando un vínculo parental se ve bloqueado, especialmente si percibes que la comunicación es injusta o que tu hijo queda en medio, el estrés puede volverse crónico y afectar al sueño, al cuerpo y al estado de ánimo.

Desde una mirada cognitivo-sistémica, lo que está ocurriendo no puede entenderse solo en términos de “ella contra ti”, sino como un sistema relacional disfuncional que se ha mantenido tras el divorcio, en el que cada intento de comunicación acaba reforzando el bloqueo. En estos casos, el foco terapéutico suele centrarse en recuperar tu sensación de control interno, trabajando sobre aquello que sí depende de ti —tu regulación emocional, tus límites, tu manera de responder a la falta de diálogo— y separando el vínculo con tu hijo del conflicto con tu expareja. Aunque la situación legal requiera su propio cauce, emocionalmente se trata de restablecer tu equilibrio, para que la relación con tu hijo no se vea contaminada por la hostilidad del contexto.

En este momento es importante que busques apoyo psicológico individual: no solo para contener el malestar, sino para ayudarte a manejar la ansiedad, los pensamientos circulares y el desgaste físico. El cuerpo te está avisando de un nivel de sobrecarga alto, y tomar una baja laboral temporal puede ser una decisión adecuada si tu médico lo considera necesario, siempre que aproveches ese tiempo para estabilizarte emocionalmente.

También puede ser útil que el acompañamiento terapéutico te ayude a redefinir la relación coparental: cómo comunicarte sin desgastarte, cómo proteger a tu hijo del conflicto y cómo sostener el contacto afectivo aunque los canales actuales estén limitados. En paralelo, sigue el cauce legal a través de tu abogado para hacer valer lo que la sentencia reconoce, pero procura que la lucha jurídica no absorba toda tu energía.

A veces el primer paso es recuperar la calma y la claridad mental, porque desde ahí puedes volver a ser el padre presente y estable que tu hijo necesita, incluso en circunstancias difíciles. Si te sientes al borde, busca ayuda cuanto antes: no tienes que sostener solo este nivel de tensión.

Entiendo perfectamente tu desesperación, mantener una comunicación tan limitada con tu hijo y tan tensa con tu ex pareja genera mucha angustia. Es normal que te afecte a nivel físico y emocional después de tanto tiempo sosteniendo esta situación.

En estos casos, cuando la comunicación directa no funciona, la mediación familiar puede ser una herramienta muy útil. Permite que un profesional neutral ayude a ambas partes a establecer canales de diálogo centrados en el bienestar del menor, sin que el niño tenga que hacer de intermediario. De esta forma se reduce la tensión y se protege su equilibrio emocional.

Te recomiendo que solicites este recurso —puede hacerse a través del juzgado o de los servicios sociales municipales— y que mientras tanto cuides tu salud. Si los síntomas físicos continúan, sería importante consultar también con tu médico para descartar que el estrés te esté pasando factura.

Mientras tanto, intenta que tus mensajes sean siempre breves, respetuosos y centrados en el bienestar del niño. Esto no solo demuestra tu implicación como padre, sino que refuerza tu posición ante cualquier posible revisión judicial o mediación futura.

Lo fundamental ahora es recuperar tu estabilidad y apoyarte en profesionales que te ayuden a reconducir la comunicación familiar.

Hola, Albert.
Lamento mucho la situación que estás viviendo. La combinación entre un conflicto de pareja no resuelto y la imposibilidad de comunicarte con tu hijo puede generar una enorme sensación de impotencia, frustración y desgaste emocional. Es comprensible que estés experimentando síntomas físicos y psicológicos derivados del estrés sostenido que describes.

Cuando la comunicación con la expareja se convierte en un canal hostil y el hijo queda en medio, lo que suele producirse es una escalada de tensión circular: cada intento de acercamiento refuerza el bloqueo del otro, y el sufrimiento aumenta por ambas partes. En estos casos, es fundamental romper ese patrón de interacción, no tanto desde el enfrentamiento, sino desde una estrategia distinta de comunicación y autocuidado.

Algunos pasos que podrían ayudarte:

Delegar la comunicación sensible en un abogado o mediador familiar, para no quedar expuesto a nuevos rechazos directos.

Evitar mensajes emocionales reiterativos: no es que tus sentimientos no sean válidos, sino que ese tipo de comunicación alimenta la dinámica de poder y control que te está dañando.

Cuidar tu salud mental y física: los síntomas que mencionas (mareos, insomnio, presión en el pecho) son signos de agotamiento. Si persisten, no dudes en consultar con tu médico y considerar un apoyo psicológico individual para estabilizar tu sistema emocional.

Recuerda que el objetivo ahora no es “convencer” a tu ex, sino recuperar tu centro y tu capacidad de respuesta estratégica. Desde ese equilibrio podrás manejar mejor las decisiones legales y emocionales que vengan.

Un saludo afectuoso,

David Monsalve Llopis, Psicólogo General Sanitario

Hola, lamento mucho la situación que describes, es comprensible que te sientas desesperado y afectado. Desde una perspectiva psicoeducativa y judicial, te ofrezco orientación práctica:
-Prioriza tu salud: los síntomas que comentas (insomnio, mareos, pérdida visual temporal, opresión torácica) son señal de estrés serio. Acude cuanto antes a tu médico de familia o urgencias si empeoran. Pide valoración para posible baja laboral si tu malestar interfiere con el trabajo.
-Documenta todo: guarda mensajes, llamadas (registros de llamadas), pantallazos del móvil del niño cuando diga “no toca”, fechas y horas en las que el teléfono está apagado, testigos, y cualquier incidencia. Esto es clave si se impugna el incumplimiento de la sentencia.
-Comunicación formal: desde ahora, utiliza medios trazables (correo electrónico, burofax o mensajes que se guarden) para solicitar el cumplimiento del régimen de comunicación. Evita que el niño actúe de intermediario en temas de coordinación: protege su papel.
Vía judicial: informa y coordina con tu abogado para solicitar la ejecución de la sentencia por incumplimiento del régimen de comunicaciones (o medidas de cumplimiento), aportando la documentación que has recogido. También existen recursos de mediación familiar si la otra parte accede.
Cuidado del niño: evita poner al menor en medio, no uses al niño para transmitir mensajes, y revisa si el cambio de frecuencia de llamadas puede estar afectándole. Si observas signos de malestar en el niño, sería recomendable registrarlo y comentarlo con el equipo legal/profesional.
Apoyo psicológico: pide apoyo terapéutico para ayudarte a manejar la angustia y las estrategias de comunicación con la ex. Si quieres, puedo ayudarte a redactar documentos, registros o un informe psicoeducativo breve que acompañe la parte jurídica.
Ánimo! No estás solo y hay vías para exigir el cumplimiento de lo acordado y proteger tu salud y la del menor.

Lic. Lolimar Rodríguez B
Perito Judicial / Menores

Hola Albert,
Entiendo lo mucho que estás sufriendo y lo frustrante que debe ser sentirte bloqueado en algo tan importante como la comunicación con tu hijo. Estás viviendo una situación muy estresante, y es normal que tu cuerpo y tu mente estén reaccionando como lo hacen: los mareos, la presión en el pecho, el insomnio o la sensación constante de desvelo son manifestaciones típicas de una ansiedad mantenida en el tiempo.

Lo que describes también refleja un tipo de dinámica en la que tu ex pareja está usando el contacto con el niño como una forma de control o castigo indirecto, limitando tu vínculo con él. Esto suele generar una sensación muy intensa de impotencia y angustia, porque toca directamente tu necesidad de apego y tu deseo de cuidar y mantener una relación estable con tu hijo.

Esa conexión diaria que antes tenías era una parte fundamental de tu vínculo emocional, y su pérdida repentina puede sentirse como una ruptura en el lazo afectivo, activando una fuerte ansiedad de separación. Es comprensible que te afecte tanto, y no es una debilidad, sino una respuesta natural ante algo que atenta contra un lazo tan profundo como el paterno.

En este momento, además del apoyo legal que ya estás recibiendo, sería importante que recibieras acompañamiento psicológico. En terapia se puede trabajar en aprender a regular la ansiedad, recuperar el descanso, y sobre todo, en reconstruir una sensación de seguridad interna, incluso cuando el contacto con tu hijo dependa de factores externos. También puede ayudarte a manejar los mensajes, las expectativas y el impacto emocional de cada intento de comunicación.

Mientras tanto, te animo a cuidar de ti: intenta mantener rutinas de sueño, alimentación y algo de actividad física, y practica ejercicios de respiración o relajación cuando notes la tensión corporal. No estás solo en esto, y buscar apoyo psicológico no es rendirse, sino una forma de proteger tu salud emocional y seguir siendo un padre presente y disponible, incluso en circunstancias difíciles.

Hola Albert.,
encantada de saludarte.
Siento tu malestar, es desesperante tu situación, intentar hablar con tu hijo y no poder. Lo que te recomiendo es, en primer lugar, trabajar el aspecto legal y en segundo lugar, trabajar a nivel de gestión emocional, porque el desgaste que llevas puede hacer que no tengas la fuerza suficiente como para luchar por lo que te corresponde y se puede convertir en un círculo vicioso: no puedes luchar, te sientes peor por no poder hablar con él, etc.
Una breve terapia te puede ayudar en este proceso, si quisieras trabajar conmigo ya sabes como contactar.
Un abrazo,
Rocío

Buenas tardes, en primer lugar muchas gracias por hacernos participe de tu situación.


Entiendo que la sintomatología que estás teniendo tiene mucha relación con el proceso vital que estás viviendo y el estrés que te está generando pero sería necesario que acudieras a un especialista de la salud, ya que, aunque tenga que ver con la ansiedad, puede generar afecciones médicas importantes.

Por otro lado, en el proceso de divorcio en el que te encuentras, te recomiendo las siguientes cuestiones:
-Acepta y procesa tus emociones
-Permite sentir el duelo: Es normal sentir tristeza, enojo, frustración y ansiedad. Date tiempo para procesar estas emociones en lugar de reprimirlas.
-Evita el aislamiento: Mantenerse conectado con amigos y familiares te ayudará a evitar la soledad y los síntomas depresivos. La expresión de sentimientos es liberadora.
-Escribe un diario: Escribir sobre tus pensamientos y sentimientos puede ser una herramienta útil para procesarlos y entender mejor la situación.
-Busca apoyo y ayuda profesional
-Apóyate en tu círculo social: Habla con amigos y familiares de confianza sobre lo que estás sintiendo.
-Considera un grupo de apoyo: Compartir tu experiencia con personas que pasan por lo mismo puede ser reconfortante.
Acude a terapia: Un psicólogo especializado puede ofrecerte un espacio seguro para desahogarte y enseñarte habilidades para gestionar tus emociones.


Un abrazo enorme.

Hola, gracias por compartir cómo te sientes. Es completamente comprensible que estés agotado y frustrado después de tanto tiempo intentando resolver la situación sin ver avances. Cuando parece que todo se estanca a pesar de tener abogados, de hacer las cosas “por lo legal” el desgaste emocional puede ser enorme, y más aún cuando se trata del vínculo con tu hijo.

Lo que estás sintiendo tiene sentido: la impotencia, la tristeza, el cansancio físico y emocional… son respuestas humanas ante una situación que te supera. No es que estés fallando, es que llevas demasiado tiempo sosteniendo algo muy doloroso.

Aunque la parte legal siga su curso y no avance al ritmo que quisieras, hay algo que sí puedes trabajar mientras tanto: tu bienestar emocional. Buscar apoyo psicológico puede ayudarte a descargar, a cuidar tu salud, y a encontrar formas de mantener el vínculo con tu hijo desde lo que sí está en tus manos sin que la situación te consuma por completo.

No estás solo en esto. Estás haciendo lo mejor que puedes dentro de un contexto muy difícil. A veces el primer paso no es que todo cambie fuera, sino empezar a cuidar lo que pasa dentro de ti para poder resistir con más calma y claridad.

Un cordial saludo

Hola Albert,

Lo que estás viviendo es injusto, doloroso, complejo y muy agotador. Estás intentando ser un padre presente y responsable en un contexto donde tu ex pareja te lo está poniendo extremadamente difícil.
Tu sufrimiento es totalmente comprensible, y es importante que sepas que no estás solo ni exagerando: lo que describes es una forma de manipulación emocional que impacta directamente en tu bienestar y en la relación con tu hijo.

Lo que estás viviendo es un conflicto parental crónico con posibles rasgos de interferencia o alienación parental.
Tu ex pareja está utilizando al niño como mediador, impidiendo una comunicación directa y distorsionando la relación padre-hijo.
Esto genera en ti frustración, impotencia, ansiedad y síntomas físicos derivados del estrés sostenido.
Es importante que te recuerdes: no estás fallando como padre, estás haciendo todo lo que está en tus manos dentro de un escenario injusto y hostil.

Protege tu salud mental y física
Tus síntomas —mareos, insomnio, presión en el pecho, pérdida temporal de visión— son señales de alerta clara de un colapso emocional y físico por estrés.

Sería importante:

- Consultar con tu médico, como medida de autocuidado necesaria.

- Buscar apoyo psicológico especializado en divorcios conflictivos o violencia emocional post-separación.
Un profesional te ayudará a gestionar la ansiedad, descargar la rabia contenida y recuperar control interno.

- Practicar técnicas de regulación emocional diarias, como respiraciones, paseos al aire libre para bajar la tensión acumulada, rodearte de tus seres queridos y apoyo (familia, amigos...), escribir...

- Tu ex pareja está buscando mantener el poder a través del silencio, el bloqueo y la manipulación del contacto con tu hijo.

Te recomiendo, comunicarte solo por escrito y con registro (correo o mensajería legal).
Evita insistir si no responde; documenta todo.

Nunca discutas por medio del niño. Si él dice “mamá ha dicho que no toca”, respóndele con calma:
- “De acuerdo, cariño, ya hablaremos otro día. Te quiero mucho”.
No lo pongas en medio ni lo corrijas; no debe sentir que debe elegir.

Intenta canalizar la frustración con un abogado o un mediador familiar, no directamente con ella.
Cuanto menos contacto emocional tengas con tu ex, mejor para tu salud.

Registra cada incumplimiento (llamadas, mensajes sin respuesta, días sin contacto).
Esto será útil si se requiere modificar medidas judiciales.

Intenta fortalecer el vínculo con tu hijo. Aunque los obstáculos sean grandes, hay formas de mantener la conexión.
Cuando hables con él, céntrate en lo emocional y positivo:
- pregúntale cómo está
- qué ha aprendido
- qué le gusta
- (sin mencionar conflictos con su madre).
Envíale pequeñas notas o dibujos si es posible (a través del colegio o correo), para que sienta tu presencia constante. Si no puedes hablar todos los días, envíale mensajes cortos de cariño (“Pienso en ti”, “Te quiero mucho”). Aunque no los lea de inmediato, esos gestos crean vínculo afectivo estable.

Lo más importante ahora es no dejar que el comportamiento de tu ex destruya tu salud ni tu identidad como padre.
Ella puede controlar los canales, pero no puede controlar tu amor, tu coherencia ni tu capacidad de cuidar de ti mismo.
El tiempo juega a tu favor si actúas con calma, constancia y pruebas documentadas.
Los niños, con el tiempo, perciben quién actúa con respeto y quién manipula.

Albert, no estás solo en esto, busca apoyo, protege tu salud y confía en que, con el tiempo, tu hijo verá la verdad y agradecerá el esfuerzo que haces por él.

Te mando mucho ánimo, confianza y serenidad para seguir adelante.
Recuerda: Estar presente, el amor constante, aunque sea a distancia, deja huellas profundas en tu hijo.

Marita Galafate Domínguez
Psicóloga Sanitaria
Terapia Presencial y Online

Buenos días,

Es completamente comprensible que te sientas desbordado ante una comunicación tan complicada y el impacto que tiene en tu relación con tu hijo. Lo que describes —insomnio, presión en el pecho, mareos, dificultades de concentración— son síntomas físicos que pueden estar asociados a un estado de estrés crónico o de ansiedad mantenida en el tiempo. Diversos estudios, como el realizado por la American Psychological Association (APA, 2019), han demostrado que los conflictos familiares prolongados y la imposibilidad de ejercer una coparentalidad efectiva pueden tener un impacto significativo en la salud mental y física, afectando especialmente el sueño, la presión arterial y la estabilidad emocional.

Mi recomendación es que, además del acompañamiento legal que ya tienes, busques apoyo psicológico especializado en gestión emocional del divorcio o en coordinación parental. Este tipo de intervención te puede ayudar a reducir el nivel de estrés, proteger tu bienestar y encontrar estrategias para manejar la comunicación con tu expareja sin que tu salud se vea tan afectada. También sería importante que compartas los síntomas físicos con tu médico de cabecera, para descartar cualquier causa médica y recibir orientación adecuada.

Recuerda que cuidar de ti también es una forma de cuidar de tu hijo, porque necesita verte fuerte y sereno para sentirse seguro.

Un saludo,
Beatriz Troyano

Hola Albert

Gracias por compartir tu situación, se nota el nivel de angustia, impotencia y frustración que estás viviendo, y es totalmente comprensible que te sientas así. Lo que estás describiendo no solo es una dificultad en la comunicación con tu expareja, sino también una vivencia de bloqueo emocional y desgaste profundo que te está afectando tanto en el plano psicológico como físico.

Estás atravesando un proceso especialmente complejo, porque implica dos duelos al mismo tiempo: el de la relación de pareja que terminó, y el del cambio en tu vínculo cotidiano con tu hijo. Que te limiten el contacto con él, cuando además la comunicación debería ser fluida y sin intermediarios, puede generar una sensación constante de pérdida, desprotección y vulnerabilidad, y eso explica síntomas como el insomnio, la presión en el pecho, los mareos o la pérdida temporal de visión. Son manifestaciones físicas de un estado de ansiedad sostenida en el tiempo.

En este punto, hay varios aspectos a tener en cuenta:

- Desde el punto de vista legal, es fundamental que sigas dejando constancia escrita (mensajes, correos) de los intentos de comunicación y de los incumplimientos, ya que eso podrá servir de apoyo a tu abogado. No entres en confrontaciones directas; documentar de forma tranquila y objetiva te dará más fuerza en cualquier revisión judicial.
- En el plano emocional, estás haciendo lo que cualquier padre haría: intentar mantener el vínculo con su hijo y cuidar ese espacio que es tan importante. Pero cuando la otra parte no colabora, lo que necesitas ahora no es exigirte más, sino protegerte del desgaste. No puedes controlar la actitud de tu expareja, pero sí puedes trabajar en cómo gestionas el impacto que eso tiene sobre ti.
- En terapia, podemos trabajar en regular la ansiedad y la activación fisiológica, ayudándote a descansar mejor, y a recuperar estabilidad emocional. También puede ser útil abordar herramientas de afrontamiento adaptativo, para que consigas mantener la calma en momentos de frustración y no te desgastes en un conflicto que, por ahora, no depende solo de ti.
- Asimismo, podemos fortalecer tu vínculo con tu hijo, encontrando maneras de que tu comunicación con él sea significativa, incluso cuando el tiempo o los medios sean limitados. A veces, pequeños gestos o rutinas estables (una carta, un dibujo, una nota de voz) pueden ayudar a sostener esa conexión emocional.

La situación que describes no es solo jurídica, es también emocional, y lo que estás viviendo tiene un coste enorme. No estás exagerando ni siendo débil: tu cuerpo y tu mente están expresando un agotamiento lógico después de tanto tiempo intentando sostener algo que se vuelve cada día más difícil.

Considera la posibilidad de solicitar una consulta psicológica, online o presencial conmigo u otro compañero/a, para valorar cómo estás y diseñar una intervención que te ayude a recuperar el equilibrio, descansar mejor y afrontar este proceso con más recursos.

No se trata solo de aguantar, sino de empezar a cuidarte también a ti, porque cuanto más fuerte y sereno te sientas, mejor podrás estar para tu hijo.

Un abrazo,
Miguel Angel
MenSana Psicología

Hola Albert siento todo lo que te está pasando, el profundo dolor y la impotencia que estás viviendo. Intentar mantener el vínculo con tu hijo, pero encontrarte con una barrera constante... es super doloroso. La sensación de que te aparten de él, de que usen la comunicación con él como una forma de herirte, puede ser devastadora. Es normal que te sientas agotamiento, frustración y un gran malestar físico y emocional. Nadie está preparado para sostener tanto desgaste durante tanto tiempo.

Tiene sentido que tu cuerpo esté empezando a mandarte señales de que vives en un estrés muy alto (los mareos, el insomnio...). Todo esto indica que debes cuidar de ti, no solo de tu papel como padre.

Por lo que nos cuentas, ya hay abogados implicados, así que la parte legal está en marcha. Ahora, lo importante es empezar a trabajar en cómo sostenerte emocionalmente en medio de esta situación. No puedes controlar las decisiones de tu ex pareja, pero sí puedes aprender a cuidarte a ti mismo, protegerte y encontrar herramientas para no quedar atrapado en la desesperación.

Algo que puede ayudarte es según comunicándote con ella solo por escrito (correo o mensajería mejor), sin entrar en discusiones, quedando el respaldo de que tu estas haciendo las cosas correctas e intentando que se cumpla lo que dictó el juez. Por supuesto, aparecerá el enfado y la urgencia, pero debes hacer un esfuerzo por respirar hondo antes de contestar o escribir.

Busca también momento en tu día a día que te hagan disfrutar y descargar la tensión, necesitas liberar esa carga. Así como, si notas que estos síntomas físicos aumentan o que no puedes descansar, acude a tu médico y valora la baja temporal para recuperarte (te aconsejo también que busques ayuda psicológica, ya que solo con parar no se arregla toda esta situación).

Creo que buscarte un espacio a ti mismo para expresar el daño, el miedo y la culpa que muchas veces acompaña a estas situaciones podría ayudarte mucho. En la terapia puedes aprender herramientas para estabilizarte emocionalmente y encontrar estrategias para protegerte del desgaste.

No estas fallando por sentirte superado. Estás viviendo algo muy doloroso y pedir ayuda es una forma de cuidarte y cuidar la relación con tu hijo.

Un abrazo enorme,
Inma Muñoz
Psicóloga Sanitaria y Sexóloga
Online y presencial (Trilum)