Tenemos dos hijos, uno de 5 años y otra de 2 años. Des de que hemos tenido los niños nos hemos involucrado mucho en ellos. Él tiene otro hijo de 15 años que antes de nacer la niña venia un fin de semana si, otro no. Pero la relación era muy dañina tanto con el niño como conmigo. El niño no quería venir a nuestra casa y era obligado, padecía depresión... total que era insostenible y al final decidió no venir más. A mí la verdad que me pareció buena idea ya que era bronca diaria y encima con un bebé de meses no me parecía sano para nadie.
Estuvo tiempo que casi no se veían, ahora ha decidido ir cada sábado a verlos a jugar al fútbol. Lo que pasa que a veces salen otros planes y él se mosquea porque entonces no puede ir el sábado por la mañana aunque yo le digo que vaya otro día pero no le parece buena idea. Otro día no.
En fin, ayer explotó y empezó a decir que no era feliz, que se sentía superado, que no hace nada para él.
Yo los martes, miércoles y viernes por la noche hago deporte.
No sé cómo gestionarlo. Evidentemente quiero arreglarlo pero siempre cedo yo cuando hay una discusión.
También es verdad que los dos niños pequeños ahora no ayudan mucho porque está casi siempre molestándose, no hacen caso...
¿Qué me aconsejan?
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Mejor respuesta
6 ABR 2017
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Hola Lidia, que gusto que nos escribes y así poder darte un consejo sobre esta situación que planteas. Sabes esta circunstancia por la que están pasado como esposos y como padres hay que tratarla y sobrellevarla con mucha inteligencia y delicadeza, y lo más importante diríamos con mucho amor, porque están siendo afectados ustedes en su relación de pareja y también están afectados emocionalmente los tres niños.
Vamos a comenzar por ustedes como esposos, pareciera que están fallando en la comunicación sana y honesta que como esposos debe existir, en primer lugar ambos deben estar conscientes que cuando los hijos llegan, y es una bendición el que lleguen, la relación de pareja pasa inevitablemente por algunos cambios; porque indudablemente que ahora hay que dedicarle tiempo y atención a los niños, aparte que la nueva responsabilidad en la crianza, genera tensión y ansiedad en ambos padres, y aquí juega un papel muy importante la madurez emocional que se tiene para enfrentar la carga emocional que implica el nuevo rol de padres, y en tu esposo se suma el hecho de compartir también su tiempo con su otro hijo, el cual por igual merece de su amor y atención.
Es por esto que se hace necesario la comunicación abierta y sincera, donde cada uno exprese sus temores, ansiedades y preocupaciones y puedan llegar a conciliar acuerdos en el rol y desempeño que cada uno debe ejercer, claro está que el amor, el respeto y la consideración hacia el otro debe prevalecer, dejando a un lado el interés y egoísmo individual, de esta manera se evitara que estos cambios afecten la estabilidad emocional de la pareja, ya que un ambiente de hostilidad y malestar afecta la convivencia y da lugar a sentimientos de frustración e infelicidad, como manifiesta tu esposo.
En esta relación tu papel como esposa, madre de tus hijos pequeños y madrastra de un joven de 15 años, es fundamental dentro del hogar, por lo tanto, debes ser sumamente organizada en tu tiempo, en tus rutinas y en tus actividades, debes tener la capacidad de desarrollar lo mejor posible tus roles como esposa y madre, en este sentido es importante comprender que a veces nuestras obligaciones nos llevan a renunciar a muchas cosas (salidas, diversiones, amistades, etc.), pero los sacrificios y renuncias traen sus recompensas, al poder disfrutar de un hogar feliz, con una relación de esposos satisfactoria y un ambiente estable, lleno de amor para el desarrollo de tus tres hijos, porque debes amar al hijo de tu pareja y considerarlo como un hijo tuyo también, te aseguramos que el amor que siembres en este joven, te traerá grandes recompensas; en un ambiente lleno de amor y comprensión se supera toda tristeza y depresión. Anímate a sembrar AMOR.
Por último, nosotros te recomendamos por la estabilidad de tu hogar y el bienestar emocional de tu esposo que sean respetados sus sábados para compartir con su hijo mayor. La relación padre-hijo debe estar por encima de cualquier otro plan o actividad que se pueda realizar ese día.
23 MAR 2017
· Esta respuesta le ha sido útil a 1 personas
Hola Lidia,
Por lo que nos cuentas estáis atravesando un momento de crisis en la familia y en vuestra relación de pareja. Nos dices que desde que tuvisteis a los niños os habéis involucrado mucho en ellos ¿qué espacio ha quedado para vuestra relación ? Con el nacimiento de los hijos, es habitual que el rol parental deje menos espacio al de pareja, y que la comunicación sufra un deterioro que hace más difícil llegar a acuerdos y comprender las necesidades del otro.
Nos hablas de un conflicto con el hijo de tu pareja, que hizo que estuvieran un tiempo sin apenas verse, y que ahora él está tratando de recuperar esa relación, yendo a verle a sus partidos los sábados. Es posible que tu pareja tenga la necesidad de recuperar la relación con su hijo, y que cuando entra en conflicto con otros planes se sienta desbordado.
Plantéate si es posible que los cambios familiares que habéis tenido en los últimos años os hayan hecho más complicado encontraros y poder compartir cómo os sentís. Pensamos que sería positivo que tuvierais un espacio donde poder hablar sobre vuestras necesidades y expectativas.
23 MAR 2017
· Esta respuesta le ha sido útil a 1 personas
Hola Lidia. Siendo por lo que estáis pasando.
Cuando dices: “quiero arreglarlo pero siempre cedo yo cuando hay una discusión”, me pregunto por qué los intentos por solucionar el problema acaban en discusión. Comunicarse en pareja no debería implicar necesariamente discutir.
Comunicarse en pareja implica escuchar, ponerse en el papel del otro, negociar, buscar soluciones, identificar intereses comunes y a la vez reconocer los espacios de intimidad del otro. Cuando te dice que no es feliz, posiblemente esté tratando de decirte algo más concreto (“necesito más espacio”, “necesito cambiar de rutinas”, “necesito conocer gente nueva”, “ver más a mi hijo” etc.), del mismo modo que cuando nos dices que “siempre cedes” estés pensando en cosas y momentos concretos. Posiblemente tenéis expectativas diferentes sobre lo que cada uno está aportando a la relación que es necesario ajustar y poner en común.
Una de las ventajas de las terapia de pareja es que facilita ese espacio de comunicación gratificante y efectiva desde donde rescatar los elementos de acuerdo que os ayuden a seguir avanzando en vuestro proyecto en común sin renunciar a nuestra propia intimidad, deseos e intereses. Dado que nos comentas que llegados a este punto no sabes cómo gestionarlo, te recomendaría que probaras a plantear esta opción a tu pareja para experimentar los beneficios que la terapia puede aportar a vuestra relación.
Espero haber sido de ayuda. Ánimo y un saludo
