7 MAR 2012
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Géminis,
Aquí te envío un artículo, relacionado con la temática que expresas. Si deseas puedes contactar conmigo sin compromiso, si quieres preguntar o aclarar algún punto.
Un saludo:
"FALTA DE HABILIDADES SOCIALES, por Minia Miramontes:
Los dos pilares básicos a la hora de relacionarnos con los demás y tener éxito en conseguir una interacción social positiva y gratificante, están en saber ser asertivos y en relacionarnos con el otro sin timidez. Muchas personas muestran una falta de habilidades sociales por falta de asertividad y/o por miedo a expresarse/hablar/relacionarse con los demás, en muchas circunstancias, ya que se puede ser muy tímido o carecer de habilidades en ciertos contextos y en otros no.
- Falta de asertividad
¿Qué es ser asertivo o tener asertividad?
Ser asertivo o tener asertividad es defender tus derechos sin agresividad, sin dejarnos pisar; ya que ante una situación que no nos gusta podemos reaccionar, de forma pasiva o agresiva, que es lo contrario a ser asertivos.
Ejemplos:
Vas a un restaurante, te sirven el menú y pero la comida no está como la habías pedido, ¿qué haces?.
1-Te enfadas, llamas al camarero y le dices qué tu filete no está como habías pedido, las patatas están frías, que te lo cambie enseguida.
2-No haces nada, ¿total para qué?. Actúas de forma pasiva, te comes el filete tal como está aunque lo tengas que pagar.
3-Llamas al camarero de forma educada, le explicas que la comida no está como habías pedido y si por favor puede cambiártela. Si el camarero pone alguna pega solicitas hablar con el responsable del restaurante. Generalmente lograrás que tu filete esté como te gusta y disfrutarás de tu comida sin haberte enfadado. Esta es la forma asertiva.
En la forma de reaccionar influyen diversos factores como nuestro temperamento, si estamos estresado, cansados. Personas con una autoestima baja, o con síntomas depresivos es más fácil opten por una respuesta pasiva y no hagan nada, o por el contrario se enfaden y monten un numero.
Situaciones sociales desencadenantes:
El poder es una constante en la vida, y las relaciones laborales no son una excepción. Desde la guardería hay siempre un niño que quiere mandar sobre los demás. Lo curioso es que las personas que abusan del poder no escogen al azar, en realidad tienen un proceso selectivo para escoger sus víctimas, las personas de las que es más fácil aprovecharse.
La investigación ha confirmado que aquellas personas que son víctimas de los matones o abusadores del poder irradian un cierto tipo de vulnerabilidad. No han desarrollado la capacidad de valerse por ellos mismos. Si uno pierde la capacidad de defenderse es bastante difícil que le defiendan ya que muchas veces ni siquiera pide ayuda. Sencillamente acepta de forma triste y pasiva el abuso de poder sin hacer nada que pueda terminar con este abuso.
Ante esto: Saber defender tus derechos de forma asertiva no agresiva ni pasiva es importante.
Una persona asertiva sabe intercambiar opiniones con los demás hacer propuestas, mejoras, sugerencias o quejas de forma educada sin insultar o agredir de forma física.
Un paso importante hacia el comportamiento asertivo es la confianza en uno mismo. Sentirse eficaz y capaz de solucionar problemas. Esto se logra potenciando la autoestima, habilidades sociales, saber solucionar problemas desde cotidianos a problemas más complejos. Lograr se eficaz o competente en algo no es un regalo, a menudo surge de la práctica. Pero se ha de aprender.
Los bebés cuando comienzan a dar sus primeros pasos se caen y se levantan. En la vida para adquirir destrezas tienes que seguir intentándolo aunque tenga “te caigas” o tengas fracasos. Para ello se deben:
- Desarrollar habilidades de comunicación
Hacerte entender es importante para relacionarte con tu entorno. La comunicación asertiva es eficaz ya que huye de a agresividad y busca la eficacia.
Una persona asertiva sabe ser líder, si quiere hacer algo en grupo pregunta, sugiere, pero no impone.
Una persona asertiva pregunta de forma amistosa. En una reunión de trabajo, ¿podría exponer mi idea?, en lugar ¿nunca me preguntan mi opinión, mis ideas no les importan.
Asume que puedas hacer propuestas y estas no gusten a todo el mundo. No importa es difícil agradar al todo el mundo, lo importante es que has demostrado iniciativa de forma asertiva.
Muchas personas podrían ofrecer ideas o propuestas pero se callan y actúan de forma pasiva por timidez o vergüenza.
- Ser tímido, o tener miedo a comunicarnos con los demás
¿Qué es ser tímido a la hora de comunicarnos con los demás?
En el pensamiento de una persona que tiene miedo a hablar con el otro, los mensajes que se dan a sí mismos, antes, durante y tras la situación de exposición a una persona o a un público suele ser de un autodiálogo interno caracterizado por anticipaciones negativas e interpretaciones catastróficas(“seguro que me quedaré en blanco”, “pensarán que no estoy preparado”, “se aburrirán”, etc.).
Este diálogo con nosotros mismos, negativo e irracional, nos predispone ante la ansiedad, aumentando sus síntomas, y eso nos afectará a la hora de enfrentarnos a la situación temida.
La situación ideal sería facilitarnos las cosas pensando más positivamente, dándonos ánimos, es decir, enviándonos auto-instrucciones positivas (“lo haré genial”, “yo puedo con eso y más”, “Sé de lo que tengo que hablar”, “estoy preparado”, “me lo he currado”, etc.). De esta manera, fomentaremos la autoconfianza y disminuiremos la ansiedad. Pero no es fácil, esto requiere un esfuerzo y reaprender aprendiendo.
Ante una exposición ante un público se recomienda hacer uso del humor, que es un ansiolítico natural por excelencia. Hacer algún comentario gracioso que guarde relación con el tema, emplear ejemplos o imágenes cómicas para acompañar nuestro discurso e incluso contar un chiste o contar una anécdota de repente, pueden ser recursos que además de relajarnos nos servirán para captar la atención de los demás y fomentar la participación y la motivación.
Comenzar la presentación o discurso confesando nuestros nervios puede ser útil a la hora romper el hielo, relajarnos y lograr apoyo por parte de los demás. Este truco no siempre puede ser conveniente, depende de la situación.
Y finalmente, lo que consideramos la regla de oro: ser uno mismo. Si tratamos de ser quien no somos y estamos forzados, no estaremos cómodos y por tanto proyectaremos esa sensación al público. Esto es importante a la hora de tener en cuenta aspectos como el lenguaje que empleamos, el tema elegido y el aspecto o la vestimenta.
Tener “nervios” ante este tipo de situaciones es normal, los mejores actores dicen que siempre sienten mariposas en el estómago cada vez que van a actuar… Eso nos indica que estamos vivos, que aquello que vamos a hacer nos importa o que es nuevo, pero podemos aprender a controlar esos estados.
¿Cómo se vence un miedo? Afrontándolo, exponiéndonos a él. Evidentemente, cuanto más practiquemos más fuertes estaremos y mejor será nuestra actuación.
¿Por qué se siente ansiedad a la hora de hablar con otro o ante un público?
Mucha gente siente ansiedad si tiene que hablar con los demás y la razón principal es el miedo al ridículo. La mejor manera de superar este miedo es preparándose para tener más confianza y una actitud más positiva hacia la los otros. Examinar a que se debe nuestra desconfianza.
Este miedo a relacionarse, está entre los miedos más comunes, son muchas las personas que lo pasan mal en muchas situaciones sociales, pero no significa que en todas, p.ej. ante una persona del sexo opuesto, ante un profesional cualificado, o bien ante un grupo de personas.
Síntomas de este miedo hablar en público son:
- Sentir ansiedad antes de comenzar hablar (ansiedad anticipatoria)
- Quedarse en blanco, no saber qué decir.
- Palpitaciones, que el corazón comience a latir más deprisa.
- La boca seca.
- Temblor en la voz, tartamudez
- Algunas personas incluso pueden sentir mareo, angustia o desmayo.
Una vez la persona comienza su discurso siente que el corazón sigue latiendo deprisa, que su voz tiembla, al igual que sus piernas. Puede ocurrir que cueste decir alguna palabra y se tartamudee o se hable excesivamente rápido. Si alguien ha sufrido una experiencia semejante es bastante lógico no quiera volver a repetirla.
Ya que queda instaurado en el recuerdo de la persona: La creencia subjetiva que de que al hablar en púbico y ser el centro de atención de un grupo de personas le ha hecho sentir tonto o estúpido ante ellos. Y puede ocurrir que vuelva a quedarse en blanco a no saber qué decir, y repetirse la emoción interna de temor a que la gente se ría, se aburra, o se marche mientras hablas.
Ideas que ayudan a superar la timidez:
- Trata de estar bien preparado sobre lo que quiere contar a otros, habla de algo que conoces o te es familiar. Es mucho más fácil sentirse cómodo y trasmitir un mensaje si hablas de algo que conoces
- Haz una pregunta básica, al otro, por si te quedas en blanco; por ejemplo de su familia, estudios, trabajo, y utiliza la escucha activa, con interés, a lo que te esté contando.
- Practica estas técnicas, si es posible ante la familia o un grupo de amigos mejor, para ir ganando seguridad.
- Infórmate de los intereses de la persona o grupo con quien voy estar.
- Practica una tecnica de relajación rápida. No es difícil y con la práctica puede ayudarte mucho a controlar la ansiedad. Muchos actores experimentados de teatro comentan que aún sienten ansiedad cuando salen al escenario, pero gracias a técnicas de relajación y de auto control logran controlar su ansiedad; por ejemplo, respirar por la nariz y llevar el aire al abdomen y expulsarlo lentamente, mientras imagina que la tensión se va en cada expiración.
- Cuando el miedo es a hablar ante un público, una sala abarrotada de gente, etc. se aplicarán las normas anteriores y además:
- Recuerda la práctica es importante, genera confianza
- Da tu discurso y mirándote al espejo al principio te puede resultar incómodo, verás que luego lo haces sin problema y eso te da mayor capacidad de concentración.
- Aunque creas te sabes bien el material o tema del discurso, no dudes en hacer “ensayos”. Los mejores oradores hoy lo son gracias a tener más experiencia. Los ensayos te ayudan a ganar confianza a la hora de dar tu charla o discurso. Evita errores tontos, cambia una frase si no te convence en el esos ensayos puedes recrear lo que será tu charla.
- Practica el discurso a solas en voz alta, varias veces.
- Graba tu discurso o las ideas generales en una cinta para escucharte, lograrás perfeccionar el discurso.
- Puede tener varias fichas con las ideas principales de tu discurso, y las principales preguntas que pueden hacerte, de esta forma si pierdes la concentración puedes ayudarte de las fichas.
- Estrategias para reducir el miedo al público
Enfrentarse a un grupo de gente puede generar miedo, pero también hay estrategias que pueden ayudarte a superarlo. Como todo en la vida, se puede aprender a superar el miedo al público:
- Busca varias personas del público y háblales a ellas. No le hables al vacío o al horizonte.
- Visualiza al público vestido con traje de payasos y sombrero o imagínalos desnudos. ¿Quien se sentiría ridículo ellos o tú?. Realmente el miedo al ridículo está más en tu mente, no es tan importante como piensas.
- Relájate antes de hablar
- Recorre lentamente la sala con la mirada antes de comenzar hablar, respira y luego comienza tu discurso, te lo has preparado, todo saldrá bien, y en todo caso si algo no sale bien, tampoco se hunde el mundo.
- Recuerda incluso los mejores actores han cometido errores ante el público, un error le puedes suceder a cualquiera. Lo importante es que lo sigas intentando. La practica y la repetición te llevarán a ser un experto orador.