Necesidades distintas en una relación de pareja
Desde hace unas semanas mi pareja y yo tenemos horarios distintos. Estábamos acostumbrados a ir en el mismo horario e incluso en la misma empresa. Ahora yo trabajo por las mañanas y él por las tardes, en sitios distintos, por lo que nos vemos durante la cena y un ratito después.
Yo hago el esfuerzo de cenar más tarde o acostarme más tarde para poder estar con él. Pero él lleva unas dos semanas que al llegar a casa me da un simple beso, se le nota distante, tengo que sacarle la conversación con sacacorchos, no me suele preguntar qué he hecho yo, y cuando acaba de cenar, sale a fumar con su juego del teléfono móvil y está media hora así, sin ver que yo estoy esperándolo para estar un ratito con él antes de dormirme.
Se lo dije, y terminamos discutiendo porque dice que durante el día hablamos mucho por teléfono, que se agobia y que no quiere estar pendiente del móvil en el trabajo. Yo me enfadé porque me dolió que en primer lugar, no tenga en cuenta que yo trabajo completamente sola y me aburro mucho, y en segundo lugar, no quiera ni dedicarme unas palabras cuando para a almorzar. Él no está de acuerdo y dice que no tiene por qué tener esa obligación, y que le agobia.
A raíz de ahí estuvimos dos días hablándonos menos, y desde entonces aunque mantenemos un mínimo de contacto, no me habla prácticamente nada.
Ayer fue un día fuera de lo normal porque llovió mucho y la tormenta me cogió estando en carretera. Le llamé para que me asesorara sobre cómo actuar porque el agua podía entrar en mi coche.
Y cuando por la noche llegó a casa, como estaba enfadado porque había tenido un mal día, estaba arisco y estúpido conmigo. En una de las veces que le hablaba intentando bromear, como le corté mientras hablaba, me gritó en la calle (estábamos bajando la basura).
Eso me enfadó, y aunque vio que así fue, sólo se reía y no se disculpó ni me preguntó nada al respecto.
De madrugada, cuando le dije de irnos del sofá a la cama, como se lo dije dos veces, me volvió a hablar mal y me dijo que "dejara de ser tan pesada". Fuimos a la cama y a los 10 minutos se volvió al sofá.
Yo pensaba que iba a llevar peor la situación, porque soy muy insegura de mí misma, celosa, y controladora. Pero me ha sorprendido ver que durante la tarde puedo hacer mi marcha y no estar obsesionada con qué hará o por qué no me habla. Creo que es un cambio que él debería de apreciar, como debería de apreciar los esfuerzos que hago para vernos un poco dentro de nuestra incompatibilidad horaria, pero no tiene en cuenta nada, y en vez de ayudar a la situación, va a la suya totalmente, porque dice que si antes hacía las cosas así, ahora no tiene por qué cambiarlas (aunque nos veamos menos), que es lo que hay y punto.
Me decepciona porque cuando todo ha ido bien, no había problemas, pero ahora que las cosas se han torcido un poco, parece que nuestra relación no sea fuerte y esté basada en nada (no da pie a hablar las cosas ni a razonarlas, o se enfada o pasa de ello).
Siempre hace mucha mención del agobio y de que parezco una chica de 17 años, que no puede estar pendiente de mí.
¿Qué pensáis?
Gracias de antemano.