Mi niño, de dos años y medio no quiere estar con nadie, que no sea conmigo. Si se queda con su padre o abuelos llora y solo llama a mamá.
Esto se ha agravado desde que en septiembre tuvimos que cambiarlo de guardería porque la anterior cerró. Mi marido empieza a estar preocupado ya que no quiere hacer nada con él normalmente.
Respuesta enviada
En breve comprobaremos tu respuesta para publicarla posteriormente
Ha habido un error
Por favor, inténtalo de nuevo más tarde.
psyd_user_launch_banner_ttl
psyd_user_launch_banner_txt
Mejor respuesta
2 NOV 2015
· Esta respuesta le ha sido útil a 3 personas
Hola Montse:
Es hasta cierto punto normal que a su edad solo quiera estar con su madre, pero el hecho de que expongas esto con preocupación puede que se deba a que realmente es imposible separarlo de ti y que los demás son rechazados totalmente y claro esto implica una serie de problemas que necesitan corrección.
Sería conveniente evaluar si hay algún problema que ahora no detectamos y que hace que el niño rechace a todos excepto a ti, aunque puede haber un apago exagerado y ser el único problema a resolver.
Intentar todos que estando tu presente, jueguen con él y capten su atención con actividades agradables, poco a poco te irás retirando de la escena, un poco cada día y elogiar como premio que a los pocos días se de cuenta de que tu presencia no era necesaria y ha estado contento con los demás miembros de la familia.
Se trata de una separación gradual aumentando los intervalos sin tu presencia y que note que todo va bien, que se siente protegido y querido igualmente por todos.
Sería bueno anotar cuales son sus reacciones a tu ausencia y comprobar si estas van reduciendose poco a poco y aumentando a su vez las conductas de estar tranquilo, sonreir, disfrutar en resumen.
Si véis que no funciona acudid a ayuda psicológica para evaluar algún problema que ahora sería temerario sugerir.
3 NOV 2015
· Esta respuesta le ha sido útil a 2 personas
Hola Montse,
A esta edad es normal que un niño pueda tener episodios en los que se sienta más inseguro, y la figura materna siempre es la que aporta mayor seguridad al niño. Si además ha habido un cambio en sus rutinas y en las personas que le cuidan durante horas en la guardería, él necesita un tiempo para volver a recuperar esa seguridad.
Por tu parte, intenta estar relajada y muéstrale con tranquilidad y afecto que puede estar bien cuidado también con los abuelos o con su padre. Que ellos tengan la oportunidad de calmarlo sin necesidad de que vayas tú. Probablemente él seguirá con sus lloros por unos días, pero cuando vea que tú le transmites tranquilidad y que siempre vuelves, y que él sigue bien cuidado con sus familiares, váis a ver que en unos días la situación va a ir mejorando.
3 NOV 2015
· Esta respuesta le ha sido útil a 2 personas
Querida Montse, el problema que comentas es muy usual. La figura de referencia o apego en este momento eres tú y nadie más por lo que se muestra. A veces ocurre que sin darnos cuenta respondemos a la demanda de nuestro peque y los demás cada vez quedan más lejos del niño.
Ahora os toca ir poco a poco rompiendo el cordón umbilical... Dicho de forma metafórica. Comienza a introducir a papá en juegos, darle algo de comer, actividades agradables primero en pequeños periodos y luego id alargando los tiempos.
Seguro que lo conseguís. Seguramente llorará al principio pero que esto no os paralice pues es algo normal. Si no podéis hacerlo solos y veis que su actitud es muy negativa acudir a un profesional para que evalúe la situación y descarte algún problema emocional y os oriente.
3 NOV 2015
· Esta respuesta le ha sido útil a 1 personas
Es posible que tu niño esté de alguna manera exteriorizando manifestaciones de llamadas de atención, que a veces se agravan cuando hay algún cambio importante para el niño (en este caso el cambio de guardería). Valora el tiempo que puedes pasar con él, para incluir a tu marido en sus rutinas anteriores con vuestro hijo. Empezad con actividades conjuntas los tres y poco a poco ve alejándote tú de él para que vuelva a retomar sus actividades de ocio con él.
¿Te ha resultado útil?
¡Gracias por tu valoración!
2 NOV 2015
· Esta respuesta le ha sido útil a 0 personas
Estimada Montse:
Como dice Paulino, posiblemente haya que realizar un diagnóstico y explorar si hay algún trastorno relacionado con el apego. Podrías, no obstante, probar a participar en actividades lúdicas donde tú participes junto a otras personas. Intenta que sean juegos donde todos participéis, y tenga que comunicarse con cada persona. También pueden ser conversaciones donde tú participes, y por ejemplo tu marido hable y se dirija a su hijo. En cualquier caso, te propongo lo siguiente:
1-Primero, permite que juegue con su juguete preferido o algo que le estimule. Dejadle solo.
2-Ahora, te incorporas tú. Juega con él, a lo que esté jugando. Intenta participar en el juego.
3-Invita ahora a tu marido a que se incorpore al juego. Pregúntale a tu hijo: ¿Puede jugar papá con nosotros? ¿No crees que podría ser más divertido si somos más personas jugando? ¡Vamos!
4-Papá se une y jugáis los tres. Intenta que tu marido se dirija a él de una manera equilibrada a como lo haces tú, en cuanto a tiempo y calidad de la intervención.
5-Ahora, aléjate un poco. Quédate en un esquina mirando, y que tu marido se quede ahora con tu hijo. Sigue animando a ambos, dile: A ver, quiero que juguéis entre los dos, a ver cómo lo hacéis. Contextualiza esto dentro del juego que estás planteando.
6-Cuando veas que tu hijo/a se encuentre más a gusto, más calmado, te vas de la habitación, con una excusa razonable: Voy a prepararos la merienda, seguid jugando que ahora vengo, ¡no lo dejéis, porque quiero daros una sorpresa! (prepara esa tarde una merienda diferente, que pueda gustarle a tu hijo). Intenta tardar un poco más de lo que normalmente tardarías en preparar la merienda. Procura que tu marido se comprometa lo máximo posible.
7-Trae la merienda especial, que será como "premio" por lo bien que se han portado todos, tanto tu marido como tu hijo.
Intenta programar más estas tareas, y que cada vez estés tú menos tiempo. Poco a poco se acostumbrará a pasar tiempo con su padre, y cogerá más confianza cuando vea que se divierte cuando él está presente. Ahora, llegará un momento en que su padre podrá tener una iniciativa con su hija y él responderá bien. Aplica este procedimiento con todos los demás miembros de tu familia. Poco a poco, será capaz de participar en actos sociales donde haya más gente. ¿Qué tal lleva su estancia en la nueva guardería? ¿lo habéis llevado a comer a restaurantes, o a bodas? ¿qué tal ha reaccionado cuando hay tanta gente a su alrededor? Estas cuestiones deberías responderlas para hacer el diagnóstico inicial debidamente.
Espero haberte ayudado. Un cordial saludo y suerte.