Mi hijo de 16 años lleva un año y medio sin hablarme ni una sola palabra

Muchísimas gracias a tod@s por las respuestas, me parecen realmente interesantes, aunque la mayor parte ya las he intentado, otra cosa no tengo, pero paciencia tengo muchísima y sobre todo por mis hijos. La relación con su padre es muy poca, ya que el padre solo quiso verles (tengo otro hijo de 21 años), un domingo si y otro no, y no los lleva con él, la mitad de vacaciones de verano ni navidad, al principio de la separación, se los llevó unos días en vacaciones de verano, pero fue un desastre, ya que cuando llevaban los niños 25 días con su padre, el que tiene ahora 16 años que es con el que tengo el problema, en una de las conversaciones telefónicas que tuvimos, me comentó que no quería estar allí, porque su padre estaba con una chica, practicando sexo casi todo el día y ellos lo oían todo, y fui a por ellos, el padre no se interesa mucho, pero es una persona que tiene mucho don de palabra, y te conquista como quiere, te mete todo tipo de ideas en la cabeza que el quiere hasta que terminas creyéndolas si o si, y a ellos siempre les ha dicho que les quiere mucho y esas cosas, pero de demostrarlo poco, de hecho se puede tirar 15 días y más sin llamarles por teléfono, pero luego se hace la víctima, me consta que el padre (que ha sido siempre un mentiroso compulsivo), les ha dicho muchas mentiras sobre mi, y como conozco su poder de convicción, imagino que lo que le pasa a mi hijo, es que le ha comido su padre la cabeza, haciéndome culpable de nuestra separación, su padre se casó y tiene otras dos hijas, yo a mis hijos, durante la separación, nunca les mostré debilidad a pesar de todas las complicaciones que tuve con su padre, y nunca lloraba en presencia de los niños, intenté hacerme la fuerte, pero su padre siempre hacía todo lo contrario, en fin, creo que el que ha hecho que se produzca esta situación ha sido la comedura de cabeza que le ha hecho su padre, pero en fin yo lo que quiero es solucionar el problema, me da igual quien sea el culpable, he hablado con el padre de mis hijos y le he dicho que nuestro hijo tiene un problema grave a mi entender y que lo está pasando mal, que he decidido pedir cita en un psicólogo para llevarle, pero necesito que me acompañe, porque si no conmigo sola se que no va a querer ir, aunque no se si así querrá pero por intentarlo no pierdo nada, yo con el padre últimamente tengo mejor comunicación, aunque por teléfono, yo siempre he sido una persona muy coherente y comunicativa

Muchísimas gracias por su interés, no tengo palabras para expresar el agradecimiento tan grande que siento cuando recibo alguna ayuda en este tema, ya que me supone una angustia que no puedo describir, lo de que yo le hable con naturalidad y con cariño, lo hago continuamente, aunque él me hable a través del móvil, yo me dirijo siempre a él de palabra, tanto si es para decirle cosas bonitas que le puedo asegurar que se las digo, como si es para regañarle cuando se lo merece, ya sea porque no ha recogido su habitación o por cualquier otra circunstancia, lo de presionarle, llevo muchísimo tiempo sin hacerlo, no consiguiendo nada, pero últimamente, mi madre me ha dicho que hasta que no me hable, no va a dejar que vaya a mi pueblo a menos que sea porque vaya yo también, que lo siente mucho pero entiende que es una manera de presionarle, y yo últimamente, también he tenido unas cuantas conversaciones al respecto de su comportamiento conmigo diciéndole que no entiendo que le puedo haber hecho etc, etc...., por tanto entiendo que lo que no tengo que hacer es presionarle, si no dejar que caiga por su propio peso y no hacer absolutamente nada de lo que me pida por el móvil, a menos que me lo pida de palabra, lo malo de eso, es que a veces me pide que le imprima algún tema de internet para el instituto y lo hace cuando yo estoy en el trabajo, que es de donde se lo imprimo, supongo que estas cosas si debería seguir haciéndolas?? En fin, lo intentaré con todas mis fuerzas, ya que dejar de atender a peticiones suyas, me supone un esfuerzo tremendo sobre todo porque es el único modo de comunicación que tengo con él. Un saludo

Hola, Ana.

Como dices, haría falta bastante más información para poder llegar a comprender lo que realmente le pasa a tu hijo. Sería importante saber si mantiene relación con su padre y cómo se lleva con tu pareja. También sería relevante conocer cómo viviste tú el divorcio.
Pero por lo que nos has contado, podemos identificar varios antecedentes: Dices que siempre ha sido muy tímido, y a las personas introvertidas suele costarles trabajo expresar y compartir sus verdaderos sentimientos, incluso con su familia. Como comentas, cuando te divorciaste, él sólo tenía 8 años, y aunque pudiera parecer que lo llevó muy bien, a esa edad suele ser difícil afrontar la separación de los padres, la ruptura de la estructura familiar. Además de separarse de su padre, tuvo que adaptarse a tu actual pareja, y también a un cambio de vivienda, de ciudad, de colegio y de amistades. Quizás no exteriorizara sus emociones contigo, o incluso las reprimiera y ni él mismo fuera consciente, pero seguro que en su momento experimentó confusión, desorientación e inseguridad. También pudo sentir frustración, rabia o enfado (contra ti, contra su padre, contra la situación, o contra sí mismo... a menudo los hijos pueden sentirse irracionalmente culpables de la separación de los padres). Si todos estos sentimientos no se canalizaron adecuadamente, pueden haberse quedado "estancados" en su interior y permanecer latentes. Es posible que en el pueblo se sienta de nuevo seguro, con personas con las que quizás le resulte más fácil abrirse y compartir sus sentimientos. Puede ser que al haberte dado una imagen fuerte e impasible ante lo que sucedió durante todos estos años, ahora le resulte extremadamente complicado abandonar ese rol, mostrarse sensible y vulnerable ante ti.
Ya sabes que, además, ahora mismo se encuentra en una etapa compleja, en la que prevalece un sentido de búsqueda de la propia identidad, una especie de necesidad de encontrarse a uno mismo, o, al menos, de explorar en su interior y averiguar quién es o quién quiere ser.
Personalmente creo que no es nada favorable que le fuerces u obligues a hablarte; debe salir de él mismo, y debes propiciarlo mediante otros métodos (aunque supongo que ya lo habrás intentado y no habrá dado resultado), por ejemplo, no darle importancia al hecho de que no te hable y hablarle con total normalidad como si hablaras con alguien mudo, comunicarte con él de modo no verbal (detalles, gestos, dejarle notas o cartas en su cuarto dejando abierta la posibilidad de que conteste introduciendo Alguna pregunta...), enseñándole o dejando a la vista fotos o recuerdos de buenos momentos que habéis vivido juntos... pero sobre todo, lo más importante es que le transmitas en todo momento cariño, confianza, comprensión y seguridad. Una de las mejores estrategias para influir en los demás es dar ejemplo, por lo que sería recomendable que te abrieras a él, le hablases de tus sentimientos (no de lo que sientes ante esta situación con él, sino de lo que te hace sentir mal, por ejemplo, en el trabajo, o ante según qué acontecimientos...) con calma, fluidez y naturalidad, sin presiones de ningún tipo, y sin miedo a que no te conteste. Intenta ser un modelo a seguir en cuanto a gestión emocional y capacidad comunicativa. Transmítele serenidad y simplicidad. No le añadas preocupaciones o tensión, o las cosas no mejorarán, más bien empeorarán. Puedes tratar de transmitirle que eres consciente de que quizás no hayas tenido mucho en cuenta su opinión a la hora de realizar cambios importantes en vuestras vidas, e incluso pedirle perdón (si así lo sientes y se da la situación idónea) por no haberle consultado en las tomas de decisiones. Es importante también que muestres consideración, que tenga claro que respetas su autonomía, que lo aceptas tal y como es, que confías en él, y que le demuestres que él también puede confiar en ti. Puede ser de utilidad formular posibilidades, preguntando así de manera indirecta: "A lo mejor no entendiste muy bien en su día el por qué vinimos aquí, o el por qué nos divorciamos... ", "quizás te resultó más duro de lo que pensaba dejar a tus compañeros de clase...", "puede que estés enfadado conmigo por no habernos ido a vivir al pueblo...", "quizás creas que no tengo en cuenta que ya no eres un niño...". La intención no es que te conteste, sino que se responda a sí mismo en su interior.

Aunque la situación que refieres es complicada, ya has pasado por la consulta de dos profesionales, y supongo que habrás intentado todo tipo de cosas, espero haberte podido ayudar en algo.
Ante todo, no te sientas culpable ni te desesperes. Seguramente no tenga ningún problema gordo, más que una considerable insatisfacción interior (confusión, enfado, agobio...)
Ten por seguro que tarde o temprano esto se solucionará, y a partir de ese momento, vuestra relación será mucho más fuerte, mejorando vuestra comunicación y vuestro bienestar familiar.

Un abrazo

Clara Morgades. Col: A-02254

Hola, Ana.
Como dices, haría falta bastante más información para poder llegar a comprender lo que realmente le pasa a tu hijo. Sería importante saber si mantiene relación con su padre y cómo se lleva con tu pareja. También sería relevante conocer cómo viviste tú el divorcio.
Pero por lo que nos has contado, podemos identificar varios antecedentes: Dices que siempre ha sido muy tímido, y a las personas introvertidas suele costarles trabajo expresar y compartir sus verdaderos sentimientos, incluso con su familia. Como comentas, cuando te divorciaste, él sólo tenía 8 años, y aunque pudiera parecer que lo llevó muy bien, a esa edad suele ser difícil afrontar la separación de los padres, la ruptura de la estructura familiar. Además de alejarse de su padre, tuvo que adaptarse a tu actual pareja, y también a un cambio de vivienda, de ciudad, de colegio y de amistades. Quizás no exteriorizara sus emociones contigo, o incluso las reprimiera y ni él mismo fuera consciente, pero seguro que en su momento experimentó confusión, desorientación e inseguridad. También pudo sentir frustración, rabia o enfado (contra ti, contra su padre, contra la situación, o contra sí mismo... a menudo los hijos pueden sentirse irracionalmente culpables de la separación de los padres). Si todos estos sentimientos no se canalizaron adecuadamente, pueden haberse quedado "estancados" en su interior y permanecer latentes. Es posible que en el pueblo se sienta de nuevo seguro, con personas con las que quizás le resulte más fácil abrirse y compartir sus sentimientos. Puede ser que al haberte dado una imagen fuerte e impasible ante lo que sucedió durante todos estos años, ahora le resulte extremadamente complicado abandonar ese rol, mostrarse sensible y vulnerable ante ti. Quizás ya no puede actuar como antes (porque todo lo acumulado ya le ha sobrepasado), pero tampoco puede ni sabe cómo actuar de otra manera, cómo expresar el gran entramado emocional y motivacional (o des-motivacional) que se agolpa en su interior).
Ya sabes que, además, ahora mismo se encuentra en una etapa compleja, en la que prevalece un sentido de búsqueda de la propia identidad, una especie de necesidad de encontrarse a uno mismo, o al menos de explorar en su interior y averiguar quién es o quién quiere ser.
Personalmente creo que no es nada favorable que le fuerces u obligues a hablarte; debe salir de él mismo, y debes propiciarlo mediante otros métodos (aunque supongo que ya lo habrás intentado y no habrá dado resultado), por ejemplo, no darle importancia al hecho de que no te hable y hablarle con total normalidad como si hablaras con alguien mudo, comunicarte con él de modo no verbal (detalles, gestos, dejarle notas o cartas en su cuarto dejando abierta la posibilidad de que conteste con Alguna pregunta...), enseñándole o dejando a la vista fotos o recuerdos de buenos momentos que habéis vivido juntos... Pero sobre todo, lo más importante es que le transmitas en todo momento cariño, confianza, comprensión y seguridad. Una de las mejores estrategias para influir en los demás es dar ejemplo, por lo que sería recomendable que te abrieras a él, que le hablases de tus sentimientos (no de lo que sientes ante esta situación con él, sino de lo que te hace sentir mal, por ejemplo, en el trabajo, o ante según qué acontecimientos...) con calma, fluidez y naturalidad, sin presiones de ningún tipo, y sin miedo a que no te conteste. Intenta ser un modelo a seguir en cuanto a gestión emocional y capacidad comunicativa. Transmítele serenidad y simplicidad. No le añadas preocupaciones o tensión, o las cosas no mejorarán, seguramente empeorarán. Puedes tratar de transmitirle que eres consciente de que quizás no hayas tenido mucho en cuenta su opinión a la hora de realizar cambios importantes en vuestras vidas, e incluso pedirle perdón (si así lo sientes y se da la situación idónea) por no haberle consultado en las tomas de decisiones. Es importante también que muestres consideración, que tenga claro que respetas su autonomía, que lo aceptas tal y como es, que confías en él, y que le demuestres que él también puede confiar en ti.
Puede ser de utilidad formular posibilidades, preguntando así de manera indirecta (sin pretender que responda, sólo que él se conteste en su interior): "A lo mejor no entendiste muy bien en su día el por qué vinimos aquí, o el por qué nos divorciamos... ", "quizás te resultó más duro de lo que pensaba dejar a tus compañeros de clase...", "puede que estés enfadado conmigo por no habernos ido a vivir al pueblo...", "quizás creas que no tengo en cuenta que ya no eres un niño...".
Aunque la situación que refieres es complicada, has pasado por la consulta de dos profesionales, y supongo que habrás intentado diferentes cosas, espero haberte podido ayudar en algo. Ante todo no te sientas culpable ni te desesperes. Tarde o temprano esto se solucionará, y a partir de ese momento, vuestra relación será mucho más fuerte, mejorando también vuestra comunicación y vuestro bienestar familiar.

Un abrazo


Clara Morgades